Revista Digital de El Quinto Hombre

 
EL MISTERIOSO HALLAZG EN LA TUMBA DEL PRÍNCIPE SABU

 
Informe de Guillermo Daniel Giménez
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Nos encontrábamos en El Cairo, Egipto. Pleno verano, mes de agosto, el Sol brillante en un cielo limpio y claro. El calor reinaba como todos los días, la temperatura alcanzaba los 46 grados y seguía subiendo. Habíamos desayunado en nuestro hotel, el Hilton Ramsés ubicado en uno de los lugares más lindos de la ciudad, frente al Río Nilo y a pocas cuadras del centro y del gran Museo, que ya habíamos visitado con anterioridad, pero le debíamos otra visita, allí miles y miles  de piezas inundan el mismo.

Estatuillas, sarcófagos, jeroglíficos, vajillas, barcazas, grandes tesoros como los de Tutankamón entre muchos otros, y también la Sala de las Momias, de los Faraones en otra planta del mismo. Allí vimos a Reyes y Reinas durmiendo en la eternidad, en una sala amplia y silenciosa.

Visitarlo es ingresar al pasado, donde miles de años atrás esta cultura faraónica reinaba. Nos imaginábamos la grandeza y el poder de los mismos. Algo que se “siente” al tocar estas tierras.

Ya habíamos ingresado a las Pirámides en la Región de Gizeh, la visitamos de día y de noche, comprobando allí la perfecta conexión estelar, navegamos por el Río Nilo, caminamos por sus desiertos, visitamos distintos Templos y ciudades por todo Egipto, ingresamos a Menphis y a Sakkara (ó Saqqara), el lugar de la primer Pirámide Escalonada, entre muchos otros lugares en todo el país. Vimos allí numerosas evidencias de una cultura muy superior, y grandes misterios que hoy la historia y ciencia oficial no lo dice.

Pero teníamos en frente nuestro otro objeto misterioso, en pleno Museo Egipcio que todo el mundo puede ver y quizá pase desapercibido frente a los centenares de visitantes que día a día recorren el lugar. Me refiero al Disco hallado en la Tumba del Príncipe Sabu.

Esta es su historia...

Fotografía del Museo Egipcio de El Cairo, Egipto
(Atrás se puede ver parte del Hotel Hilton Ramsés)
– Fotografía: Guillermo D. Giménez –



EL DESCUBRIMIENTO
Corría el año 1936 y algunas excavaciones se realizaban en la Región de Sakkara (ó Saqqara), lugar que visitamos ampliamente en medio de un calor impresionante, ubicado al sur de las Pirámides de Gizeh, ingresando al Templo de Zóser, lugar de la Primer Pirámide Escalonada.

 
 
 
Templo de Zóser, en la Región de Sakkara, Egipto.
Lugar de grandes descubrimientos arqueológicos
– Fotografía: Guillermo D. Giménez –



 

Allí era descubierto la Tumba del Príncipe Sabu, hijo del Faraón Adjuib (ó Adjib, ó Adyib) correspondiente a la I Dinastía, aproximadamente 3.000 años a.c. de acuerdo a los historiadores, aunque hoy la verdad nos demuestre que sería aún más lejano.
 
 
 
Localización de la Tumba del Príncipe Sabu (Nro.3111) en la Región de Sakkara
– Agradezco a: Tercera Vía –



 

Este gobernante figura como Primer Rey en la Lista Real de Sakkara, aunque su nombre fue borrado parcialmente por su sucesor. Manetón lo denomina Miebidos ó Niebais, y dice que reinó 26 años. Otros, como el Canón Real de Turín le aseguró 74 años. Adjuib ó Merbapén en la Lista de Abidos (ó Abydos).

Fue un período de algunas turbulencias y se le menciona a este gobernante que realizó diversas expediciones militares con éxito, siendo fundador de varias ciudades.

Según Manetón fue hijo del anterior Faraón y una de sus esposas fue Betrest, la madre de Semerjet, su sucesor. Datan de esta época algunas construcciones en Sakkara y en Abidos, y varios testimonios e impresiones reales.

Brian Walter Emery, destacado egiptólogo de la época y autor de Egipto Arcaico, 1961, se queda sorprendido al realizar estas excavaciones y hallar entre muchos utensilios del ajuar funerario, (siendo algunos inusuales objetos de cobre), en la Tumba del Príncipe Sabu (nro.3111) un objeto de 61 centímetros de diámetro y 10.6 centímetros de altura en la zona central, que parecía un gran disco fabricado en esquisto, una roca que requiere un tallado muy trabajoso.


 
 
 
Fotografía del  extraño disco hallado en la Tumba de la I Dinastía Egipcia
¿Quién desarrolló este objeto?

 

Para el egiptólogo ya citado, aún “…no se ha conseguido ninguna explicación satisfactoria sobre el curioso diseño de este objeto”.







EL DISCO DEL PRÍNCIPE SABU

Ubicado en la primera planta del Museo Egipcio de El Cairo, este objeto misterioso asombra ante quienes lo ven. Situado en una pequeña vitrina solitaria semejante a un disco ó una rueda de piedra, pero cuyo data corresponde a la I Dinastía egipcia.

Para esa época la rueda era desconocida, pasarían cerca de 2.000 años después durante la invasión de los Hicsos quienes introducen la rueda a Egipto, al final del Imperio Medio aproximadamente 1.640 a.c. según la historia oficial. De esta época data la aparición y uso de la rueda por parte de los antiguos egipcios.

¿Entonces?, ¿Cómo es posible esto?.

Este misterioso objeto muy similar a una rueda ó disco ó plato ó volante presenta tres cortes o palas curvas símiles a las hélices de una embarcación ó de una bomba, existiendo en su centro un orificio con reborde que sobresale como si fuera un receptor de algún eje de otro mecanismo desconocido. Estos tres recortes sugieren una posible inmersión de algún líquido durante su rotación.

¿Qué mecanismos existían hace 5.000 años atrás en el Antiguo Egipto?.

Para el egiptólogo Cyril Aldred quien estudió este misterioso disco, llegó a la conclusión que el diseño correspondía a la reproducción de un objeto metálico, de hecho mucho más antiguo.

Para la egiptología oficial este diseño representa una bandeja o el pedestal de un candelabro. Insólito, pero cierto.



Guillermo D. Giménez en la  Región de Sakkara, lugar del descubrimiento del extraño disco.
Atrás la primera Pirámide Escalonada.







UNA POSIBLE EXPLICACIÓN
Este misterioso disco descubierto en una Tumba de la I Dinastía egipcia, cuya data nos lleva  a más de 5.000 años  de antigüedad continúa intrigando a toda la comunidad de arqueólogos e investigadores que buscan la verdad acerca de la historia pasada egipcia.

Este diseño es sin duda una parte de un mecanismo hoy desaparecido, pero recuerda a algún mecanismo que regula la velocidad de una maquinaria utilizada en distintos campos.

Los ingenieros de Lockheed Missile & Space Company diseñaron un objeto muy similar a este disco durante la década de 1.970, utilizable para ahorrar energía en trenes de transporte o almacenar ésta en vehículos a propulsión eléctrica.

Otros ingenieros de la Airesearch Manufacturing Company continuaron estos estudios desarrollando un modelo que debía estar encerrado en el interior de una carcaza lleno de lubricante.

Fotografía del misterioso disco hallado en la Tumba del Príncipe Sabu, I Dinastía Egipcia,
Museo Egipcio de El Cairo, con una antigüedad de más de 5.000 años


Esta pieza era similar al disco hallado en 1936 en la Tumba del Príncipe Sabu en la Región de Sakkara.

¿Cómo es posible entonces que existiera esta pieza durante la I Dinastía egipcia?, ¿Para qué la utilizaban?, ¿Quiénes la construyeron?, ¿Qué otros elementos extraños faltan aún por descubrir?.

Preguntas y más preguntas aún sin respuesta.
 
 
 

Gráfico del misterioso disco. Este modelo es utilizado hoy por diferentes compañías para usos tecnológicos actuales.  La semejanza es sorprendente.

 


Queda allí ubicado en la primera planta del Museo Egipcio  este disco de esquisto, en una pequeña vitrina que refleja muy fuerte los rayos del Sol, por el cristal que lo cubre. Allí solitario duerme este enigmático objeto de más de 5.000 años de antigüedad, utilizado por los egipcios para ¿qué fin?, aún no lo sabemos.

Todos los visitantes que recorren el Museo pueden observarlo, pasando desapercibido para muchos el misterio que lleva el mismo.

Y así dejábamos África. Tomamos nuestro avión desde el Aeropuerto Internacional de El Cairo, Egipto, volando nuevamente a Europa pensando aún en la naturaleza de este enigmático disco, sumando de esta manera nuevos misterios al propio, que es la historia faraónica egipcia.