Revista Digital de El Quinto Hombre

Con toda seguridad el dragón es la figura mítica mas conocida ya que en todo el mundo y durante toda nuestra historia estuvo en gran primer plano. La más conocida, sin lugar a dudas, y en el mundo occidental, sea la figura de San Jorge luchando contra él;  ícono muy significativo culturalmente.

Una de las versiones de este milenario mito, indica que los habitantes de Silene, hoy es Libia, vivían atemorizados por un desagradable como feroz dragón, que merodeando la ciudad atemorizaba a la gente y había que aplacarlo ofreciéndole varias ovejas diarias hasta que exigió, en su voracidad, a un hombre y una oveja.

Insatisfecho, el monstruo pidió mas, solicitando a doncellas jóvenes, ordenando entonces el rey un sorteo diario entre las señoritas bien jóvenes del lugar. Y de pronto, le tocó el turno a su hija predilecta la encantadora princesa Sabra, que fue negada por su padre para el holocausto, pero el pueblo le ordenó al rey el cumplimiento de la ley.

Llegó el momento infausto en el cual llevaban al cadalso a la hija reinal, cuando apareció un forastero montado en un hermoso como brioso corcel, llamado Jorge de Lydda., quien se dirigía a la corte del emperador Dioclesiano, buscando el perdón de los esclavos cristianos de aquella época.

Jorge se dio cuenta de la situación, se santiguó con la señal de la cruz, levantó su espada y se lanzó contra el feroz dragón derrotándolo tras una lucha intensa y encarnizada. Muerto el animal, le pide a la princesa que ate su ceñidor al cuello del dragón  y sujeto así lo llevaran a la ciudad. Jorge fue recibido como héroe explicando que su valor y fuerza venía del Dios cristiano, lo que hizo que toda la población adoptara la religión del maestro Jesús. El acto terminó con el corte de la cabeza del animal.

Esta leyenda siempre ha sido tomada como una  hermosa alegoría del triunfo cristiano contra el poder de la fuerza bruta y de las tinieblas que simboliza el dragón; pero este mito tiene muchos antecedentes antiquísimos como el del mito griego de Perseo, que rescató de las garras de un dragón marino a la bella Andrómeda.

Pero en el Oriente también aparece esta leyenda en que el dragón representa a la fertilidad siendo tomado posteriormente en la isla de los grandes enigmas esotéricos, como es Inglaterra.

La idea era que en la época de los nacimientos y las creaciones, la primavera, un huevo oculto bajos las aguas, crecía hasta que con el declinar de la rueda del tiempo, en el otoño, el viejo dragón declinaba para morir en el invierno y dar paso al hijo, al nuevo animal

Es la tradición cristiana que indica el símbolo de la muerte del dragón, como la victoria de lo bueno contra el maligno, el diablo, lo negro y las tinieblas: Y no solo San Jorge es el símbolo de ello sino que hay otros santos cristianos así como muchos mitos indígenas  y chamánicos.

En nuestra contemporaneidad, y desde el punto de visto psicológico, estos hechos simbolizan la lucha en el interior nuestro contra los impulsos inconscientes, casi siempre lujuriosos o malignos. También el otro contenido de la leyenda, el de la fertilidad, ahora significa que el hombre mayor, (dragón viejo) es condenado a morir a manos de sus hijos jóvenes, más vigorosos y fuertes, símbolos de la vida, en tanto el padre ya está a la espera de la muerte, cumpliendo así el ciclo vital del ser humano; el eterno nacer, crecer y reproducir, luego morir.

Otro punto de vista psicológico o sociológico, indica que el dragón es el guardián de los tesoros, siendo ellos representados como la fuerza de la sexualidad en los hijos ante la fuerza castradora materna, que simboliza al animal monstruoso.

Desde el punto de vista esotérico, también el dragón es el custodio del saber oculto, que está en lo interno, en la caverna y para descubrir los grandes misterios del hombre hay que matarlo para introducirse allí, en el adentro. Aquí el dragón se emparienta con la figura de la serpiente enrrollada, que puede tener alas para volar puede ser "la emplumada", como el Quetzatcoatl de los aztecas o el Kukulkan de los mayas.

Pero vamos a ver que en China, el dragón, ese monstruo de la malignidad, tiene un significado totalmente distinto

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