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Revista Digital de El Quinto Hombre
CARL GUSTAV JUNG - SU CONCEPCION ANTROPOLOGICA - Nota
II
Por el Prof.
Dr. Vicente Rubino (Argentina)
Más allá de la esfera de la
ciencia, en un ámbito más profundo y de mayor oscuridad, se halla lo Inconciente
Personal. Esta abarca aquellos contenidos psíquicos que han sido reprimidos
por la conciencia, y olvidados- deliberada o inconcientemente- y también
aquellas vivencias tendenciales e impulsivas que no han penetrado en la
conciencia.
El Inconciente Personal, a
diferencia de la conciencia que el individuo conoce directamente, lo inferimos
a través de los Síntomas, de los Complejos y de los Símbolos.
Podemos considerar al síntoma
como un fenómeno de estancamiento del fluir alertado de la Libido, que
se da a conocer tanto somática como psíquicamente. Es una "señal de alarma"
que anuncia que algo esencial en la actitud conciente no está bien, no
está en armonía, o es insuficiente, y que por lo tanto, podría
producirse una dilatación de la consciencia: es decir, la producción de
un estancamiento del fluir de la Libido.
Los complejos son partes que
se han separado de la personalidad psíquica, grupos de contenidos psíquicos
que se han desunido, desgajados de la conciencia, y funcionan autónoma
y arbitrariamente, es decir, que llevan una existencia aparte en la oscura
esfera del inconciente, desde la cual, en cualquier momento, pueden inhibir
o estimular producciones concientes.
El complejo se halla formado
primariamente de un "Elemento nuclear", de un "Portador de significación",
inconsciente y autónomo, es decir, no dirigible por el sujeto; y secundariamente,
de numerosas asociaciones determinadas ligadas entre sí por una tonalidad
afectiva única, las cuales dependen, en parte de la disposición personal
primitiva, y en parte, de vivencias vinculadas significativamente al mundo
externo.
El complejo es un "Punto neurálgico",
un centro de alteración funcional, el cual, motivado por situaciones externas
o internas, se torna virulento, y someter al individuo íntegramente a
su influencia. A través del "Descenso del umbral de la consciencia", de
acuerdo con el concepto de Pierre Janet, se sustrae energía a la conciencia,
pasando el individuo de un estado conciente activo a un estado pasivo,
de cerrazón o prisión, y permitiendo de este modo que el complejo ascienda
al espacio de la consciencia, actuando como un "cuerpo extraño". Como
el complejo posee armonía propia, integrado y cierto grado de autonomía,
representa la imagen de una situación psíquica alterada de viva carga
emocional, y se muestra incompatible con la disposición o actitud habitual
de la consciencia: el complejo es una fuerza psíquica, frente a la cual
cesa la intención conciente, la libertad del Yo.
El símbolo es una unidad sintética
de sentido entre dos polos diádicamente opuestos: lo manifiesto y lo oculto.
Y a su respecto debe establecerse una rigurosa diferenciación entre el
concepto de símbolo y el de signo. Todo criterio que explicite la expresión
simbólica como la analogía o designación abreviada, o convencional es
semiótica. En cambio, será simbólica la concepción que declare la expresión
simbólica como la mejor formulación posible de una cosa relativamente
desconocida. Será alegórica la concepción que declare la expresión simbólica
como paráfrasis o metamorfosis deliberada de una cosa conocida. La declaración
de la Cruz como símbolo del "Amor divino" designa al hecho que quiere
expresarse mejor y más certeramente que una Cruz, que puede tener muchos
otros significados. En cambio, es simbólica la declaración de la Cruz
que, más allá de todos los sentidos imaginables, ve en ella la expresión
de un hecho ignoto aún, de un hecho místico o trascendente incomprensible,
es decir, de un hecho psicológico.
Mientras un símbolo se mantiene
vivo es que constituye la expresión de una cosa. El símbolo solo se mantiene
vivo mientras esté cargado de significación. Mas en cuanto alumbra
su sentido, es decir, en cuanto se encuentra su expresión que formula
mejor que el símbolo la cosa buscada, esperada o presentida, puede decirse
que el símbolo muere. Ya solo tendrá significación histórica. La expresión
que se supone para algo conocido nunca pasa de ser un mero signo, pero
no será un símbolo nunca. Por eso es imposible hacer surgir un símbolo
vivo, es decir, "grávido de significación", de conexiones desconocidas.
Pues el símbolo así creado nunca contendrá lo que en él se ha concluido.
La instancia más profunda
y asimismo la de mayor Magnitud de la Psique - el Inconciente Objetivo
o Colectivo- es la fuente de los elementos que llegan a la consciencia,
y también el punto de contacto entre el individuo y las fuerzas cósmicas
supraindividuales.
La hipótesis de Jung es que
la potencialidad de la personalidad individual no es ajena a los efectos
de los procesos históricos, y lo que ocurre en el tiempo deja su sello,
no solo en la Psique del individuo, sino también en la continuidad del
género humano.
Los contenidos del Inconsciente
Colectivo son los Arquetipos, formas o imágenes de la naturaleza colectiva
que se dan universalmente como elementos constitutivos de los mitos y
al mismo tiempo como productos autóctonos e individuales de origen inconsciente.
Los arquetipos son los patrones
fundamentales de símbolos, que se repiten a través de los contenidos de
las mitologías de todos los pueblos, en la humanidad entera. Son Imágenes
Primordiales, expresadas desde los tiempos oscuros de la Prehistoria de
la especie humana.
El concepto junguiano ha sido
interpretado erróneamente como significando Ideas Innatas, siendo que
en realidad se trata de "Modos heredados" , de Tendencias que se hallan
engarzadas en la naturaleza de la Psique, y que se heredan, si, pero solo
en el sentido de que lo que se hereda es la "Estructura", con sus tendencias
intrínsecas a expresarse de determinada manera. Las Imágenes Primordiales
no siempre son las mismas, varían según la proyección cultural. Si fueran
Ideas heredadas, los símbolos expresados serían siempre los mismos en
todas las latitudes, pero al no cumplirse este hacho, inferimos que lo
que se hereda son las mismas Tendencias Estructurales. Por tanto, los
Arquetipos son patrones subyacentes de la formación de símbolos, y no
sus detalles específicos.
Los arquetipos solo son Tendencias,
Entes Potenciales, Estructuras Virtuales, que no adquieren significado
hasta no hallar la expresión en el mundo exterior, por cuanto no percibimos
los arquetipos en sí mismos, sino los arquetipos manifestados. Más que
presentarnos hechos, se nos presentan a través de los hechos:
"Conoceréis al árbol por sus
frutos".
En síntesis, los arquetipos
son Estructuras Potenciales, que anidan en el Inconciente Objetivo, y
que percibimos en la medida en que se manifiestan, que se proyectan en
el mundo exterior en forma de Imágenes o Símbolos.
CONTINUA
NOTA III
El Quinto Hombre
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