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Revista Digital de El Quinto Hombre
LA MASONERÍA - NOTA II
Una investigación de C.A.E.F.A.
Cuando el candidato ha llegado al Segundo Grado, en
la ceremonia de paso es conducido a la Logia de los Compañeros, situada,
en sentido figurado, en la cámara central del Templo del Rey Salomón.
La cámara central del templo alegórico representa el alma, que posee muchas
características del inconsciente personal (utilizando de nuevo la terminología
de Jung) y cuando mire la simbología de la logia del Compañero verá que
ese trabajo en el Segundo Grado entraña un serio trabajo psicológico.
Siguiendo por el momento con la terminología Jung, la logia del Maestro
Masón representa un nivel que corresponde de un modo general al inconsciente
colectivo. Esta logia se encontrará "en la puerta de acceso hacia el sanctasanctórum",
que se entiende como una parte de la psique que está en intimo contacto
con el espíritu de modo similar a la forma en que el patio esta conectado
con el cuerpo. Finalmente, trabajando en el seno de la estructura psicológica,
especialmente en los niveles elevados, se puede ser consciente de la presencia
de la divinidad.
Dentro de la logia masónica,
que es una representación física de la estructura alegórica que hemos
escrito anteriormente, existe siempre un símbolo compuesto llamado las
Tres Grandes Luces, integradas por el "volumen" de la Ley Sagrada, la
"escuadra" y el "compás". Algunos de estos objetos tienen más de un significado
en la simbología del Oficio, pero en este símbolo fundamental representan
los tres niveles superiores de la estructura metafísica del individuo.
La escuadra representa la psique, el compás el espíritu y las Sagradas
Escrituras representan la divinidad, la fuente divina a la que se acogen.
Las variadas configuraciones en que se presentan objetos en cada grado
describen hasta qué punto la psique de un individuo está bajo la
influencia de su espíritu, aunque todas las configuraciones hacen hincapié
en el hecho de que el individuo, igual que todo el universo, tiene su
origen fundador en la deidad que sostiene la estructura completa.
Las Tres Grandes Luces
Las herramientas de la logia son el "volumen" de la Ley
Sagrada, la escuadra y el compás. En conjunto se conocen
como las Tres Grandes Luces, y ninguna logia puede trabajar sin
que estén expuestas. En los países cristianos el volumen
de la Ley Sagrada suele ser la Biblia, pero conforme nos acercamos
al Este es corriente encontrar logias que muestran el Corán,
la Torah, el libro de los Vedas, el Zend-Avesta o cualquier otro
texto sagrado que refleje la creencia religiosa de los hermanos
que componen la logia.
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Aunque el nuevo
masón debe realizar sus actividades sólo en el patio -su consciencia individual
del mundo físico- se le enseña un número de principios mediante los que,
de acuerdo a los "Misterios", el universo (y su propia psique) opera,
y considerando estos principios podemos obtener alguna pista sobre la
dinámica de la psique como la representa el Oficio. El Cuadro del Primer
Grado es un dibujo que, en principio, parece ser una colección heterogénea
de símbolos masónicos, pero que es realidad una pintura integrada que
se utiliza para ilustrar el funcionamiento de los principios universales.
Examinaremos los principales.
Los ornamentos de la logia
son el "pavimento cuadrado", el "borde dentado" o de mosaico y la "estrella
flamígera", que algunas veces se presenta como Gloria. Todos juntos describen
lo que podríamos llamar la Ley de la Unidad. La estrella flamígera o Gloria
representa el universo relativo completo tal y como es en realidad -desde
el punto de vista de la deidad -, una manifestación única consistente
y gloriosa de la deidad. El pavimento cuadrado representa el universo
tal y como se presenta ante nosotros, que estamos encarnados en un mundo
físico; el blanco y el negro se alternan, activo y pasivo, fácil y difícil,
complementarios en el mejor de los casos, opuestos a menudo. Pero la característica
de un pavimento cuadrado es que las piezas individuales se unen para formar
un todo único e integrado, el pavimento mismo. Esta noción será reforzada
por el borde, que rodea todo como una única entidad, un sistema interactivo
y único en el que cada elemento está relacionado y afecta a los demás.
La Ley de la Dualidad está
representada en el Cuadro del Primer Grado en varios niveles diferentes.
En el nivel más general (el del espíritu) aparecen el sol, la luna y las
estrellas. El luminoso y ardiente Sol y la suave, pálida y cambiante Luna
son antiguos símbolos de la complementariedad, y quizá las presentaciones
simbólicas fundamentales de ese principio que se repiten los cuadros blancos
y negros del pavimento en el nivel más detallado y materialista. En el
nivel intermedio de la psique la idea de dualidad está expresada por las
columnas dóricas y jónicas; forman parte de una idea más compleja que
veremos a continuación. La Ley de Dualidad también está representada en
términos del ser humano individual por las dos líneas paralelas que delimitan
el "punto en el interior del circulo". Los trabajos ingleses hablan de
Moisés (el profeta) y Salomón (el legislador), papeles que expresan la
idea de exuberancia y restricción. La noción de complementariedad es aún
más obvia en el uso americano, donde las líneas paralelas están asociadas
con San Juan Bautista (a mediados de verano) y San Juan Evangelista (a
mediados de invierno). El principio de Dualidad establece que cuando se
percibe una cosa de modo tal que pueda existir independientemente de su
fuente divina, su complemento también parece existir para proporcionarle
equilibrio. La colocación de los símbolos de dualidad en varios niveles
del cuadro es una advertencia de que el fenómeno de la dualidad y el potencial
de la polarización y la oposición se desatan tan pronto como se presente
cualquier intento de separación procedente de la totalidad de la divinidad;
por ello esto es un principio que está relacionado con todo el mundo psicológico.
El principio mencionado en
los antiguos textos masónicos como la "regla de tres" esta claramente
representado en el Cuadro del Primer Grado por tres columnas, que son
uno de sus más destacados protagonistas. Sus diferentes estilos arquitectónicos
transmiten la idea (utilizando una máxima tomada de Vitruvio) de que hay
tres "agentes" que abarcan todos los niveles de la logia/psique: Un agente
activo, exuberante, creativo y expansivo (la columna corintia); un agente
pasivo, reflexivo, tradicional y restrictivo (la columna dórica); y un
agente equilibrado, consciente y coordinado cuya obligación es mantener
a los otros dos en un equilibrio dinámico (la columna jónica). Este concepto
destacará soberanamente en la discusión de la obra masónica.
La logia, como hemos visto,
tiene cuatro niveles, y estos se reflejan en el cuadro. El pavimento cuadrado
representa el patio, en íntima relación con el mundo físico. La zona media
-denominadas por las columnas- representa la cámara central del alma,
la esencia de la psique; los cielos remiten a la puerta de acceso, en
íntimo contacto con el espíritu. El cuarto nivel, la divinidad misma,
está representado por la Gloria, situada en el centro del cuadro.
Los puntos cardinales de la
brújula situados al borde del Cuadro definen la dirección Este-Oeste,
que tiene una considerable importancia en la simbología del Oficio, como
vamos a ver. Es la dirección de la "dimensión de la consciencia" que,
como apuntábamos antes, es la materia de estudio del misticismo del Renacimiento.
La escalera de Jacob, que
aparece en el Cuadro del Primer Grado, muestra un camino en dirección
Este-Oeste. Este símbolo, representa los niveles jerárquicos de la consciencia,
tiene varias formas. Por el momento será suficiente reseñar que la escalera
tiene tres peldaños principales: La fe, la esperanza y la claridad. Estas
tres representan los estados de animo de los individuos en cada uno de
los Tres Grados; la fe para el aprendiz, que ignora la naturaleza de la
cosa a la que aspira y debe confiar en aquellos que le enseñan; la esperanza
para el miembro, que puede visualizar buena parte de la naturaleza del
impulso que le lleva a anhelarlo; y la claridad para el Maestro Masón,
que ha conseguido su meta y es capaz de educar a los más jóvenes.
CONTINUA
NOTA III
El Quinto Hombre
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