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Revista Digital de El Quinto Hombre
NOTA EXCLUSIVA
OVNI EN LA LAGUNA DE COTE
UNA MIRADA HISTÓRICA A LA INVESTIGACIÓN DE UNA FOTOGRAFÍA
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DESDE COSTA RICA
Por Ricardo Vilchez Navamuel
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El primer análisis científico a la famosa fotografía de un OVNI en la Laguna de Cote en Costa Rica, fue realizada en 1979 por una organización pionera en el análisis digital de fotografía conocida en esos años como “Ground Saucer Watch” GSW y dirigida por William H Spaulding donde acudían en ese tiempo, muchos investigadores de ovnis para el análisis de fotos.
Todo comenzó en mayo de 1979, con una llamada de un colaborador del Departamento de fotografía del Instituto Geográfico de Costa Rica, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes a mi Estudio Fotográfico. Sabían que yo era fotógrafo y además, que investigaba el fenómeno OVNI.
Acudimos a sus oficinas mi hermano Carlos y yo como miembros de una organización que habíamos fundado junto con el Ing. Enrique Castillo Rincón y que durante el tiempo que estuvo operativa se conoció con el nombre del ICICE. Ya en el Ministerio, nos encontramos que tenían una secuencia de fotos aéreas de un sector de la Laguna de Cote y que efectivamente en una de ellas, tal y como me lo habían comunicado por teléfono, se podía apreciar un objeto de forma discoidal que no encajaba con la fotografía. En ese momento, la imagen era motivo de toda clase de dudas por la gente que trabajaba en ese departamento. El negativo de la foto era de gran formato y el objeto que aparecía ahí, indicaba que en el negativo podría tener medio centímetro. Creyeron en un momento dado, que la imagen del objeto, podía haberse producido por efecto de alguna gota en el proceso de revelado. Sin embargo revisaron el negativo y no mostraba señas de que eso hubiera ocurrido. Las especulaciones sobre el posible tamaño del objeto no se hicieron esperar y tomando en cuenta que el objeto parecía salir del Lago, calcularon que podría tener unos 80 metros de diámetro (una buena apreciación en ese momento).
El descubrimiento del objeto en la foto fue por casualidad, nada menos que 8 años más tarde a la toma, pues ésta había sido realizada en 1971. Naturalmente en el departamento de fotografía conservan todos estos negativos y como se acostumbra, alguien solicitó unas fotos de la zona y la gente del laboratorio en ese momento se percató de que había algo anómalo.
Nosotros en el ICICE conservábamos algunas fotos típicas de OVNIS pero no tenían los suficientes elementos como para que valiera la pena enviarlas a los Estados Unidos. En este caso en particular, la foto es perfecta para un análisis científico y digital porque posee elementos extraordinarios.
Algunos de éstos son: 1) La foto fue tomada con un equipo de alta calidad manipulada automáticamente, se tomó de día en la provincia de Alajuela el 4 de setiembre de 1971 a las 8:25 am y a tres mil pies de altura por funcionarios del Instituto Geográfico de Costa Rica del Ministerio de Obras Públicas y Transporte, que se encontraban realizando trabajos de cartografía desde un pequeño avión especialmente para esa labor. 2) La foto fue tomada desde el aire y hacia abajo, por lo tanto la perspectiva contiene muchos parámetros para hacer una evaluación más completa como son la altitud exacta con relación a la superficie, árboles, casas, caminos, la laguna, etc. 3) El método que se utilizó permitió obtener del mismo punto de la superficie varias fotos. Teníamos entonces una secuencia de 3 fotografías con intervalos cada una de 17 o 20 segundos. Así la foto 299 no muestra el objeto, la foto 300 es la que contiene al objeto y en la tercera foto de la serie, la 301 no captura al objeto, todo indica que el objeto estaba en movimiento; 4) muy importante, no existían motivos racionales como para pensar que la fotografía fuera trucada; al tomarse automáticamente descartamos una posible manipulación y 5) la foto es un documento oficial.
Así pues, a finales de mayo decidí enviarla a los Estados Unidos, específicamente a la GSW para que realizaran el análisis digital correspondiente pues en Costa Rica no contábamos con esa tecnología.
El primer análisis determinó los primeros datos:
1) todas las imágenes enmarcadas son extremadamente agudizadas, debido al tipo y calidad del sistema de lentes usados. 2) El test de distorsión de la distancia revela que todas las figuras situadas en el suelo tienen un grado más alto de distorsión que el “Objeto no Identificado”. Esto indica que el objeto no estaba siendo afectado por atmosféricos al mismo grado que las figuras en el suelo. 3) La imagen no se debe a ningún tipo de irregularidad del proceso. 4) La imagen aparenta ser estructurada (un objeto con substancia) y no un tipo de reflexión tenue. Hemos, con anterioridad analizado formas/imágenes con apariencia similar que se determinaron como reflexiones; sin embargo hay muchas diferencias dentro de esta fotografía que excluyen esta posibilidad.
Las primeras conclusiones a las que llegaron en este primer análisis fueron: Que la foto mostraba una imagen de buena fe de un “Objeto Desconocido” pero que no eran definitivas ya que faltaban algunos datos, mismos que fueron solicitados al ICICE. En respuesta a este análisis y a lo solicitado aportamos los siguientes datos:
1) tipo de cámara utilizado, 2) diafragmas y velocidades y 3) tipo de película. Aprovechamos para solicitarles que nos aclararan ciertos puntos en carta enviada y fechada el 16 de julio de 1979.
El 10 de octubre de 1979 recibimos un último análisis realizado por GSW aportando los siguientes datos:
1) Calculando el ángulo de declive (descenso) de periferia del Objeto no Identificado, da a la imagen una proporción aspectual (posición relativa) (de diámetro a altura) de 6 a 1.
2) El tamaño o dimensión del “Objeto no Identificado” fue calculado en aproximadamente 40 metros de diámetro, indicando una distancia mayor de la cámara de la que se estimó al principio. 3) El único detalle analítico negativo que encontramos en esta fotografía es la no-uniforme configuración geométrica del objeto no identificado. El borde no concuerda con el borde principal, el cual es definitivamente curvilíneo. Esto es debido a una de dos posibilidades: a) la reflexión que produce esta superficie o posiblemente el cubrimiento de una delgada nube que encubre detalles o b) la remota posibilidad de que “alguien usase una técnica de montaje, por medio de que, recortando una imagen de forma de OVNI (UFO) y re-fotografiándola en la foto aérea. Sin embargo, no encontramos evidencia evaluativa que apoyara esto. Conclusiones: “Imagen de buena fe de un Objeto Aéreo desconocido”. Hasta aquí este resumen de los primeros análisis que se hicieron con la “foto del ovni de la Laguna de Cote”.
Y comenzó la divulgación, se publicaron artículos en México, Alemania y aquí en Costa Rica. Después mi estimado amigo Juan José Benítez incluyó la foto dentro de la colección de 1000 fotos de OVNIS en tres libros que publicó y editó Planeta.
En 1979 en un Congreso realizado en Bogotá le entregamos una copia de esta fotografía al reconocido astrónomo e investigador, Dr. J. Allen Hynek, quien estaba muy emocionado en ese momento; lamentablemente no recibimos ningún análisis científico de parte de él.
En 1983 mi amigo el Dr. Gabriel Quesada estaba en USA y le envié las fotografías con la intención de que fueran analizadas en la Universidad de Kansas y le hizo llegar el material a la Dr. J. Barbara Anthony- Twarog profesor; física y astrónoma; quien a su vez, lamentablemente envió el material al señor Philip J. Klass, Presidente del CSICOP (The Committee for the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal) quién como él mismo lo declara en la carta que le envía a la Prof. Bárbara, no es un experto en el análisis de fotos. El señor Klass envía el material a Robert Sheaffer quien es el Vice-presidente del UFO Subcommittee de la organización que dirige Klass.
En un desafortunado apartado de la nota del 7 de junio de 1983, que le envía a la Prof. Bárbara, tratando de justificar la foto que tiene él para su análisis, Philip J. Klass dice:
“Otra posibilidad que se me ocurre a mi cuando noto que Ricardo Vilchez es profesional de fotografía y como investigador oficial de OVNIS en Costa Rica, es que; él podría haber estado a bordo del vuelo en cuestión, cuando se tomaron las fotos y no podemos descartar la posibilidad de que hubiera arrojado el ovni/objeto por la borda con la intención de obtener una de esas fotos”.
En otras palabras Klass insinúa que yo me “colé” en el vuelo y que pude haber arrojado un objeto/ovni para que fuera captado por la cámara del Instituto Geográfico de Costa Rica. Más tarde, para que no hubiera ninguna duda al respecto, solicité a este Instituto una certificación de que yo nunca he trabajado en ese lugar, posteriormente llevé la certificación al Ministerio de Relaciones Exteriores para que autenticaran dicha certificación.
Días después Robert Sheaffer le envía una carta a la Dr. Bárbara J. Anthony- Twarog donde afirma sin previo análisis: “y basado en que he estudiado muchas fotografías de ovnis, el objeto no es sólido sino más bien probablemente un reflejo de la lente”. La carta de la cual tengo copia, más bien parece un borrador no en limpio con faltas y borrones.
Posteriormente en el año de 1985 hicimos aquí en Costa Rica el “Congreso Internacional de los Grandes Misterios del Hombre”. Entre los distinguidos invitados se encontraba el Dr. Jacques Vallee y aprovechamos aquel momento, para entregarle en sus propias manos un juego de fotografías y copia de los análisis de la GSW en un sobre. Al recibirlo lo hizo con un procedimiento formal e inmediatamente cerró el mismo y lo firmó, de manera que la persona que lo abriera supiera que no había sido violentado.
Mientras, manteníamos comunicación constante con el Dr. Vallee, el 9 de noviembre de 1986 realizamos una visita a la Laguna de Cote ya que teníamos conocimiento de un nuevo caso OVNI. Ese día, visitamos al joven agricultor Ronald Alberto López Arrieta de 23 años y al señor Joaquín Umaña Alfaro de 40 años pues afirmaron haber visto un objeto (u objetos) en el agua propiamente con tres torretas. El suceso había ocurrido el 25 de octubre de ese mismo año en un día claro y despejado entre las 9:00 am y las 9:30 am. Explicaron que si el objeto lo hubieran visto en el mar, hubieran pensado que era un submarino. La Laguna estaba totalmente serena como un espejo y luego de que se hundiera o sumergiera se produjo muchas burbujas y oleaje. Como no obtuvimos ninguna prueba además de los testimonios, no podíamos hacer más investigación debido a nuestras propias limitaciones. Eso si, compartimos la experiencia con el Dr. Vallé, porque consideramos era pertinente.
El 10 de setiembre de 1989, recibimos mi hermano y yo una carta del Dr. Vallee donde adjuntaba el texto del artículo de él y del Dr. Richard Hines, analizando la fotografía de la Laguna de Cote en Arenal y nos informaba que el mismo había sido aceptado para su publicación en la Revista de Exploración Científica, conocida como Journal of Scientific Exploration o JSE.
En la carta nos decía: “que el artículo había sido revisado por varios científicos en los Estados Unidos, pero que sin embargo los datos no podían ser terminados hasta que no hicieran análisis de los negativos originales de las fotografías y que eso era lamentable, porque la imagen parecía ser una de las evidencias fotográficas más detalladas que respaldan la existencia de los objetos voladores no identificados”. Al mismo tiempo nos solicitaba tratar de obtener el negativo original del Instituto Geográfico de Costa Rica.
El artículo con el análisis científico consta de 7 páginas de textos y 4 con imágenes. Transcribo aquí tan solo una página de este primer análisis:
“De acuerdo con el señor Vilchez, la cámara utilizada fue una R_M_K 15/23. Los lentes podrían haber descrito un foco fijo y una distancia focal de 6 pulgadas. El tiempo de disparo fue de 1/500´s a f/5.6, los intervalos fueron fijados a 20 segundos entre exposiciones sucesivas.
La película utilizada era de emulsión de blanco y negro con una sensibilidad de 80 ASA. Esta película de grano fino produce un negativo de alta resolución dando una película fija, plana con una cámara de tiempo rápido de disparo.
El negativo fue impreso en película aérea de Kodak Safety, tipo 3665. La medida de la imagen 23 cms (529 centímetros cuadrados) mientras que la película base media 25.3 cms. por 23.8cms. Comparando el área de la imagen con la escala reducida del mapa topográfico indica que el negativo incluye una región de tierra midiendo aproximadamente 11.5km en un lado.
La siguiente información fue registrada en un lado de la película.
Cuadro opuesto: 909
Altímetro: 10.000 pies
Nivel de burbuja: Nivel aproximado
C= 152.44
Nr 21186
Hora: 08:25 a.m. hora local
Anotaciones: Anual
10.000 pies
4-9-71 (4 de setiembre de 1971)
R.L.B.
Escritura de mano entre el cuadro opuesto y la información arriba indicada es la anotación 300 L-11 M-13.
A bordo de la aeronave estaban 4 hombres; Sergio L.V. especialista en fotografía aérea, como también Omar A. (piloto), Juan B.C. geógrafo y Francisco R. topógrafo. Ningún miembro de la tripulación observó nada extraño durante el vuelo.
La imagen del disco: Resultado del análisis
Figura 4
La figura 4 es una ampliación fotográfica en blanco y negro (1) del contraste intermedio del disco, mostrando (a) una orilla oscura a través de la parte superior y la esquina superior derecha, la cual es la orilla de la imagen y la marca fiduciaria incluida para propósitos de medida (b) la línea de la orilla, también para propósitos de medida (c) y el disco elipsoidal. Esta figura está orientada en la parte de arriba hacia el norte.
Un número de características son valiosas de notar en la figura 4
Primero, la imagen del disco parece poseer protección contra luz y oscuridad lo que es típico de un objeto tridimensional el cual es iluminado por luz solar. En este momento y localización del acimut del sol estaba a 85.4 grados (en el sentido de las agujas del reloj desde el norte) y la altitud era 16.7 grados, lo que explica el desplazamiento lateral de la sombra de la nube desde la localización de la misma. (de la nube)
Segundo, la región triangular generalmente al lado derecho del disco no puede ser una sombra solar proyectada por la (supuesto) parte opaca del disco desde el lado derecho. Si el disco tiene una sección cónica de revolución opaca y plana (siendo la mancha oscura la parte del cono) y si el lado derecho está emboquillado hacia arriba, entonces la superficie entera del disco podría ser oscura. Es más probable que las regiones claras y oscuras sean superficies marcadas.
Más adelante dice:
Quinto, la imagen entera está en un foco agudo indicando que (a) el tiempo del disparo es rápido (b) el disco no se movía en relación con el fondo de la tierra, o ambos…
De igual interés es la dimensión máxima calculada del disco, si ésta fuera localizada en la superficie de la tierra a 10.000 pies de la cámara. La imagen de 4.2mm. de longitud es equivalente a un objeto de 210 m. en longitud o 683 pies. El objeto no puede estar más lejos.
Hasta aquí parte de este análisis que es traducción de la versión original en inglés. Ver completo en el siguiente link: http://www.scientificexploration.org/journal/jse_03_2_haines.pdf
Dada la necesaria solicitud del negativo original por Vallee, nos fuimos una vez más al Instituto Geográfico a solicitarlo; cosa complicada ya que estos vienen en rollos y había que cortarlo. Allí nos dijeron que la única manera de que sucediera eso, era que una universidad americana lo solicitara. Inmediatamente nos pusimos de nuevo en contacto con Vallee, quien hizo las gestiones necesarias para que de la Universidad de Stanford a través del Dr. Peter Sturrock enviaran carta solicitando los negativos originales. Con la carta en la mano, nos fuimos a la Dirección del Departamento de Fotografía del Instituto Geográfico, una vez más. Nos dieron los negativos en calidad de préstamo pues teníamos que devolverlos.
En febrero de 1990, recibí una nueva misiva del Dr. Richard F. Haines, diciéndome que había recibido los negativos originales que necesitaban y que lo agradecía mucho, pues podrían examinarlos bajo ampliación microscópica.
Poco después, el Dr. Richard F. Hines y el Dr. Jacques F. Vallee publican un nuevo artículo en Journal of Scientific Exploration, Vol. 4, No. I, pp. 7 1-74, 199, conocido como Photo Analysis of an Aerial Disc Over Costa Rica: New Evidence, donde entre otras cosas dicen:
“…Quinto, nuestro análisis del negativo original confirma nuestra especulación inicial de que la imagen del disco no es el resultado de una doble exposición, una reflexión, un montaje o cualquier otro tipo de falsificación…
…Séptimo, hemos examinado también los negativos correspondientes a 299 y 301 bajo diversas ampliaciones en la misma región del lago, donde se encuentra el disco.
Buscábamos cualquier tipo de alteración en la superficie del agua. No había ninguna.
En resumen, para nuestra buena fortuna de conseguir los negativos originales de las imágenes 299, 300 y 301 ha dado lugar a la confirmación de nuestras anteriores especulaciones, de que el disco aéreo en la foto es ciertamente anómalo. Mientras no pueda ser explicado, es por lo menos no identificado.
Hasta aquí algunas de las conclusiones del segundo análisis, tomando en cuenta para ello con los negativos originales de las fotos. Abajo un link donde pueden ver la publicación original:
http://www.scientificexploration.org/journal/jse_04_1_haines.pdf
A principios de abril de 1996, nos visitaron Antonio Huneeus reconocido investigador chileno radicado en USA y el Dr. Richard F. Haines, quien como vimos anteriormente, junto con el Dr. Vallee fueron los autores de las publicaciones difundidas en Journal of Scientific Exploration o JSE: la razón principal de la visita era inspeccionar la zona del Arenal, particularmente la Laguna de Cote, ya que el Dr. Haines la conocía muy bien a través de toda la documentación que se le había enviado.
Fuimos allá el 13 de abril junto con Edgar Picado, otro investigador del fenómeno OVNI en Costa Rica.
El Dr. Haines pudo entrevistar a algunos testigos de otros avistamientos en la zona y navegamos en la laguna hasta el punto de la vertical, donde podría haber estado el objeto aquel 4 de setiembre de 1971.
A partir de ese momento la fotografía del OVNI de la Laguna de Cote en Costa Rica, aparece citada en muchas partes, como una de las mejores pruebas fotográficas del fenómeno en el mundo, considerándose entre pocas como prueba dura.
Más tarde, tuve conocimiento que el Dr. Vallee había enviado la foto para que se hiciera un análisis en Francia, pero aún no tengo ningún documento que pueda respaldar esto.
DOS IMPORTANTES INFORMES CIENTÍFICOS INCLUYEN AL OVNI DE LA LAGUNA DE COTE:
1) El Informe Sturrock que aparece en 1997, producto de un taller o reunión de 4 días, entre el 29 de septiembre y el 4 de octubre de 1997 en el “Pocantico Conference Center”, en Tarrytown, New York y que es uno de los documentos más importantes del fenómeno OVNI hasta ese momento. Siete científicos que investigan el fenómeno OVNI presentaron una variedad de evidencia física donde demandaban fueran asociadas a los informes de los OVNIS, entre ellas: evidencia del radar, evidencia fotográfica, estimaciones de la luminosidad, rastros de la tierra, lesiones a la vegetación y efectos fisiológicos de testigos, entre otros. Además había un panel de revisión compuesto por nueve científicos de diversos intereses y un Comité director científico formado por 6 personas.
Sobre este informe, transcribo una parte de la nota aparecida en internet y escrita por Javier García Blanco, lo siguiente:
“Hace más de 25 años, el científico e investigador OVNI Jaques Vallée advirtió que, pese a las reticencias de la ciencia oficial, destacados científicos estudiaban en secreto el fenómeno OVNI. Los denominó "El Colegio Invisible" y aseguró que algún día saldrían del anonimato... Hace unas semanas, un comité integrado por reconocidísimos hombres de ciencia ha pasado a la acción presentando al mundo entero un estudio que demuestra la existencia de los OVNI´s.
A primera hora de la mañana del pasado 30 de junio llegó a nuestra redacción una sorprendente información: un grupo de científicos adscritos a diversas universidades norteamericanas y europeas había divulgado horas antes un extenso informe titulado Evidencias Físicas Relacionadas con Informes OVNI. Pocas horas después, MM obtenía el sorprendente dossier, claramente favorable a la existencia de los OVNIs.
En pocas horas, la trascendencia de este estudio universitario alcanzó insospechadas cotas. Tanto es así que el 1 de julio, Susan McClendon, portavoz de prensa de la Casa Blanca, se veía obligada a difundir un comunicado en el que aseguraba que "el presidente Clinton ya ha recibido el informe de las Universidades de Stanford, Cornell, Princeton y el MIT (Instituto de Tenología de Massachusset").
Según esta nota, científicos de talla mundial llevaban cierto tiempo presionando a la Casa Blanca para que el gobierno investigara los OVNIs de forma abierta y transparente. Así mismo, treinta congresistas ya habían mostrado su apoyo al comité. El magnate Laurence Rockefeller -responsable último del ya conocido como "Panel Sturrok"- se reunió con Clinton, su esposa y el Vicepresidente Al Gore para entregarle el informe.
El "Panel Sturrock"
De esta manera ha sido bautizado el comité de científicos que ha elaborado el polémico informe dedicado al fenómeno OVNI. La iniciativa, que ha sorprendido a la comunidad científica y ufológica, está dirigida por Peter Sturrock, astrónomo y profesor de Física aplicada en la Universidad de Stanford (EEUU). El profesor Sturrock es además presidente de la Society for Scientific Exploration (Sociedad para la exploración científica).
Adjuntos en la dirección del Panel se encuentran Von R. Eshleman, profesor emérito de la Universidad de Stanford, y el Dr. Thomas Holzer, del Observatorio de High Altitude en Boulder, Colorado.
El comité cuenta asimismo con un nutrido grupo de científicos de diversas nacionalidades, destacados investigadores en sus respectivos campos. Entre ellos se encuentran Guenther Reitz (Centro Aerospacial e Instituto de Medicina Aerospacial de Colonia, Alemania), Bernard Veyret (Laboratorio bioelectromagnético, Universidad de Burdeos, Francia), Charles Tolbert (profesor de astronomía en la Universidad de Virginia, EEUU) o H. J. Melosh (profesor del Planetario científico de la Universidad de Arizona).
Además, el informe ha contado con el apoyo y la documentación ofrecida por diversos investigadores OVNI, todos ellos de sólida formación científica. Nombres tan destacados en la ufología como los del Dr. Jaques Vallée, Richard F. Haines, Illobrand Von Ludwiger (Alemania) o Jean-Jacques Velasco (CNES, Francia) se encuentran entre los investigadores que han contribuido con sus informes a presentar evidencias físicas de numerosos sucesos ovni
acaecidos en diversos puntos de la geografía mundial.
Estos y otros científicos, asiduos colaboradores de la Society for Scientific Exploration y su órgano difusor, Journal for Scientific Exploration, son los componentes de tan audaz comité, que han arriesgado su prestigio profesional al dar a conocer sus investigaciones y conclusiones entre la comunidad científica.
Ver el informe completo en el siguiente link: http://www.scientificexploration.org/journal/jse_12_2_sturrock.pdf
2) El informe Cometa fue publicado el 13 de julio de 1999 bajo el título de “Los Ovni y la Defensa” (la portada de dicho informe es precisamente la foto de la Laguna de Cote, tal y como lo muestra la imagen) y es producto de un estudio que se realizó durante varios años por un grupo independiente del Instituto de Estudios Avanzados de la Defensa Nacional. O IHEDN, y por diferentes expertos en diversos campos. Este informe antes de salir al público, fue enviado al presidente Jacques Chirac y al Primer Ministro Lionel Jospin.
Cometa es una asociación compuesta por especialistas de las ciencias en general así como de oficiales superiores de la Armada e ingenieros. Sus siglas significan: Comité d’Etudes Approfundies (Comité de Estudios a Profundidad). La portada de dicho informe es precisamente la foto de la Laguna de Cote, tal y como lo muestra la imagen.
Podemos destacar del informe las CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES:
El problema OVNI no puede ser eliminado por simples dardos de espíritus cáusticos y desenvueltos. Desde la aparición del primer informe de la Asociación de Antiguos Auditores del IHEDN hace 20 años, el CNES lleva a cabo estudios serios, en estrecha colaboración con la Gendarmería Nacional y la Fuerza Aérea principalmente, a la vez que con otros organismos de Estado (Aviación Civil, Meteorología etc.). Estos estudios reagrupan otras investigaciones, emprendidas de manera más o menos discreta en el extranjero y esencialmente en los Estados Unidos.
Ellos demuestran la realidad física, casi cierta, de objetos voladores totalmente desconocidos, de extraordinarios sistemas de vuelo silencioso, aparentemente piloteados por inteligencias. Estos objetos voladores impresionan grandemente por sus maniobras a pilotos civiles y militares, que vacilan en hablar. El miedo a parecer ridículo, aislado, o simplemente crédulo, motiva esta reserva principalmente. Aparatos de origen terrestre (drones, aviones furtivos) no pueden explicar sino un pequeño número de casos. Retrocediendo lo suficiente en el tiempo, se percibe claramente los límites de esta explicación. Es forzoso recurrir a otras hipótesis. Algunas no pueden ser ni confirmadas ni rechazadas. No son ciertamente científicas y, ciertamente, es bien difícil estudiar científicamente fenómenos raros, fugitivos y aleatorios, cuando la Ciencia se basa sobre todo, en experimentos y su repetición. Sin embargo, el ejemplo de los meteoritos demuestra que este género de fenómeno puede, a pesar de todo, terminar por ser admitido por la comunidad científica.
Una sola hipótesis se hace cargo suficientemente de los hechos y, en lo esencial, no recurre a la ciencia actual: es la de visitantes extraterrestres. Emitida en 1947 por ciertos militares norteamericanos, es hoy en día conocida mundialmente, criticada por cierta elite, pero plausible. Científicos (astrónomos, físicos, ingenieros, investigadores) la han elaborado lo suficiente para que sea aceptable, en tanto que hipótesis, por sus pares.
Diferentes variantes plausibles de viajes de una o varias civilizaciones, de un sistema solar lejano al nuestro, han sido puestas a punto. Un modelo de técnicas Magnetohidrodinámica, que podría ser empleada por los OVNIS en sus desplazamientos en la atmósfera, ha sido llevada a un buen nivel de desarrollo. Otras manifestaciones de estos objetos han recibido un principio de explicación física (con fallas de automóviles, etc.). Los objetivos de estos eventuales visitantes continúan siendo desconocidos, pero deben ser objetos de indispensables especulaciones y de puesta a punto de posibles escenarios. La hipótesis extraterrestre es, lejos, la mejor hipótesis científica. No está categóricamente comprobada, pero existen a su favor fuertes presunciones y si es correcta, conlleva grandes consecuencias.
Roswell y la desinformación
La desaparición de los archivos y los torpes intentos de explicación de la Fuerza Aérea demuestran que los militares norteamericanos esconden algo importante sucedido en Roswell en Julio de 1947, al igual como ellos trataron de esconder sus experimentos con seres humanos relacionados con los efectos del Plutonio. La hipótesis de una nave extraterrestre, que se apoya sobre testimonios de calidad, no puede ser descartada. Para proteger el secreto, los dos tipos de desinformación, reductor y amplificadora, han sido utilizadas en el caso Roswell. Conviene señalar que la difusión de informaciones y análisis contradictorios, hechos por Ufólogos por ejemplo, pueden haber sido en efecto, inducidos.
Y después de esto hacen una serie de recomendaciones, entre ellas:
a) Informar a los encargados de tomar decisiones políticas, militares y administrativas, al mismo tiempo a los pilotos de aviones y helicópteros.
b)Reforzar los medios humanos y materiales de SEPRA.
c)Hacer tomar en cuenta la detección de OVNIS por los sistemas civiles y militares de vigilancia del espacio, que es necesario desarrollar por razones diferentes.
d)Crear al más alto nivel del estado una célula de enlace con SEPRA
Tres días después, la revista francesa VPS( del grupo GSPresse.Communication publica el informe en una edición especial de 90 páginas con el título: “Les ovnis et la défense: à quoi devons-nousnous préparer?” (Los ovnis y la defensa: ¿A qué debemos prepararnos?
Ver informe completa en el siguiente link:
http://es.scribd.com/doc/76614452/Ovni-rapport-Cometa
Ver la publicación de Cometa en youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=sV0vEdPGVws&feature=player_embedded#!
Después de estas dos publicaciones, la fotografía del OVNI de la Laguna de Cote en Costa Rica le ha dado la vuelta al mundo, no hay una publicación seria que no la mencione.
En diciembre del 2000 el Dr. Jacques Vallee se comunica con mi hermano Carlos y le anuncia que llegará al país en enero próximo para realizar una visita a la Laguna, pero antes quiere reunirse con nosotros y solicita no sea del conocimiento público ni de la prensa su visita.
El 16 de enero del 2001, en un hotel de Escazú nos reunimos el Dr. Vallee, su esposa Janine, mi hermano Carlos y yo durante más de 6 horas. Al día siguiente partiría para la zona del Arenal.
Finalmente, en el año 2003 sale a la luz un libro en papel que utiliza en la portada la ya famosa fotografía del objeto desconocido de la Laguna de Cote y editado por: Éditions du Rocher, una casa editorial francesa fundada en Mónaco en 1943.
Hoy, después de 30 años de haber iniciado la investigación y al terminar de hacer este recuento histórico, deseo expresar mi agradecimiento al Departamento de Fotografía del Instituto Geográfico del Ministerio de Obras Públicas y Transporte de Costa Rica, quienes siempre estuvieron dispuestos a colaborar y facilitaron todo para que nosotros, pudiésemos hacer las gestiones pertinentes en esta pesquisa.
Por Ricardo Vilchez Navamuel
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