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Revista Digital de El Quinto Hombre
ASI SE INVESTIGAN LOS PSIQUICOS EN ARGENTINA...
PSICOMETRIA: APRENDIENDO A LEER EL ALMA DE
LAS COSAS
Por Alejandro Parra
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"Hace muchos años, mi hermana menor tenía una amiga que vivía en Bernal,
en la Provincia de Buenos Aires, a quien fuimos a visitar. Era una niña
de diez años que tocaba el arpa. Cuando estábamos en su casa, de repente,
mientras ella estaba tocando, la veo toda mojada. Su rostro se había transformado
en un color violáceo, o morado. Me sorprendió. Me pregunté, ¿qué estoy
viendo, qué cosa extraña? Al momento, volví a verla violácea, y esta vez
el agua se venia hacia mis pies. Creí que se trataba del efecto del cansancio
de ese día, o el efecto de la música. Pero no dejó de inquietarme. Diez
días después, supe que la niña había muerto ahogada en una pileta." Carlos
García Barraquero es uno de los psíquicos argentinos, que, de vez en cuando,
deja el anonimato y decide prestarse a una entrevista periodística. Carlos
asesora a políticos y empresarios, e intervino en numerosos casos policiales.
También fue consultado por funcionarios del Gobierno de Carlos Menem,
durante diez años, pero no nos proporcionó mayor información al respecto.
Es bien claro que psíquico
no se hace, se nace. Y la mayoría de ellos, en su biografía, ya tienen
una larga historia de experiencias paranormales espontáneas -desde su
niñez- hasta que logran "controlar" de alguna forma sus habilidades parasensoriales.
Es el caso de Leonor Hernández, profesional de la educación y psíquica
de conocida trayectoria. Cuando niña, su padre, hombre de campo y dueño
de caballos de carrera, a menudo le consultaba para saber cual sería el
caballo ganador. No pocas veces subía a los hombros de sus padre para
que señale, entre la multitud, al equino que sería futuro campeón. "Mis
aciertos iban a menudo en contra de las probabilidades" -dice. Cierta
vez, el socio de su esposo los estafó. Ella sentenció diciendo "su casa
va a quedar bajo el agua"; aunque ella misma ignoraba el porqué de tan
enfática declaración. Pasaron muchos años hasta que ambos supieron que
aquel hombre había comprado una casa, en el interior del país, que quedó
sepultada y arruinada después de una tremenda inundación cuando, como
consecuencias de las lluvias, la casa quedó enteramente bajo el agua.
Los psíquicos a menudo tienen habilidades de predicción.
Lidia Chacón "percibe" una ráfaga de información cuando usa nombres y
fotos de personas. Su psiquiatra y analista, la Dra. Elena Liseaga, cuenta
que Lidia, durante un análisis, describió literalmente a la persona que
se había recostado en su diván minutos antes que ella, "es como si la
energía de mi paciente anterior hubiera quedado impregnada"
-cuenta Liseaga. Desde niña, Lidia tuvo experiencias intensas, por ejemplo,
la muerte de su propio padre; ella misma sostiene que sus impresiones
llegan en forma de vibraciones, corrientes de electricidad y otros signos
que puede identificar. En sus propias palabras "puedo adelantarme a una
enfermedad; apenas pongo mis manos sobre el nombre escrito de la persona,
comienzo a experimentar sensaciones físicas que la persona puede estar
sintiendo o los síntomas de una enfermedad futura."
Actualmente Carlos, Leonor y Lidia trabajan como psíquicos
en sus propios domicilios, aconsejando a personas. Consultan acerca de
qué hacer y cómo, cuando aparentemente no hay salida para sus problemas.
A menudo son también consultados por la misma policía. Leonor adquirió
fama, en 1985, cuando a pedido de los investigadores, intervino en el
crimen de la Dra. Cecilia Giubileo usando solo una fotografía de la víctima.
El caso fue conocido como uno de los crímenes más resonantes en las páginas
policiales. Pero, ¿acaso son todos honestos y desinteresados? Definitivamente,
no. Los tres condenan a sus "pares," cuando predicen, muy verborrágicamente,
eventos sociales que cualquiera puede deducir por los titulares de la
prensa o a los "horoscoperos" que sostienen afirmaciones tan generales
y ambiguas que le caben a cualquiera.
"Al principio de mi entrenamiento -confiesa Leonor-
hace más de quince años, yo necesitaba al menos treinta minutos de intensa
relajación, concentración, e ingresar en un estado de atención interna...
ahora las imágenes fluyen con más intensidad y rapidez apenas toco una
fotografía o sólo con el nombre." Pero, ¿cómo controlar si una declaración
que el psíquico hace es legítimamente paranormal o está basada en meras
deducciones, inferencias, o datos que se adquieren fácilmente por la forma
de vestir, caminar, hablar o escribir? Normalmente, los psíquicos ofrecen
su ayuda para la solución de problemas, por ejemplo, hallar a personas
desaparecidas. Además, la gente está más interesada en la cuestión de
cuán útil puede resultarles la aplicación de estas capacidades que en
explicaciones científicas. La gente quiere saber si debe consultar a un
psíquico por un determinado problema, o qué puede esperar del tratamiento
de un sanador paranormal. Este es un aspecto importante de la actividad
científica: ofrecer respuestas a la sociedad que no estén basadas en la
creencia o en el escepticismo, sino basadas en datos verdaderos de la
investigación.
El término "psicometría" describe
un tipo de percepción extrasensorial que permite a un psíquico, médium,
vidente, o sensitivo, recibir impresiones empleando un objeto físico como
inductor o instrumento para mediatizar información. Esto difiere de otras
formas de comunicación extrasensorial más cuestionables, tales como la
"lectura psíquica" cara a cara o la canalización de espíritus controles,
como lo practican los médiums espiritistas.
El término fue acuñado en 1842 por el Dr. J.Rhodes
Buchanan, Decano de la Facultad Ecléctica de Medicina de Covington, Kentucky,
antes del nacimiento de la parapsicología como ciencia. Hacia 1860 el
profesor William Denton, de la Universidad de Boston, publicó los resultados
exitosos de tests de psicometría realizados por su propia hermana, la
señora Ana Denton Cridge. El filósofo inglés F. W. H. Myers, uno de los
fundadores de la Society for Psychical Research de Londres, escribió en
su obra The Human Personality de
1906 que "los objetos que han estado en contacto con organismos conservan
las huellas de éstos, y a veces parece como si la naturaleza inorgánica
pudiera volverse luminiscente, por así decirlo, con la larga historia
de su pasado."
Los
estudios más extensos y metódicos empleando psicometría fueron hechos
por el médico alemán Dr. Gustav Pagenstecher, en la ciudad de México,
con la Sra. María Reyes de Zierold. Sus resultados fueron tan impresionantes
que Walter Franklin Prince, presidente por entonces de la American Society
for Psychical Research visitó México y publicó reportes adicionales. La
psicometría fue incluso tema para una graduación doctoral: Jules Hettinger
recibió su título de doctor en filosofía en 1940 por la Universidad de
Londres, por sus experimentos descritos en su libro
The Ultra Perceptive Faculty, donde el autor describe casos en los
cuales él mismo participó ya sea como consultante en sesiones mediúmnicas
o suministrando objetos ocultos para tres pruebas de psicometría que se
realizaron a 1.400 millas de distancia.
Estos
estudios van desde la evaluación de una sesión hasta estudios que involucran
muchos años y cientos de sesiones con psíquicos. El parapsicólogo holandés
W.H.C.Tenhaeff señalaba a los investigadores "la importancia de la persona
más allá del psíquico." En Argentina, aún son recordados los psíquicos
Ronaldo Warburton, María Amanda Ravagnan, y "Mister Luck", estudiados
por el célebre investigador argentino J. Ricardo Musso. El parapsicólogo
alemán Hans Bender también se interesó en la evaluación de los psíquicos,
como el holandés Gerard Croiset. Croiset había logrado una gran reputación,
entre otras razones, por sus éxitos para hallar personas desaparecidas.
Uno de esos estudios fue denominado la serie "Pirmasens", en la cual Croiset
hacía predicciones de una persona que podría ocupar una determinada silla
en una futura conferencia de parapsicología en Pirmasens. Bender quedó
bastante impresionado por los resultados. Estaba asombrado, aunque, como
decía a menudo, "es necesario hacer una evaluación estadística."
Un procedimiento
original para resolver el problema de la subjetividad para evaluar las
declaraciones de los psíquicos fue proporcionado por Douglas Dean, en
1972. Dean usaba declaraciones hechas por el psíquico acerca de eventos
futuros, pero a diferencia de Bender, Dean les pedía a los sujetos que
formulen preguntas acerca de eventos futuros que pudieran ser esperadas
en un lapso de 12 semanas, de manera tal que pudieran ser respondidas
por si o por no. Por ejemplo, alguien sin empleo pero que estuviera buscando
empleo podría preguntar: "¿Tendré
empleo de aquí a 12 semanas?" El psíquico respondía a todas estas
preguntas (285 respuestas de parte de 94 sujetos) basado únicamente en
sus propias impresiones paranormales. Dean también les pedía a los mismos
sujetos que adivinen sus respuestas. Entonces, 12 semanas después, los
sujetos nuevamente respondían, pero esta vez basados en una situación
real. Aunque se esperaba que los sujetos, que estaban más familiarizados
con su propia situación, fueran más capaces de predecir su futuro, esto
no ocurría así. El psíquico ganó este examen y obtuvo un alto puntaje
sobre un número de predicciones correctas. Es muy difícil diseñar un test
que satisfaga las condiciones para una adecuada evaluación estadística
sin restringir al mismo tiempo al psíquico. La mayoría de los estudios
controlados con los psíquicos no permiten la interacción con los clientes,
si bien tal interacción juega un rol importante en la práctica cotidiana
del psíquico. Tampoco es fácil eliminar todas las posibles fuentes de
error.
Desde hace tiempo, Juan Carlos Argibay y sus colaboradores
están embarcados en un proyecto que podría echar luz sobre el éxito de
los psíquicos y el fenómeno de la psicometría. "El Instituto de Psicología
Paranormal -dice Argibay- está desarrollando un proyecto de investigación
para explorar las principales características psicológicas y parapsicológicas
de aquellas personas que dicen poseer habilidades extrasensoriales." Argibay
coordina talleres, tanto para psíquicos como para personas que no poseen
ninguna habilidad ni ejercen como psíquicos. Los talleres son abiertos
y gratuitos para toda persona interesada. "Hemos estado convocando, mediante
la prensa y en TV, a toda persona que dice poseer tales habilidades -indica
Argibay-, personas que hayan tenido experiencias extrasensoriales espontáneas,
y personas creyentes que hayan o no tenido experiencias. A nuestro juicio,
la observación, medición, y registro de las características psicológicas,
como por ejemplo sus características de personalidad y sus modos para
funcionar, independientemente de sus aciertos extrasensoriales, nos va
a proporcionar información tan valiosa como la que surge de su evaluación
parapsicológica." Argibay entrevista a cada psíquico, sea en forma personal
o grupal, antes de iniciar los talleres, y obtiene de ellos su consentimiento
para iniciar los estudios.
Durante todo el taller, se emplean técnicas de relajación,
visualización, concentración, imaginación, entre otras técnicas mentales
provenientes de la meditación, el Control Mental, y la Yoga. Luego se
aplican varias pruebas parapsicológicas. "Es interesante -dice Argibay-
que los psíquicos usualmente emplean fotografías de personas, nombres
y objetos. Parece que estos elementos disparan impresiones mentales en
forma de imágenes, o símbolos." Durante cada encuentro, Argibay y sus
colaboradores explican la técnica que administrarán. En un tipo de prueba
emplean láminas que contienen fotografías con motivos intensamente emocionales,
convenientemente ensobradas y aleatorizadas. Los psíquicos tratan de describir
el contenido de cada sobre. Otra prueba consiste en usar nombres de personas.
Es sabido que el nombre de una persona parece "detonar" la PES de los
psíquicos. Durante el taller, Argibay y sus colaboradores seleccionan
personas que hayan completado previamente tests de personalidad, entonces
seleccionan características de personalidad específicas que se parean
cada una con otra opuesta. Por ejemplo, una persona sociable se parea
con una insociable, una rígida con una vivaz, etc. "Si el psíquico acierta
un número de características por encima de lo esperado por azar, es posible
presumir que su éxito se debe a que 'entró en contacto' (¿telepático?)
con la persona, a través del nombre" -sostiene Argibay.
La última prueba consiste en llevar a cabo una descripción
lo más completa posible de una persona empleando un objeto que ésta llevó
consigo durante quince días. Uno de sus colaboradores distribuye seis
llaveros a tres mujeres y tres hombres, a quienes Argibay no conoce. Luego,
éstos son devueltos al colaborador, quien a su vez lo entrega a Argibay
para distribuirlo a cada psíquico. Entonces los psíquicos tocan los objetos
para "entrar en contacto" con la persona a través del objeto y hacer una
descripción pormenorizada de sus características físicas, de personalidad,
y toda otra que el psíquico libremente sea capaz de proporcionar. Todas
estas declaraciones son grabadas en tapes. Según Argibay, la posición
teórica que subyace del presente experimento ha sido originalmente propuesta
por William Roll. Brevemente, la teoría postula que todo material posee
un campo psi; que los eventos
que ocurren en la historia del objeto dejan una huella en su campo psi;
que tales huellas son información almacenada que es re-codificada, bajo
ciertas condiciones, por algunos sensitivos, usando alguna forma de PES;
y que éstas huellas dan un "carácter e intensidad psíquica particular
de la persona (los dueños) y los eventos que han estado asociados con
la historia del objeto."
¿Cómo se evalúan todas estas declaraciones? Las declaraciones
son entregadas a los dueños de los objetos quienes, por su parte, desconocen
qué declaración les corresponde. Solo deben elegir una entre cinco, pero
solo una es la correcta; las personas deben otorgar un puntaje (1 es el
máximo y 5, el mínimo) a aquel que mayores coincidencias tiene para si.
Mediante este procedimiento -dice Argibay- no hay forma que la persona
"se ajuste" a las declaraciones del psíquico. El psíquico no tiene la
más mínima información acerca del consultante. Si el psíquico tiene éxito,
esto se debe a su habilidad extrasensorial indiscutiblemente, y no a otra
cosa."
Si la técnica resulta efectiva, es posible que estos
procedimientos ayuden mucho a estudiar las capacidades paranormales de
quienes dicen ser psíquicos y quienes realmente lo son. Por ejemplo, Argibay
y sus colegas están convencidos que su estudio les va a permitir comparar
los éxitos de los psíquicos entrenados con personas que han tenido experiencias
paranormales espontáneas, pero no ejercen como tales. También, comparar
el éxito de los psíquicos usando objetos tocados por otros con el uso
de fotografías y nombres de personas, dos de los principales procedimientos
que emplean los psíquicos. "Pero nuestros resultados son aún prematuros
para establecer algo consistente debido a varios factores" -continua Argibay.
"El problema es que no tenemos certeza acerca de la naturaleza de la 'energía'
que ellos sienten que está impregnada en el objeto; en definitiva, el
psíquico continúa siendo el mejor teórico de lo que experiencia fenoménicamente
cuando obtiene sus impresiones del objeto o del nombre."
Ni
aún el psíquico sabe cómo, pero funciona. En efecto, cuando el parapsicólogo
investiga al psíquico en realidad trata de ayudarlo a comprender la significación
de sus imágenes, sean auditivas, visuales o motrices, analizando las causas
de los errores, para sacar de ellos la experiencia. J.Ricardo Musso sostiene
que hay tres momentos en el proceso de psicometría: (a) captación, (b)
información, e (c) interpretación. La captación
es el proceso por el cual el psíquico se pone en comunicación con su objetivo,
y lo 'aprehende' por medio de su parapsiquismo. La información es el proceso por el cual esa aprehensión accede a la
consciencia del sujeto, ya sea transformándose directamente en una percepción,
o bien a través de su automatismo motor, sin pasar por su consciencia.
La interpretación es el proceso por el cual
el psíquico (o a veces el investigador), mediante el análisis de la información,
que se presenta muchas veces bajo forma simbólica, procura desentrañar
su real significado, esto es, el contenido latente que se oculta detrás
del manifiesto (como en los sueños).
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El
acceso de la captación a la mente consciente se cumple fundamentalmente
a través de imágenes y de la intuición. La palabra "intuición" se emplea
en este caso en el sentido especial de ideas no acompañadas de representaciones
ni de razonamiento previo. Las imágenes (alucinaciones) pueden ser visuales,
auditivas, olfativas, gustativas, táctiles o cinestésicas (de movimientos),
y según sea el caso, el sensitivo ve, oye, palpa o gusta el objeto motivo
de la captación. Otras veces experimenta sensaciones de andar, nadar,
flotar, etc. (cinestesia) que también traducen información sobre el objetivo
de la PES. En otros casos la imagen es de tipo emotivo, y el sensible
siente tristeza, o alegría, correspondiendo al estado emotivo de su persona-objetivo.
También puede sentir dolores físicos, o una sensación de malestar, si
lo que capta es, por ejemplo, una enfermedad. Los rabdomantes, por ejemplo,
sostienen entre sus manos una varilla en tensión. Cuando captan por PES
una corriente de agua sus manos realizan inconscientemente un pequeño
movimiento, y la varilla en tensión experimenta una brusca sacudida hacia
abajo. Con un poco de ejercicio el radiestesista aprende así a interpretar
estos movimientos automáticos. Algunos emplean un péndulo en la mano,
recorren mentalmente los distintos órganos de una persona, y descubren,
por los movimientos del péndulo, cuando en un órgano está localizada una
lesión.
Muchas
veces la información se presenta bajo la forma de un símbolo o de una
alegoría, y entonces se plantea el problema de la interpretación. Por
ejemplo, Musso dice que cierta vez presentó a una psíquica una caja herméticamente
cerrada que contenía una billetera de cuero de lagarto. Cuando le pidió
que describiera el contenido de la caja, la sensible hizo un gesto de
horror, y exclamó que allí había algo maléfico o embrujado. ¿Por qué?
Porque se le había aparecido la figura de una víbora o de un lagarto,
que cruzó ante su vista y desapareció. En este caso la captación fue correcta,
pues percibió que era algo relacionado con una víbora o lagarto. Pero
no interpretó que se trataba de un objeto confeccionado con ese cuero,
sino que, asociando conceptos condicionados por su creencia en los maleficios,
interpretó que se trataba de algo "embrujado."
CUADRO 1: ONCE CLAVES DE LAS "LECTURAS PSIQUICAS"
·
En general el vidente controla el encuentro en un grado mucho mayor que
lo que el cliente supone, de manera que el vidente selecciona tópicos
con los que el cliente se siente cómodo.
· Muchos
de los temas se refieren a necesidades básicas o a temores que casi toda
la gente experimenta, tales como si es fiel la persona a quien ama, la
estabilidad de un negocio, o problemas de salud.
· La
apariencia del cliente dice mucho al vidente acerca de su personalidad,
modo de ser, hábitos, etc.
· Los
clientes normalmente no están concientes de las reacciones no-verbales
que se ejecutan inconscientemente. E incluso el verdadero psíquico podría
no estar enterado de todo lo que realmente "sabe" con solo estar frente
a otra persona.
· Existe
una tendencia en los clientes a considerar todas las declaraciones como
correctas tratando activamente de buscar correlaciones porque desea que
la sesión sea exitosa.
· El
principal temor de un psíquico es el fracaso en su predicción. Puesto
que se siente seguro de la calidad de sus impresiones, tratará de evitar
todo tipo de discrepancias y disonancias.
· La
gente tiende a asignar más importancia y recordar mejor las declaraciones
correctas que las indiferentes o incorrectas. Hay un proceso natural de
selección de aciertos que parecen extraordinariamente significativos.
· Existe
la tendencia a atribuir un carácter paranormal a todas las declaraciones,
incluso se les da valor a las que, en una conversación normal, se les
daría poca importancia.
· La mayor
parte de las declaraciones son multívocas, esto es, tienen una variedad
de posibles interpretaciones, lo cual aumenta las probabilidades de ser
correcta.
· Los
clientes tienden a suponer que cuando un psíquico trata de obtener impresiones
paranormales, todos los procesos psicológicos normales quedan excluidos.
· Para
el cliente su problema en particular es único. Pero esto no se aplica
al psíquico. La mayoría de las preguntas y problemas que reciben son bastante
comunes.
CUADRO 2: ¿CREE USTED QUE ES PSIQUICO?
¿Cómo evaluar
mi capacidad para la psicometría? El web site Instituto de Psicología
Paranormal (www.alipsi.com.ar) tiene un interesante cuestionario que usted
puede completar si considera que algunas de estas experiencias le han
ocurrido. Nos interesan sus respuestas:
·
¿Ha tenido usted la sensación de captar mentalmente los pensamientos o
sentimientos a distancia de otra persona?
·
¿Ha tenido usted un sueño que tuviera relación con algún evento ocurrido
antes, durante o después del momento del sueño, sin tener previamente
conocimiento de ese evento o sin esperar que aquello ocurra?
·
¿Ha tenido usted, estando en una casa o en cualquier otro lugar, la impresión
vívida de captar mentalmente un evento allí ocurrido, sin tener previamente
conocimiento o sin indicio alguno que permita deducir algo de ese evento?
·
¿Ha tenido usted, estando en contacto con algún objeto, impresiones vívidas
sobre ese objeto (o sobre su dueño), sin tener previamente conocimiento
o sin indicio alguno que permita deducir algo de dicho objeto?
·
¿Ha tenido usted, conociendo por primera vez a una persona, impresiones
vívidas acerca de esa persona, sin tener previamente conocimiento de esa
persona o sin indicio alguno que permita deducir algo de esa persona?
·
¿Ha tenido usted la percepción visual de luz o luces, o campos de energía
alrededor del cuerpo de una persona, lo cual -hasta donde usted haya podido
determinar- no fuera debido a causas normales o naturales?
El Quinto Hombre
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