Te propongo en esta ocasión hacer un viaje al inicio de lo que según textos sagrados fueron los comienzos de la manifestación del hombre en la tierra. Entre los muchos relatos, contamos con el relato bíblico del Génesis en donde en sus primeros capítulos describe cómo fue el origen de la vida y de la humanidad.
En esos relatos hay variables que son posibles decodificarlas desde las energías zodiacales y así es posible comprender cómo todo está relacionado con todo. Cuando hablamos del Zodíaco estamos hablando de un ciclo, esos doce signos no están ubicados como están a capricho, hay una lógica detrás que describe un proceso.
Y si nos remitimos al relato de la creación, allí hace su aparición la energía de Aries con la gran chispa inicial, surge la vida de la nada, esa energía vital esencial primordial que hace de motor ante los inicios. La plasmación de ese fuego creador comienza a hacerse materia a través de la energía de Tauro, la vida comienza a tomar formas, diversas y esas formas comienzan a combinarse entre sí gracias a la energía de Géminis con sus múltiples opciones. Cuando ya existen las criaturas y la creación del hombre y la mujer, y la orden de que se reproduzcan y multipliquen, queda manifestada la energía de Cáncer. Esa energía representa la encarnación del hombre en la tierra y el concepto del clan entre tantos.
En el relato bíblico, dios crea el mundo en seis días y descansa en el séptimo, con lo cual, es posible decir que se condice con la primera etapa de las energías zodiacales vinculadas a la manifestación de vida. De allí en más es posible identificar una segunda etapa en donde las energías involucradas describen la identidad del hombre como tal, el registro de su propia individualidad y su interacción con su entorno. En esa etapa, es posible vislumbrar la energía de Leo en la aparición de Adán como el primer hombre, primera manifestación de un ser individual claramente identificado. Representa esa energía que se reconoce particular dentro del clan que en este caso está representado por los demás seres vivientes de la creación. De por sí esa actitud de ser parte de un todo mucho mayor que lo trasciende, representado en ese dios a quien responde es la manifestación de la energía de Virgo.
Luego de la creación de Adán, dios dijo que no es bueno que el hombre esté solo con lo cual le quitó una costilla a Adán y creó a Eva, su compañera. Aquí la descripción es simple de relacionar con la energía de Libra, el primer signo que tiene un opuesto complementario que es Aries. Libra cuyo regente es Venus opuesto complementario de Aries cuyo planeta regente es Marte. Simplemente lo menciono a modo de describir cómo aquí las energías femeninas y masculinas hacen su aparición. A su vez, se dice que a nivel simbólico, se quitó la costilla porque es la parte que protege la zona del corazón, la zona más representativa de lo femenino.
Luego de convivir en armonía en el paraíso por un tiempo considerable, hizo su aparición Lucifer, representada en la famosa serpiente. La serpiente tentó a Eva de que comiera el fruto del árbol del bien y del mal que casualmente estaba prohibido comer y que según Dios si comían, morirían. Esa frase hace alusión a la energía de Escorpio, la energía de lo oculto, de lo que está más allá de las fronteras de lo conocido y obviamente, como dice el relato, si comían morirían. El simbolismo de eso es que en realidad lo que muere es la ignorancia, dejar de ser lo que eras cuando accedes a algo nuevo en tu vida que desconocías su existencia. Y como lo que se prohíbe en realidad es lo que se desea, ahí fue que Adán y Eva “pecaron”. La energía de Escorpio representa también el dolor y el sufrimiento y a eso fue a lo que condenaron a Adán y Eva al expulsarlos del paraíso.
Aquí se inicia una nueva etapa a nivel energías que lo proponen es que luego de ese “traspié” gracias al cual se reconoce la dualidad, el bien y el mal y la polaridad, definas qué sentido le darás a tu vida. Si tomas las creencias de otros creyendo que son tuyas, y te aferras a modo de que “eso” le dé sentido a tu vida, estarás en contacto con la energía de Sagitario en su nivel vivido como dogmas y creencias rígidas. En los relatos bíblicos es la descripción del pueblo judío queriendo encontrar la tierra prometida. La energía de Capricornio enlaza con el orden que se intentó dar a través de los 10 mandamientos al sinsentido que se estaba manifestando. La comunidad queriendo reordenarse aceptando sus diferencias, energía de Acuario y habilitando así la aparición de Jesucristo, quien es representado por el signo de Piscis (los peces). Y con ello, el inicio de una nueva etapa que como ven, es posible hacer coincidir con un nuevo recorrido zodiacal.
Luego de ese recorrido te invito a que veas esas energías manifestadas en tu vida cotidiana. ¿Cómo inicias tu día? ¿Qué plasmas durante el día? ¿Qué elecciones haces que devienen en hechos con los cuales te encuentras? ¿Qué relación tienen los hechos con los que te encuentras con tu persona? Comprobarás que hacerte esas preguntas generarán más presencia en tu día a día. Está en cada quien animarse a correr el velo de lo manifiesto y ver más allá de lo evidente.
Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos en un próximo artículo. ¡Hasta pronto!
Carolina Capmany
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