Revista Digital de El Quinto Hombre

Pocas palabras. Solamente las que nos impone el deber de informar. El Sábado 25 de Agosto de 2012 el mundo recibía consternado la noticia de la muerte de Neil Alden Armstrong, el héroe lunar, el arquetipo del explorador, “de este mundo y los otros”, como diría nuestro Jorge Luis Borges. El hombre que el 20 de Julio de 1969 reunió a millones de seres humanos frente a sus televisores para ser testigos de la hazaña más grande del ser humano: habíamos dejado nuestra cuna, la Tierra, para marcar nuestra impronta en otro astro; cercano, es cierto, pero otro astro, lo cual no disminuye la hazaña.-
Este gran hombre había sido elegido por la historia para llevar a cabo la empresa. Valiente, decidido, capacitado y emprendedor como buen leonino (5 de Agosto), Armstrong  ya había sorteado una difícil prueba, cuando tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia con su nave Géminis VIII en Marzo de 1966.-

Este hecho histórico permitió que nuestro profesor FABIO ZERPA lo conociera a Neil en aquella mítica conferencia de prensa en el Plaza Hotel de Buenos Aires, en 1970, ya que el astronauta quería conocer al INGENIERO LUIS FERRO, del pequeño OBSERVATORIO ADHARA  de San Miguel, en las afueras de Buenos Aires. El quería conocerlo porque “le había salvado la vida”.

El ingeniero Ferro fue el único hombre que vaticinó una explosión solar en el  momento del descenso de Géminis VIII en el Océano Pacifico; ningún observatorio astronómico o radioastronómico del mundo lo había hecho; al enterarse Neil dentro de su capsula espacial, empezó a repasar el descenso manual para el amerizaje, lo que le permitió llegar a Tierra sano y salvo. Su sonrisa fuera de la capsula, ya amerizada, con la mano en alto, y con su hazaña producida, decidió a la NASA que fuera el hombre que descendería en la Luna en 1969.

 
      Neil A. Armstrong en Marzo de 1966, misión de acople Geminis VIII/cohete Agena

Trabaron amistad Neil y Fabio, ya que interesado en el mundo subterráneo, dentro del intenso dialogo que tuvieron, le hizo conocer a JUAN MORICZ, el antropólogo húngaro-argentino que descubriera en Ecuador, ahora de Perú, la CUEVA DE LOS TAYOS, adonde llegó Neil con una comisión inglesa de investigación, para ver esa puerta al mundo subterráneo andino.

EL HOMBRE QUE VISITO EL ESPACIO EXTERIOR SE SUMERGIO EN EL MUNDO INTRATERRENO; ese era Neil Armstrong, el profesor universitario, profundamente investigador.

Hace muy pocos meses recordábamos en nuestra revista el nuevo aniversario de la misión Apolo XI, e incluíamos un fragmento de un reportaje que le realizaran en el mes de Marzo, en donde Armstrong habló de los temores que le despertó en su momento la misión. Fue un auténtico “super héroe”, pero con sus miedos y dudas, como todo ser humano, nada más y nada menos que un ser humano…

El Comandante Armstrong ha emprendido un nuevo viaje, el definitivo, al MAR DE LA TRANQUILIDAD, ha pasado la frontera de lo conocido para ir más allá, a lo inexplorado, a la región que tarde o temprano todos tendremos que ir a explorar…

Adiós querido Neal, “Brazo Fuerte”, mientras quede un ser humano en nuestra casa el planeta Tierra, tu hazaña será recordada por siempre…