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Revista Digital de El Quinto Hombre
EL EXPERIMENTO FILADELFIA
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Por Ludwig Sullos
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Buscando en Internet bajo el mismo nombre, o bien "USS Eldridge", se puede encontrar algo de información respecto a un experimento, muy famoso en un tiempo. La marina de los EEUU niega la existencia de este experimento, así como niega a los avistamientos de OVNIs y, por lógica, la existencia de todos sus proyectos secretos.
Antes de abordar el tema de lleno, es preciso dar una explicación previa a algo muchas veces mencionado, hasta trillado, con tintes esotéricos y muy poco comprendido: la "cuarta dimensión". ¿Qué es la cuarta dimensión? Esto se debe explicar paso a paso. Si usted es reacio a las matemáticas, lo que sigue no le gustará. Dios imaginó (creó) el Universo y a nosotros, los seres conscientes, en base a las matemáticas. Negar las matemáticas es negar a Dios. Eso sí: ignoramos la mayor parte de la Matemática.
Una dimensión es una línea. O sea, una línea tiene una sola dimensión: largo. Desplazando la línea en sentido perpendicular a sí misma, se obtiene un plano, que ya tiene dos dimensiones: largo y ancho. Desplazando el plano en sentido perpendicular a sí mismo se obtiene el espacio, que tiene tres dimensiones: largo, ancho y alto. Hasta aquí es trivialmente simple y comprensible. Es visualizable.
Desplazando el espacio perpendicularmente a sí mismo… ¿Cómo se hace esto? Nuestro cerebro está construido en base a solamente tres dimensiones, y no lo podemos visualizar. Para que se pueda explicar, es necesario crear un concepto similar, dando un paso atrás, o sea, una dimensión menos.
Imaginemos un mundo de dos dimensiones (2D; D = dimensión), un plano. Para mayor comodidad, imaginemos una mesa plana, extensa. Sobre esta mesa ponemos disquitos, como monedas, simulando los átomos de este mundo. Estos "átomos" solo pueden moverse en dos dimensiones, sobre el plano de la mesa, porque están sujetos a la misma por un campo de fuerza (esta vez la gravedad); pueden moverse, pueden chocar entre ellos, reaccionar. Pueden formar vida biológica y albergar conciencias (almas) que sentirán este mundo 2D como normal, pudiendo visualizar solo dos dimensiones (largo y ancho solamente). No tienen noción de que, en realidad, sus átomos tienen espesor también, que se extienden en la tercera dimensión (3D). Nosotros, los seres tridimensionales, sí lo visualizamos, pero ellos no. Para ellos los objetos (hechos de átomos-disco) son objetos tangibles que se mueven en dos dimensiones, sobre el plano de la mesa.
Si levantamos un objeto de este mundo de 2D por encima de la mesa, para ellos este objeto "desaparece". Lo podemos desplazar y colocar de vuelta a la mesa y para ellos "reaparece". Si lo ponemos encima de otro objeto sobre la mesa, los átomos de ambos deben hacerse lugar entre ellos y los dos objetos deben "entrefundirse". Por otra parte, para los objetos, desplazarse sobre la mesa implica fricción y un límite de velocidad; al levantar un objeto, estas fricciones cesan y, ya en el aire, pueden desplazarse a gran velocidad. Si hacemos vibrar un objeto en la tercera dimensión, levantándolo y colocándolo de vuelta a la mesa reiteradamente a cierta frecuencia, los seres de este mundo plano lo verán transparente, ya que solo estará parte del tiempo sobre la mesa (en su mundo 2D). Cuánto más tiempo del ciclo permanece el objeto por encima (movido en 3D) tanto más transparente lo verán los seres 2D.
Como el siguiente concepto auxiliar, imaginemos que la mesa se sustituye por un campo de fuerza especial que mantiene a los átomos-disco 2D en un plano, esta vez horizontal. Los movimientos en 3D pueden realizarse no solamente hacia arriba (como en la mesa) sino también hacia abajo. Finalmente, imaginamos que las leyes del electromagnetismo de este mundo hacen que, al polarizar eléctricamente objetos (conectándolos a una fuente de cierto voltaje), reciban una fuerza en 3D; o sea, al conectarse a una fuente eléctrica son presionados en sentido perpendicular al plano. Supongamos que los voltajes positivos presionan "hacia arriba" y los voltajes negativos "hacia abajo". Recordemos que esta vez podemos salir de este mundo, hacia 3D, en dos sentidos: arriba y abajo. Así, cada objeto electrificado generará como una loma, una protuberancia en sentido perpendicular al mundo 2D. Los seres de este mundo no lo podrán visualizar. Y, finalmente, supongamos que hay una tensión límite que es capaz de vencer la fuerza del campo que mantiene los átomos-disco en el mundo 2D. Una vez alcanzada tal tensión, se expulsa el objeto fuera del plano 2D y los seres de este mundo lo ven desaparecer.
Y ahora volvamos a nuestro mundo 3D, en que nacimos con cerebro de 3D. Devolvamos la tercera dimensión a todo lo de la reciente descripción y recuperamos nuestro mundo de 3D. Somos nosotros los que estamos "atrapados" en un campo que retiene los átomos en el espacio 3D. Tales átomos son de 4D, pero no lo podemos visualizar. Polaricemos un objeto a 2 millones de voltios de tensión continua (ignoro el valor exacto del voltaje de ruptura hiperespacial). Si no está sujeto a ningún otro objeto sin polarizar, saltará en 4D y desaparecerá. Esto ha sucedido muchas veces y los físicos ingenuos (yo, uno de ellos) no sabían lo que ocurrió. Nicolá Tesla tampoco lo sabía cuando lo vio ocurrir; él creyó que es un "método de hacer invisible a los objetos", pero es algo más. Este objeto impelido hacia la 4D puede arrastrar consigo otros objetos y "llevárselos" a la 4D. Si vuelve el objeto al desconectar la tensión de polarización, respiramos con alivio; si no, mala suerte, se fue para siempre, vaya uno a saber a dónde.
Ahora sí, tenemos una base para comprender (?) lo que pasó en el experimento Filadelfia. Nicolá Tesla inventó muchas cosas. Una de ellas es el motor asincrónico: los motores de corriente alternada. El mundo está lleno de ellos. También inventó la bobina-Tesla (por eso se llaman así) que sirve para generar tensiones muy elevadas, incluso del orden de varios millones de voltios.
Sucedió durante la segunda guerra mundial que el gobierno de los EEUU comisionó a Tesla para que desarrolle un sistema para hacer invisible a un barco. Al menos, invisible para el radar. Después de muchas pruebas de laboratorio, eligió un destructor de 1200 toneladas llamado USS Eldridge e instaló un equipo de megavoltaje. Consistió en una bobina-Tesla gigante alimentado por corriente alterna con su frecuencia de resonancia. En estos casos, la bobina genera alto voltaje a tal frecuencia. El voltaje era alterno, por lo tanto saltaba del valor máximo (pico) positivo al valor máximo negativo, en forma sinusoidal, a la frecuencia de resonancia. Esta frecuencia creo que era del rango de banda baja de audio, o sea, en el rango entre 100 y 1000 Hz (ciclos por segundo). Creo que alcanzó bastante más de 2 millones de voltios. Usó 3000 válvulas de vacío para salida de potencia de transmisor de radio y obtuvo 300 kilowatios, suficiente para crear un campo eléctrico de megavoltaje que rodeara el barco. Y, fuera del puerto de Filadelfia, activó el sistema (1943, octubre).
Cuando el voltaje llegó a la ruptura de 4D, comenzó el infierno. El campo de la bobina envolvió buena parte del barco y el material de éste ha sido sacudido a la frecuencia de la bobina, en sus valores de pico fuera del espacio 3D normal. O sea, de un lado al otro, "arriba y abajo" del espacio 3D. Cada vez que la tensión volvía a cero (dos veces en cada ciclo), el barco estaba en el espacio normal 3D, pero durante los valores máximos (valores de pico + y -) "se asomó a la cuarta dimensión" por decirlo así, de un lado y del otro del espacio 3D. En un momento dado, parece que saltó fuera del espacio 3D y entró en un espacio 4D donde la inercia es millones (quizás miles de millones) de veces menor y "saltó" varios cientos de kilómetros. Es decir, desapareció a la vista de los observadores. No era una teletransportación, solamente un deslizamiento rápido. Pero parece que, de algún modo, quedó algo en el lugar de origen que lo trajo de vuelta. Sería muy bueno saber qué fue este "algo".
¿Qué le pasó a los objetos sueltos sobre el barco? También estaban dentro del campo de la alta tensión. Al no estar sujetos al casco, cada uno se movió en 4D por su cuenta. Hubo varios objetos (y tripulantes) que simplemente desaparecieron para siempre. Otros reaparecieron lejos, muy enfermos. Y hubo cinco tripulantes que reingresaron en el espacio 3D en el lugar equivocado: en la estructura de hierro de la proa del barco, entrefundiéndose con el metal; para la suerte de ellos, murieron pronto.
Se dice que también hubo desaparecidos que reaparecieron en los años 1980. Parece que el tiempo también entra en el juego; no sé cómo. Pero por lo que yo sé sobre megavoltaje (en base a nuestros experimentos) lo de la desaparición, el deslizamiento y la reaparición con entrefusión del material, sí es posible (todo lo que ocurre es posible).
Ahora, surgen preguntas. ¿Por qué se interrumpió el experimento, por qué no continuaron investigando? La respuesta parece simple: ningún físico o ingeniero pudo dar la menor explicación de lo que pasó. Así que seguir pareció perder dinero, tiempo… y vidas humanas. Además, yo no creo que se hayan suspendido totalmente las investigaciones. Creo que las siguen en secreto, aunque ya no con barcos de 1200 toneladas, sino con objetos más bien menores. Pero los físicos siguen tan perplejos como en 1943, gracias a las teorías físicas del siglo 20.
Otra pregunta: si el fenómeno aparece al aplicar megavoltaje; ¿Por qué no se descubrió cuando se instalaron los conductores eléctricos de potencia (esas torres de alta tensión a campo traviesa) y se pasó el voltaje de ruptura? La historia de la conducción eléctrica a megavoltaje está llena de sucesos similares que tampoco se pudo explicar. Lo único que sabían es que no se debe pasar de 750 kilovoltios de tensión continua y de 500 kilovoltios de tensión alterna; mientras se respete estas restricciones, no hay problemas. Si no se respetan, aparecen problemas desconocidos e insolubles. Las compañías eléctricas quieren resultados, no desapariciones inexplicables. Tienen razón. Otro lugar donde se usa millones de voltios es en los aceleradores de partículas. Se han construido equipos (como los Van de Graaf) que generan 10 millones de voltios. Pero en estos equipos no hay ninguna pieza suelta que pueda moverse hacia la 4D. Además, cuando se habla de partículas de miles de mega-electrón-voltios, se refiere a la velocidad de la partícula; los aceleradores son mayormente magnéticos y por etapas sucesivas; no hay electrodos polarizados a megavoltajes.
La siguiente pregunta: ¿por qué no se investiga el fenómeno en más laboratorios con las precauciones de seguridad? Para empezar, generar más de un millón de voltios no es tan fácil ni tan barato. En toda la industria, se intenta trabajar con el menor voltaje posible. Los fondos para la investigación los da gente que no sabe de ciencia y se guían por dogmas. Además, las mismas teorías físicas están tan equivocadas al respecto que no saben dónde empezar. Esto lo demuestra la lamentable ineficiencia de la ciencia para controlar, por ejemplo, la gravedad. Cada vez que explicamos a científicos, por ejemplo, nuestras investigaciones de ionización del medio conductor de luz (en una publicación anterior "propulsión de los OVNIs" lo describí), dijeron que mentimos y estafamos porque es imposible hacer eso y ni vale la pena perder tiempo en tal investigación. Hoy las decisiones las toma gente ignorante en ciencias e influencia o intimida a los mismos científicos, que no se atreven a pensar algo diferente a lo que dictan los "dogmas" que, a veces, hasta tienen origen de orden político. Sin embargo, escribir esto así no es llorar por desilusión; hay muchos grupos de investigación que siguen en esta línea. El día de la sorpresa está cerca.
Y ahora sí, la pregunta principal: todo este conocimiento; ¿Es aplicable para fabricar naves espaciales? El movimiento del Eldridge, ida y vuelta, muestra que es posible. Pero hay que garantizar que los pasajeros sigan en la nave, sanos y que no se entrefundan con el casco. Y saber controlar el lugar y el horario exactos del destino.
Para llegar a volar con el fenómeno del movimiento en 4D, primero hay que dominar tal movimiento. O sea, qué voltaje, qué frecuencia; o bien, ¿tensión continua o alterna?; cómo aplicar los electrodos al casco de la nave. Y muchas otras cosas similares. Pero hay que dejar de lado los dogmas de la relatividad, sobre todo eso de que "no hay medio conductor de luz". Y acertar la correcta geometría del espacio 4D. Por ejemplo, hay una teoría según la que el espacio 3D es la "superficie" de una inmensa híper-esfera. Y cosas parecidas.
Se discutió que en varios avistamientos de OVNI se observó un halo de luz azul similar a la que envolvió al Eldridge durante el experimento. Yo creo que es simplemente la ionización del aire por el efecto del alto voltaje. El halo parece ser el efecto del alto voltaje, y su aparición en los OVNIs quizás solo demuestre que ellos usan algún equipo de alto voltaje (chocolate por la noticia) con el que perturban nuestros equipos al pasar.
Incluso si el experimento Filadelfia nunca existió, lo de la expulsión de objetos del espacio 3D sigue siendo válido. Es que ya hubo gran cantidad de desaparición de objetos con características similares, por ejemplo en presencia de rayos que sí "manejan" megavoltajes.
Una vez que desarrollemos esta tecnología (soy optimista) y logremos volar a sistemas solares lejanos, se realizará lo que hoy soñamos como "vuelo hiperespacial". Pero antes de sacar pasaje y saber que llegamos seguros al otro lado de la galaxia, creo que habrá una enorme cantidad de horribles accidentes por cada fenómeno de la Naturaleza que descubriremos penosamente, como pasó con la aviación. Tal parece que el primero de estos accidentes fue el experimento Filadelfia.
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