Revista Digital de El Quinto Hombre
LUG Y LUSINA: DIOSES ATLANTES
Por Lilia Giménez Azaña
La Humanidad y su historia han ideado modos y formas
para no ser olvidados.
Mensajes, leyendas, pinturas sobre piedras y lugares mágicos, nos dicen
constantemente de un misterio casi perdido pero aún vigente, por lo tanto
rescatable y descifrable.
Las antiguas civilizaciones enquistadas en la memoria de los hombres,
cuentan la misma historia: la de que llegaron a este mundo y entregaron
aquí los principios de una civilización, que luego, en su potente desarrollo,
desapareció, casi totalmente, en un exterminio cósmico.
Escritores, videntes, estudiosos, dan por cierta la historia de la Atlántida
perdida; la que una vez existió y se esfumo siendo víctima de su propio
progreso.
Pero es posible pensar que el continente no haya existido. Lo que sí
se puede afirmar con seguridad es que los mitos como son el del Edén y
el Diluvio Universal, se hallen en todos los grupos humanos, en todas
las creencias que encontramos alrededor de esta tierra. Esta simbología
y sus variantes, evocados por grupos humanos son el recuerdo de que alguna
vez existió un mundo mejor y que desapareció debido a la maldad de los
hombres que lo habitaban.
No resulta difícil establecer paralelos de mitos antiquísimos, tomando
de ellos los sucesos que les son comunes.
Hay dos secuencias míticas apreciables e identificables: la leyenda de
los Titanes y el mito de Osiris.
No haremos aquí un relato pormenorizado de ambos, pues resulta innecesario,
pero si estableceremos sus puntos de contacto.
a) Hay dos pueblos que son hermanos y enemigos entre
si.
b) Uno de ellos es colonizador y maestro.
c) El otro hermano vence en una primera lucha y dispersa
al enemigo por la tierra. En una segunda rebelión lo mantiene alejado
de sí.
d) Al haber descendiente en una próxima generación,
esta venga la injusticia y unifica y consolida al pueblo.
Esta corta explicación viene al caso. Existe la leyenda del mito irlandés
(céltico) de los Thuata-De-Dannan, relatado en una obra: el Leabhar Gabhala.
De este texto solo se conoce la versión proveniente del siglo IX, llegada
a través de los autores cristianos; por supuesto la fuente original es
muy anterior en el tiempo.
LOS THUATA-DE-DANNAN
Una vez transcurrido el Diluvio Universal, dos razas se enfrentan. Son
hermanas y enemigas. Se llaman los Fir-Bolg y los Thuata-De-Dannan.
Los Fir-Bolg poseen la magia negra. Los otros la magia blanca.
Luego de la guerra entre ambas, los Thuata-De-Dannan vencidos, comienzan
su peregrinación en pequeños grupos que rodean el mar Mediterráneo.
En su andar, contactaron con otros pueblos a los que brindaron no solo
sus enseñanzas sino también alguna parte de su magia. Este pueblo derrotado
tenia un dios: LUG.
Lug era amo del rayo y del trueno, maestro de técnicas de todo tipo,
sabedor nato de los misterios de la Naturaleza.
Bajo su protección y ayuda, los Thuata consiguen afincar y fundar cuatro
ciudades mágicas en la zona de la Europa Occidental. Estas ciudades eran:
Falias, Morias, Semillas y Flinas.
Estas cuatro ciudades fueron para el
reencuentro y organización de las fuerzas guerreras.
Así vuelven a luchar en Mag-Tured, justamente
en el sitio donde habían sido derrotados.
Pero algo ha cambiado. Ahora LUG tiene
como refuerzos cuatro objetos mágicos, provenientes de cada ciudad: la
Piedra del Destino, La Lanza Encantada de Lug, El Caldero Resucitador
de Muertos y La Espada Mágica.
Los Thuata, dueños de la victoria final,
obligan a los Fir-Bolg a esconderse entre cavernas, dispersándolos totalmente.
Luego reinaron con justicia y sabiduría sobre aquella remota Irlanda.
Todo es devenir, estos acontecimientos
coinciden plenamente con los esquemas más arriba establecidos, con los
otros mitos.
Ya ubicados en territorio español, los
indicios y señales surgen en lugares y formas constantemente.
Son ejemplos, Galicia que fue asiento
de uno de los símbolos mágicos de Lug: La Piedra Lia-Fail (Piedra del
Destino) y que, una vez pasado el tiempo, los historiadores reconocen
que este elemento llegó a Inglaterra nuevamente por la vía noroeste de
Iberia.
Mientras los Thuata-De-Dannan dan principios
tecnológicos legando hasta el Oriente medio, los Fir-Bolg aparecen como
la raza sedentaria y negativa.
LUG Y EL MITO DEL AVE
Más allá del significado ritual, la lucha
ha tenido lugar siempre entre los que han deseado resguardar el saber
y aquellos que desearon dar el conocimiento a todos los hombres.
Lug, como protector de los Thuata-De-Dannan
y hacedor de la victoria contundente, dio a sus pueblos una enseñanza
esotérica, aún teniendo conocimiento de las esotéricas que guardó.
Cuando los Thuata, quienes ganan tierras
una vez ocurrido el Diluvio, establecen un pacto de carácter mágico con
el pueblo llamado Foromé (dueños de los mares). Su rey se llama Balor,
da a su hija como esposa a un guerrero Thuata y de la unión nacerá LUG.
Este es el conductor del pueblo, un Mesías
esperado, maestro en todas las artes y ciencias, guerrero y amo. Por ello
enfrenta a su enemigo en Mag-Turad, donde consigue la victoria y el asentamiento
y consolidación de su pueblo.
Con este asentamiento ya definitivo de
su gente, Lug se convierte en patrono originario del saber y de la ciencia.
Luego, los hombres y el tiempo deforman
su verdadero origen y calidad, pero sin embargo a través de los topónimos
y símbolos hallados su imagen se renueva. Son ejemplos de las ciudades
de Luco, Lugo, Lugones, Lluch (en las Baleares) y Lusitania (hoy Portugal).
A su vez, Lug tuvo su mito femenino que
se llamo Lusina. Otros nombres se acoplan a ella: Leona, Lucena, Luceni.
LUSINA Y LUG se verán más claramente
después de las intervenciones cristianas. Es notable que los cristianos
poblaran justamente los enclaves considerados mágicos que habían sido
obra de este pueblo posatatlante. También son ejemplos: San Lorenzo, San
Lucas, San Lucio, Santa Lucia, y Virgen de la Luz.
Los pobladores beneficiados con su sabiduría
formaron su cultura.
Lug, dios y maestro, necesita su mitad
femenina y ella es Lusina.
LUSINA es un resultado, es conductora
y realizadora de las enseñanzas de LUG y además el contacto entre él y
los humanos.
LUG es aire y fuego, LUSINA es tierra
y agua.
LUG tiene como símbolos al cuerpo y al
perro, LUSINA tendrá el ave palmípeda y esta será la OCA.
LUG como divinidad benéfica, solo se
ocultará cuando llegue el tiempo de los poderes represivos (religiosos
y políticos). Existe, finalmente, un enfrentamiento entre lo exotérico
y lo esotérico y por lo tanto se producirá el contratiempo de la simbología
descrita.
Por esa razón el pájaro y la serpiente
son enemigos. Entre los Egipcios, el Ibis (palmípeda) fue sagrada, pero
hay que tener en cuenta que su alimento era la Serpiente del Nilo.
Por diferentes razones es fácil suponer
que los pueblos venidos del Océano, provistos de conocimientos superiores
pero limitados en su densidad, debieron unirse a los otros que existían
y debían entregarle parte de su sabiduría.
En el Leabhar Gabhala se habla claramente
de la estadía de este pueblo en Egipto, más tarde llegaran hasta el Sahara
de Marruecos, donde existe el oasis de Thuat.
En la península ibérica, provincia de
Huesca, los Mallos son grandes peñascos, alzados como dedos de arnisca
rosada. Esta suerte de menhires actúan sobre el clima de la tierra dónde
surgen. Se los considera protectores.
En general, se los encuentra sobre fuertes
corrientes de agua, cerca de balnearios o de las aguas termales. Este
fenómeno es constante y verificable en toda España.
Charpentier, lo refiere inmediatamente
a Marruecos. Hay zonas de estos Mallos en los que los campesinos declaran
que son benéficos y protectores, teniendo en cuenta que el agua que de
ellos esta cerca es enviada por Dios desde el cielo.
Hay una realidad mágica que encadena
toda la historia del hombre.
La realidad de la magia de los Atlantes
esta en sus obras. No solamente en los menhires y megalitos estratégicamente
repartidos sino en esas culturas ya históricas que crearon desde su llegada.
Ahí se origina la agricultura, las creencias astronómicas y las ideas
religiosas.
Pero la magia sigue existiendo. Ritos
y símbolos no han sido desplazados por el entorno religioso cultural.
Estos mágicos enclaves siguen allí, con su mismo y eterno misterio.
Esta es la historia de la guerra, el
largo andar desde Irlanda para llegar a Marruecos y Egipto. Los topónimos
y menhires silenciosamente atestiguan el paso de este Dios desconocido
casi, antiquísimo, rector y amo de su pueblo, quien entregó a otros su
sabiduría post-atlante, este dios: LUG-LUSINA.
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