Entre las acepciones que suelen hacerse respecto de la dinámica astrológica, está la que se relaciona a la carta natal como orientadora respecto a síntomas corporales y enfermedades.

El mapa natal recorre y describe los diferentes aspectos y realidades de una persona y su entorno. Esas áreas se las conoce como las casas astrológicas y a través de ellas, considerando en qué signo están emplazadas y los planetas que en ellas hay posicionados si los hubiere, es posible conocer los matices de los que habla esa área en particular. Esa descripción es muy genérica ya que es sabido que hay muchos más factores operando y que todo en suma brinda el particular “tono” de la persona. Sí es posible obviamente tomar esos datos base como primer acercamiento.

 

Cuando una persona está atravesando un proceso de una enfermedad, según el Dr. Hamer, médico alemán cuyo gran aporte fue en el siglo XX,  en realidad está viviendo una densificación de un estado emocional no trabajado. En sus investigaciones descubrió la gran conexión que existe entre la vivencia de una situación traumática a nivel emocional no resuelta y su posterior manifestación corporal mediante enfermedad. Incluso llegó a detectar un plazo de manifestación de un estadío a otro de entre uno a tres años.

 

Desde el punto de vista astrológico, es posible detectar en la carta natal aquellas áreas susceptibles de enfermarse ante esas situaciones tensas. A primera vista es interesante que se detecten aquellas zonas de tensión que en la carta se manifiestan por la interacción de determinados planetas, tomando en cuenta en los signos que se encuentran ubicados. A modo de ejemplo, un planeta emplazado en el signo de Capricornio o el planeta Saturno con aspectos duros tiene correlación con sintomatologías en la piel. Entonces si una persona detecta que es seguido que se le presenten síntomas en la piel (rosáceas, eczemas, brotes, etc) como primera medida tendrá que detectar en su mapa natal qué energías están involucradas y de allí comenzar un recorrido hacia atrás en pos de descifrar cuál fue la posible causa. Cuando se habla de afecciones en la piel estamos hablando de conflictos con tocar o ser tocado, bloqueos del placer (no solamente sexual), contacto con el mundo exterior. También es posible que se refiera a que la persona se siente rechazada, aislada. 

 

A su vez, y lo más interesante es que en esas energías involucradas y que en ese bloqueo emocional que generaron ese síntoma en particular, hay más información para develar. Al decodificar la emoción que está detrás y ubicar el hecho causante en la línea espacio - tiempo, habilita entonces el paso siguiente que es animarse a comprender qué detonó esa situación traumática. Si el motivo que provocó el trauma emocional fue una fuerte discusión con una persona muy querida, sería interesante develar qué palabras detonaron esa desalineación emocional, qué sucedió antes de esa discusión y principalmente, cuál fue el momento anterior. Tal vez te sorprendas al descubrir que muy en el fondo de tu parte hubo una intención de provocar a la otra persona, para que reaccione, para que se enoje y que luego derivara en lo que derivó. También es posible que lo que estoy diciendo te sorprenda porque cómo alguien va a querer producir una situación tan desagradable para que derive en síntoma. Sin embargo, el psiquismo humano tiene unos recursos y formas de expresarse que son difíciles de comprender a nivel consciente. 

 

Si a todo lo anterior le sumamos lo que desde el Hermetismo se plantea y es que todas las situaciones son generadas por cada uno de nosotros, entonces que logres descubrir qué hay en tu interior que detona situaciones que luego posiblemente deriven en que te enfermes implicará descubrir Tu mapa del tesoro. ¡Cuántas situaciones desagradables serías capaz de ahorrarte al descubrir de antemano lo que puedes evitar! El propósito de las consultas que brindo es orientar en la exploración de tu mapa para que encuentres Tu tesoro oculto. ¿Te animas a comenzar ese viaje?

 

Ojalá hayas disfrutado de estas líneas, nos encontramos en un próximo artículo. ¡Hasta pronto!

Carolina Capmany

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