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Revista Digital de El Quinto Hombre
LA ÚLCERA
Por Jorge Esteban Cecci - Argentina
Nos ocupamos de un problema muy común en la sociedad actual,
principalmente ocasionado por el accionar de una bacteria llamada "Helicobacter
Pylori". Estados de nervios alterados muchas veces llevan a acelerar
su desarrollo y en especial la ingesta abusiva de medicamentos que afectan
la mucosa del estómago y del duodeno.
Los avatares y contratiempos de la vida actual derivan en muchos casos
en problemas de gastroenteritis, pero posteriormente y en oportunidad
de no ser atendidas estas dolencias en el tiempo debido, se traducen en
úlceras estomacales.
Si una persona siente acidez, dolor en la boca del estómago o
ardor, es conveniente que consulte a un gastroenterólogo para establecer
primero el diagnóstico y realizar luego el tratamiento que corresponda.
Cualquier otra anomalía en el aparato digestivo, como vómitos
o hemorragias por vía anal, requerirán también de
una rápida consulta con un especialista para evitar problemas más
graves.
Fuentes confiables de la Sociedad Argentina de Gastroenterología
(SAGE) indicaron que dentro de los que consumen antiinflamatorios no esteroides,
los más expuestos a tener problemas de úlcera son quienes
superan los 60 años. Ellos constituyen un grupo de riesgo de esa
patología si la ingesta es contínua y si tienen antecedentes
de úlceras, gastritis o enfermedades severas asociadas a las de
base, articular por ejemplo, por la que toman antiinflamatorios. Tal es
el caso de cardíacos, diabéticos o quienes presentan enfermedades
renales.
En lo que respecta al cigarrillo, por sí solo no provoca úlcera,
pero su consumo puede retardar la curación o favorecer una complicación
de la enfermedad.
En cuanto al alcohol, en los períodos agudos de la úlcera
(cuando el paciente tiene síntomas) lo más aconsejable es
no beber. Una vez pasada la etapa crítica, lo bueno sería
hacerlo con mucha moderación, lo cual significa solo uno o dos
vasos diarios de vino por ejemplo.
Tal vez los casos más infrecuentes de úlceras se producen
en los niños, aunque tampoco están exentos de contraerla.
Las causas que la producen son las mismas que en los adultos: inflamación
por la presencia de la bacteria Helicobacter Pylori, un aumento en la
producción de ácido clorhídrico o la ingesta de aspirinas
o antiinflamatorios no esteroides.
A todo lo expuesto habrá que agregarle que la bacteria mencionada
anteriormente (principalmente responsable de los casos de úlcera)
ya contaminó a la mitad de la población mundial y tal proporción
se mantendría en la Argentina, según un estudio epidemiológico.
El 48% de los que participaron de la investigación con edades que
van del mes de vida a los 50 años, tiene colonizado su estómago
por aquel germen.
En el grupo pediátrico la prevalencia del Helicobacter Pylori fue
de 15.7 por ciento, pero entre los adultos en general llegó al
55.9 por ciento.
Esto no significa que todos los que tienen la bacteria enfermarán
de úlcera, puesto que no es la única razón, pero
aumenta las probabilidades.
Como venimos detallando, los especialistas advierten sobre las consecuencias
nefastas de la ingesta abusiva de medicamentos que dañan la mucosa
del estómago y del duodeno.
Gran parte de la población consume aspirinas con suma frecuencia,
(algunos sin necesitarlas) como prevención de malestares diversos,
ignorando que ello puede traerle problemas digestivos, o no atendiendo
a los síntomas que sí se presentan en algunos casos.
El Quinto Hombre
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