Haciendo mención a lo que desde la ciencia a través de la física cuántica se ha descubierto, y que el Hermetismo ya conoce desde hace milenios, la frase todo es vibración ya es un concepto que se ha aceptado como un hecho.

 

Y cuando hablamos de que todo es vibración no hay que limitarse a lo que conocemos de inmediato. Todo el Universo es abarcado en esa frase y el Cosmos con sus astros obviamente también están considerados. A su vez, en función al grado de frecuencia de esa vibración, se conformarán las diversas manifestaciones en los diferentes planos. 

 

En la carta natal de una persona hay matices de vibración dialogando de un modo particular. Las particularidades de esas combinaciones serán posibles observarlas en los diferentes planos de manifestación. En lo que respecta al plano físico, dependiendo de múltiples factores a considerar, una opción posible es que decante en síntomas físicos. También es posible detectar matices de índole emocional en donde determinados circuitos aspectales en la carta natal diagramarán posibles reacciones en serie. ¿A qué me refiero cuando digo en serie? A que como son circuitos funcionales enlazados se manifestarán una y otra vez tomando diversas formas “aparentemente” inconexas. Y ahí está la clave de la cuestión y es que logres decodificar esa matriz que hace que reacciones de forma similar ubicándote generalmente en un mismo rol. En determinados aspectos de una carta es posible que descubras en qué rol sueles ubicarte en determinadas situaciones y cuál de los otros puntos de esos aspectos (los otros planetas involucrados en ese diálogo de planetas), lo “cedes” al otro con quien interactúas, siendo ese otro interno o externo. Ese otro interno es tu parte dividida que te atormenta, esa otra “voz” que contradice lo que por otra vía decides hacer o decir o lo que fuera que está en juego en ese momento. Esas “divisiones” internas que provocan desolación y desconcierto e incluso llevando al punto de la inacción, son posibles develarlas en tu mapa natal a través de lo que tengan que decir esos dioses representados por los planetas.

 

La vivencia de tu mapa estelar la vives fragmentadamente, esas energías están aparentemente enfrentadas y distanciadas entre sí según qué aspectos figuren en tu carta. Tal vez tu Mercurio esté en disputa con tu Saturno, Hermes en tensión con Cronos con lo cual habría que detectar qué cuestiones en tu vida desearías comunicar, si es que te has identificado con Mercurio, y tu otro aspecto en vos, representado por tu Saturno, te limita y te frena. Eso puede desencadenar profundas frustraciones al no decir lo que se piensa o no animarse a hacerlo. Obviamente que a ese ejemplo habrá que sumarle en qué signos se encuentran y en qué áreas de vida toman protagonismo. 

 

Entonces además de lo físico y de lo emocional, es fundamental también detectar cómo a nivel psíquico repercuten esas tensiones que tu mapa natal está orientando. Volviendo al ejemplo anterior, si jamás te has percatado que te limitas en tu modo de pensar y no dices lo que piensas, justificando tu forma de actuar con que lo tuyo no es hablar o que eres tímido o tímida, ahí lo único que lograrás es mantener esas energías en tensión en el mismo lugar, o sea, no habrá posibilidad de llevar esas energías a un nivel superior de evolución. En otras palabras, de lo que se trata es de que atravieses ese conflicto interno manifestado por ese aspecto, tomando cartas en el asunto. 

 

La información que propone tu mapa natal se ha cristalizado de una forma determinada, tus conflictos, aquello que te frena en tu vida, lo que te atormenta así como también lo que te deslumbra, está contemplado en ese diagrama. La propuesta no es solamente encontrar la relación mapa natal - manifestación en tu vida, a modo de confirmaciones que en realidad pueden servir para regodeo de los egos, el tema es dar un paso más y realmente proponerte tomar el toro por las astas y atravesar esos conflictos y frenos para forjar la persona que dices querer ser.

 

Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos en un próximo artículo. ¡Hasta pronto!

Carolina Capmany

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