Revista Digital de El Quinto Hombre

MUNDO SUBTERRANEO
¿HACE POSIBLE LA GRAVITACION QUE LA TIERRA SEA HUECA?

El libro LA TIERRA HUECA de RAYMOND BERNARD plantea la posibilidad que la Tierra, lejos de ser una esfera sólida como hasta la actualidad se supone, sería en cambio una esfera HUECA, basando esta hipótesis en las observaciones del Almirante BYRD realizadas en marzo de 1956.
De cuerdo a esta teoría, nuestro planeta fue formado por la solidificación de una masa esférica en fusión rotando en el espacio.
Esto produjo que la fuerza centrífuga ubicara los elementos más pesados en el exterior, formando así una corteza y dejando un hueco interior que se comunica con la superficie externa (nuestro mundo) mediante dos aberturas en los polos.
Por otra parte, el resto de la materia a alta temperatura quedó en el centro del sistema originando una especie de Sol interior.
Esto dio origen a un mundo interior habitado según el siguiente esquema

Figura 1

A este mundo se ingresa por los orificios polares cuyas dimensiones desconocemos, pero que para llevar a cabo este estudio diremos que su diámetro probable es 1800 km. En el polo Norte y 2000 km. En el polo Sur. En el Ártico se interna el Mar Polar Ártico a través del orificio Norte, mientras que el orificio Sur se halla en tierra firme. De acuerdo a esta teoría, esto explicaría el aumento de temperatura a medida que nos acercamos al polo pasando los 70 grados de latitud.

Comportamiento de la gravedad en el interior de este esquema.
Según Bernard, en este mundo interior la gravedad tendría un comportamiento similar al mundo exterior. Solamente habría algunas anomalías debido a la variación de la fuerza centrífuga a lo largo de la latitud interior. De acuerdo a esta teoría, el centro de masa de este sistema estaría dentro de la corteza solidificada de esta "TIERRA HUECA".
Esto explicaría la razón por la cual los mares y los ríos interiores se comportarían de la misma forma que los del mundo exterior.
Como vemos, la funcionalidad de este sistema fue desarrollada solamente mediante el enunciado de teorías basadas en el punto de vista de las leyes físicas de NEWTON.

Análisis matemáticos de los procesos gravitatorios en el interior.
En primer, lugar el centro de masa de un sistema de masa "M" distribuida, está expresado por la ley matemática (en coordenadas polares X, Y, Z):

Fcm = (ƒFdm) / M

En donde el vector F= F Cx, Y, Z (coordenadas polares). Para lectores no familiarizados con el cálculo integral, se puede plantear para un sistema de N masas m y considerando una sola coordenada X.
a)

Xcm =( x1m1+x2m2+···+xnmn)/ M

Donde x1 es la coordenada de la masa m2, etc., por lo tanto:

M = m1 + m2 +··· mn

Para un cascarón esférico como el de la Fig. 1, se puede ver que de la aplicación de la fórmula (a) que estando la masa distribuida en forma simétrica alrededor del eje de rotación por la fuerza centrífuga, el centro de masa debe estar por lo menos ubicado cerca del centro de éste, estando en el centro exacto en el caso de un cascarón esférico (en el Sol).
Esto significa que la hipótesis del centro de masa en el interior de la corteza del cascarón puesto que posee mayor masa que el Sol interior no es consistente al análisis físico.
Por otra parte, existe otro fenómeno asociado con la gravitación, siendo la atracción gravitatoria entre dos masas m1 y m2 expresada por la ley de Newton cuya fórmula es:

F12= G( m1 m2/ (r 1 2)**2)

donde m1 y m2 son las masas, r1 2 es la distancia que separa ambas masas y G es una (constante de CAVENDISN).
Aplicando esta ley se puede demostrar matemáticamente que la atracción experimentada entre un cuerpo de masa m1 fuera del cascarón de masa M es:

F 1 m = GMm 1/(r1M)**2

…..siendo r 1 M la distancia entre la masa m1 y el centro de masa M del cascarón orientada hacia el centro de éste, pero:

F1m = 0

…..dentro del cascarón.
Este resultado es válido para un cascarón perfectamente esférico. Si este no fuese el caso, se podría esperar que el campo gravitatorio interno ejerza atracción hacia el centro de masa, ubicado según lo expuesto en el interior del sistema, sobre el eje de rotación.
Por otra parte, la fuerza centrífuga de la Tierra no es suficiente para provocar un campo gravitacional por rotación.
Esto último se ve si se tiene en cuenta que la aceleración centrífuga está dada por:

ac= W**2·r

…para:

W = 2/24 horas = 2x3,1459/ 24 horas

….y: r = 6400 Km.

ac = 0,0337 m/Seg**2

La comparación con la aceleración de la gravedad en el Ecuador:
g = 9.81 m/seg.2 muestra que el efecto es muy pequeño para ser sustituto de la fuerza gravitatoria.
Un mundo con estas características implica un mundo sin gravedad, o peor aún con una atracción hacia el eje rotacional como lo indica la siguiente figura

Figura 2

Esto implica que los mares y los ríos atraídos por el centro de masa ubicado en el eje rotacional hacia el Sol interior.
Se podrían plantear diferentes posibilidades de acuerdo a la presencia o no de campo gravitacional en el interior del hueco.
En ausencia de campo gravitatorio, la masa estaría distribuida uniformemente en el interior, es decir que no habría "lecho" o piso.
En presencia de campo gravitatorio, la masa se distribuiría por todo el cascarón minimizando la energía potencial.
En el caso de tener un orificio en el Polo Norte como lo plantea Bernard en su libro, en medio del Mar Ártico (que estaría en estado líquido en ése lugar) el análisis precedente muestra que no es posible pasar suavemente del mundo exterior al interior sin notarlo, dado que dicho orificio provocaría la "caída" del agua del mar Ártico por el hueco hacia el interior (similar al desagote de una bañera). Suponiendo que se hubiera llegado a un estado de equilibrio, habría tierra firme alrededor del orificio norte.
Además la perturbación que el Almirante Byrd debió haber experimentado desde el punto de vista del cambio de gravedad, la aceleración gravitatoria hubiese sido lo suficientemente grande como para haberlo notado.
Pensar en un mundo interior con vida natural similar al nuestro exterior es imposible desde el punto de vista que la gravedad sería mucho más baja y esto suponiendo que el Sol interior cura el fenómeno de fotosíntesis imprescindible para la vida.

Conclusiones
Para finalizar debe puntualizarse que existe una serie de aspectos que no se han analizado, como por ejemplo, el estudio de los efectos climáticos; al tener un sector templado inmenso en una región helada (temperaturas de 70 grados centígrados bajo cero). Estos saltos térmicos tan abruptos, traerían aparejadas fuertes tormentas en la zona.
Otra cuestión seria considerar si la teoría del enfriamiento de la masa en rotación, necesariamente debe dar lugar a la formación de un hueco interior, por lo que vimos, la fuerza gravitatoria para masas planetarias son mucho mayores que la fuerza centrífuga calculada para este sistema de cascarón esférico.

Del resultado de este análisis se desprende que:
A) El campo gravitatorio en un mundo situado en el interior hueco de nuestro planeta, tal como lo plantea Bernard, sería muy pequeño y probablemente orientado hacia el eje de rotación.
B) No puede existir un orificio en medio del Mar Ártico. Esto solo sería posible en tierra firme (como se lo ubica en la Antártica) desde el punto de vista de la física.
C) La existencia del Sol interior no tiene lógica mecánica, ya que también se hubiese precipitado sobre la corteza por la fuerza centrífuga
Se podrían imaginar sistemas donde la gravedad se comporte en forma similar a la del mundo exterior, pero eso nos alejaría del concepto del sistema de la Fig. 1 y nos acercaríamos más al concepto de una cavidad subterránea similar a las naturales ya existentes en Ecuador.
Todo esto significa también que no podría existir un Sol interior y éste es muy importante para la vida en todas sus formas.

En resumen, con este trabajo no se pretende eliminar la posibilidad de la existencia de bases subterráneas de procedencia extraterrestre.
De hecho existen grandes bases militares de éste tipo pertenecientes a las grandes potencias. Pero si descarta el hecho que nuestra Tierra sea un sistema hueco que albergue en su interior a un mundo "viviente" similar al nuestro, el exterior.