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Revista Digital de El Quinto Hombre
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UNA JOYA DE LA LITERATURA METAFISICA: "EL SECRETO DE LOS ANDES"
EL DISCO SOLAR DE ORO DE MU
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Por BROTHER PHILIP (HERMANO FELIPE)
Por gentileza de EDITORIAL KIER, Buenos Aires
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Lemuria es el nombre de la última parte del gran continente de MU que existía en el Pacífico. La verdadera destrucción de Mu y su subsiguiente hundimiento en el mar empezaron 30.000 años antes de Cristo. Esta acción prosiguió durante muchos miles de años hasta que la última parte del antiguo Mu, a la que se conoce con el nombre de LEMURIA, también quedó sumergida en una serie de nuevos desastres que tuvieron fin entre 10.000 y 12.000 A. de C. Esto sucedió justo antes de la destrucción de Poseidonis, el último resto del continente atlántico, ATLANTIS. El Señor Aramu-Muru (el Dios Mer) fue uno de los grandes sabios lemurianos y el Guardián de los Rollos durante los días de la condenada Mu…
El Señor Muru, como uno de los maestros de Lemuria, fue delegado por la Jerarquía para llevar los rollos sagrados que estaban en su posesión junto con el enorme Disco Solar de oro a la zona montañosa de un lago recién formado en lo que ahora es la América del Sur. Allí guardaría y mantendría el foco de la llama iluminadora. El Disco Solar era guardado en el gran Templo de la Luz Divina en Lemuria y no era un mero objeto ritual y de adoración, ni tampoco sirvió posteriormente a este solo propósito al ser usado por los Sumos Sacerdotes del Sol entre los Incas del Perú. Aramu-Muru partió hacia la nueva tierra en uno de los plateados y ahusados navíos aéreos de aquella época…
El gigantesco Disco Solar de Oro estaba sujeto por cuerdas del más puro oro en un santuario situado en el Templo más importante de la Luz Divina de la Madre Patria de Mu. Frente al Disco, sobre un altar, que era un pilar tallado en un bloque de sólida piedra, resplandecía la eterna Luz blanca de la cristalina Llama Maxin, la Divina Luz Ilimitada de la Creación. Alrededor del año 30.000 A.C. la Luz Maxin se apagó en el Altar a causa de la maldad de algunos sacerdotes-científicos del Gran Mu. El Disco Solar permaneció en su santuario, empero, hasta el momento de la destrucción final y de su hundimiento en el mar en 10-12.000 A. C.-
(Puerta de ARAMU MURU)
Ese Disco no era usado meramente como objeto de adoración, ni tampoco como la representación simbólica de nuestro Sol Solar. Era también un instrumento científico y el secreto de su poder provenía originalmente de las tinieblas del pasado en la época de la Raza de los Mayores. En parte, era un objeto de adoración porque se lo empleaba en los servicios ritualísticos del templo como foco o punto de concentración para aquellos que meditaban. Servía asimismo como representación simbólica del Gran Sol Central, o Sol Cósmico, el que a su vez, simboliza al Creador. Como instrumento científico se lo usaba conectado con un complejo sistema de espejos de oro puro, reflectores y lentes para producir la curación en los cuerpos de aquéllos que estaban dentro del Templo de la Luz. En verdad, esa era la razón por la cual se lo llamaba el Templo de la Luz Divina. Además de todas esas funciones, el Disco Solar era un punto focal para la concentración de calidad dimensional. Cuando el Disco era golpeado por un sacerdote científico, que entendía su manera de operar, establecía ciertas condiciones vibratorias que podían producir intensos terremotos y, si proseguían por mucho tiempo, provocar una modificación en la rotación de la Tierra misma. Cuando se lo hacía armonizar con el peculiar modelo de frecuencia de una persona, podía transportar a dicha persona a cualquier lugar donde quisiera ir con sólo crear la imagen mental del viaje. Era, por consiguiente, un objeto de transportación.-
El Disco Solar de Oro de Mu no estaba hecho de oro ordinario, sino de oro que había sufrido una transmutación, y tan sólido en sus cualidades que era un metal translúcido similar, evidentemente, al metal de los OVNIS a cuyo través es casi posible mirar.-
El Señor Muru trajo ese Disco consigo cuando viajó al LAGO TITICACA, y se lo colocó en el templo subterráneo en el Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos. Aquí, lo emplearon cotidianamente no sólo dos discípulos de vida, sino también los Maestros y los Santos de las Escuelas de Misterio de todo el mundo para ser tele transportados a la ida y a la vuelta y así asistir al Concilio o participar en alguna Ceremonia de Transmisión.-
Cuando los Incas arribaron al Perú, y en verdad llegaron porque no eran indios quechuas nativos, sino que provenían de una tierra situada al otro lado del Pacífico, establecieron una sociedad altamente espiritualizada encima de las ruinas de la gran cultura que había pertenecido al Imperio Colonial de Lemuria. Los Sumos Sacerdotes del Sol de Tawantinsuyo –nombre del Imperio Inca- construyeron su Coricancha o Templo del Sol exactamente encima de la antigua estructura que se remontaba a una época muy remota. En los antiguos archivos de su país natal situado al otro lado del Pacífico se habían enterado de la existencia del Disco Solar de oro de Mu y sabían que lo habían sacado del continente condenado y llevado a una nueva tierra donde el Señor Muru había fundado un Retiro Interior o Santuario.-
Una vez que estuvieron en el Perú, los Sumos Sacerdotes incas buscaron empeñosamente y durante mucho tiempo el Disco pero nunca fueron capaces de localizarlo. Empero, cuando llegaron al lugar en la Senda Espiritual donde podían usar el Disco en beneficio de todo su pueblo –los nativos, las tribus indígenas que habían sido amalgamadas en un imperio- como se acostumbraba en Mu, les fue ofrecido entonces para su uso diario en su Templo del Sol en Cuzco.-
En aquella época el Emperador Inca era un Místico Divino o Santo, y realizó un peregrinaje al Monasterio del Lago Titicaca, y allí Aramu-Muru, como Jefe Espiritual o Abate de la Hermandad, entregó el Disco al Emperador. Se impartieron órdenes para que varios Hermanos del lago lo acompañaran en su viaje a la capital del Imperio, Cuzco. Allí el Disco fue colocado en un santuario que habían preparado, y se lo mantenía sujeto con cuerdas de oro tal como se hacía en la antigua Lemuria. Aún hoy, los orificios por los cuales pasaban las cuerdas pueden verse en el convento de Santo Domingo en Cuzco, que fue erigido sobre el Templo del Sol pre-inca e inca…
(Convento de Santo Domingo, Cuzco, Perú)
Los incas llamaban a su Templo del Sol Coricancha, que significa Lugar de Oro o Jardín de Oro. Esto se debía a las magníficas figuras de tamaño natural de hombres, animales, plantas y flores hechas de oro que estaban en un verdadero Jardín de oro adyacente al Templo del Sol. Pero los científicos-sacerdotes llamaban al Templo Amarucancha. En algunas de las piedras de Santo Domingo aún se ven serpientes talladas (amarus) y debido a esta razón, dicen, algunos llamaban a ese Templo Amarucancha o Lugar de las Serpientes. Sin embargo, esta no es la verdadera razón. Amaru es una forma de Aramu, que es uno de los nombres del Señor Maru. En los Andes hay grandes serpientes que todavía se llaman amarus. El nombre del Señor Maru tiene que ver con la serpiente porque su título es similar al de otro maestro mundial, Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada del Imperio Azteca en México. Por lo tanto el Templo del Sol en Cuzco recibió su nombre de Amaru-Muru, jefe del Monasterio del Lago Titicaca, porque fue él quien les permitió por último tener el Disco de Oro en su Templo del Sol. Dentro del Templo mayor había templos menores o santuarios consagrados a la Luna, los Doce Planetas (estrellas) y a los Siete Rayos.-
La Hermandad de los Siete Rayos llegó a ser la fuerza rectora en la vida espiritual de los incas, y así aprendieron el uso del Disco en los antiguos códices dejados por los sabios pre-incas que eran colonos lémures. El Disco permaneció en el Coricancha en Cuzco hasta que los sacerdotes supieron que Francisco Pizarro había desembarcado en el Perú. Sabiendo muy bien lo que iba a ocurrir, sacaron tristemente el Disco de su santuario en el Cuzco y lo devolvieron a su lugar en el templo subterráneo del Monasterio. Los conquistadores españoles nunca lo descubrieron…
SOBRE EL AUTOR:
Brother Philip (Hermano Felipe) es el Maestro de la Hermandad de los Siete Rayos que transmitió este mensaje al médium y antropólogo norteamericano de origen serbio GEORGE HUNT WILLIAMSON (1926-1986), quien en 1957 tuvo oportunidad de conocer al investigador peruano DANIEL RUZO, incansable estudioso de la obra de NOSTRADAMUS y de la denominada CULTURA MASMA de MARCAHUASI, en Perú, a raíz de la cual surgió otro libro de su autoría, “Road in the sky”, no traducida al castellano. “El secreto de los Andes” fue publicado en inglés en 1961 por el sello Neville Spearman, y desde entonces se ha convertido en un clásico de la metafísica, la neo arqueología y el esoterismo, con numerosas ediciones en nuestro idioma a cargo de la Editorial KIER de Buenos Aires. Su contenido gira en torno a la antigua Hermandad de los Siete Rayos, de origen Lemuriano, y de cómo se han conservado hasta nuestros días sus enseñanzas espirituales y tradiciones a través del monasterio homónimo, ubicado en un sitio desconocido de la cordillera de los Andes, en el lado norte peruano del LAGO TITICACA. El libro contiene una serie de revelaciones transmitidas al autor por los Maestros de esta Hermandad sobre los cambios planetarios, que se están verificando en la actualidad, hecho más que destacable teniendo en cuenta que se trata de una obra escrita hace 50 años. Próximamente dedicaremos un trabajo a la vida y obra de este gran espiritualista, prácticamente desconocido en nuestro medio.-
Por BROTHER PHILIP (HERMANO FELIPE)
Por gentileza de EDITORIAL KIER, Buenos Aires |
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