Revista Digital de El Quinto Hombre
LOS
ATAQUES DE PANICO
El ataque de pánico es un trastorno de ansiedad.
La ansiedad es un fenómeno que se da en todas las personas y que, bajo
condiciones normales, mejora el rendimiento y la adaptación al medio social,
laboral, o académico. Tiene la importante función de movilizarnos frente
a situaciones amenazantes o preocupantes, de forma que hagamos lo necesario
para evitar el riesgo, neutralizarlo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente.
Por ejemplo, nos ayuda a estudiar si estamos frente a un examen, estar
alerta ante una cita o una entrevista de trabajo, huir ante un incendio,
etc. Sin embargo, cuando sobrepasa determinados limites, la ansiedad se
convierte en un problema de salud, impide el bienestar, e interfiere notablemente
en las actividades sociales, laborales e intelectuales. Puede limitar
la libertad de movimientos y opciones personales.
En estos casos no estamos ante un simple problema de "nervios", sino
ante una alteración. Existen varios tipos de trastornos por ansiedad cada
uno con sus características propias.
El ataque de pánico es un tipo de crisis de ansiedad muy intensa e inesperada
siendo la misma muy frecuente en la población general, y produce la mayor
parte de los síntomas por los cuales mucha gente consulta sobre todo a
los médicos de Atención Primaria (clínicos, cardiólogos, gastroenterólogos,
etc.)
Lo dramático es que desde la primera crisis de pánico comienzan a repetirse
síntomas inesperados de ansiedad.
ESTOS SON LOS SINTOMAS INESPERADOS
- Palpitaciones
- Sudoración
- Temblores o sacudidas
- Ahogo: dificultad a respirar
- Dolor en el
pecho
- Inestabilidad sensación
de desmayo
- Adormecimiento en partes
del cuerpo
- Hormigueos
- Escalofríos
- Mareos
- Calores
- Nauseas
- Molestias abdominales
Instalándose entonces el Trastorno de ansiedad por ataques de pánico.
Esta crisis tiene una duración de hasta 20 minutos y se repiten con frecuencia
habiendo casos de repetición en el mismo día y/o más aisladas.
EL MIEDO
Cuando se padece este desorden por ansiedad, aparecen también lo que
los psiquiatras llaman síntomas cognitivos:
- Sensación
de muerte
- Miedo
a morir en una crisis
- Miedo
a perder el control o a enloquecer
- Sensación
de salirse de uno mismo.
Instalándose un sentimiento que paraliza: el miedo a quedarse a solas,
a alejarse de su hogar, necesidad de estar acompañado por alguien de gran
confianza, que aunque no comprende lo que pasa "me puede ayudar". Esto
que se traduce en "miedo a tener miedo", y se llama "agorafobia".
No todas las personas tienen los mismos síntomas, ni estos la misma intensidad
en todos los casos. Cada persona, según su predisposición biológica y/o
psicológica, se muestra más vulnerable o susceptible a unos u otros síntomas.
Algunos de ellos solo se manifiestan de manera significativa en alteraciones
o trastornos de la ansiedad. En casos de ansiedad normal se experimentan
unos pocos síntomas, normalmente de poca intensidad, poca duración, y
son poco incapacitantes. La ansiedad normal y proporcionada, así como
sus manifestaciones, no pueden ni deben eliminarse, dado que se trata
de un mecanismo funcional y adaptativo. Se trata de saber convivir con
la ansiedad, sin perder la operatividad. Sin embargo, algunas personas
que han sufrido trastornos por ansiedad, sobre todo si han sido muy severos
o incapacitantes, estan tan sensibilizadas que tienen después dificultades
para tolerar la ansiedad normal, e incluso distinguirla de la patológica.
Consideramos que un diagnostico y tratamiento a tiempo, contribuye a
mejorar notablemente la calidad de vida y satisfacción personal.
La ansiedad es un acompañante normal del crecimiento,
los cambios, de la experimentación de cosas novedosas, y del hallazgo
de la identidad y sentido de la vida. Permite a la persona tomar las medidas necesarias para hacer frente a la
amenaza.
La ansiedad patológica es una respuesta inapropiada
a un estimulo en base a su intensidad o a su duración, se dispara de
forma imprevista en los acontecimientos triviales.
El Quinto Hombre
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