Revista Digital de El Quinto Hombre
LA LOGOSOFIA DA UN NUEVO RUMBO PEDAGÓGICO.
Por Marcelo Gómez Talavera
(Del "Instituto Logosófico
de Estudios Superiores")
Una clara exposición sobre la Logosofía, nueva
opción para una civilización que se agota en el crepúsculo de su decadencia.
La enseñanza logosófica destinada fundamentalmente a las jóvenes generaciones
se fundamenta en el conocimiento profundo del ser y apunta a elevar el
"estado de conciencia". Una disciplina esencial para comprender mejor
la vida cotidiana, el mundo y el universo.
Explicar en un articulo periodístico lo que significa Logosofía
es algo que escapa a mis posibilidades; para comprender esa dificultad
bastaría recordar que hace más de medio siglo que este movimiento humanístico
está en marcha y que en ese lapso se han publicado una enorme cantidad
de libros, revistas, y artículos cuyo contenido, lejos de agotar el tema,
no hacen más que ampliarlo.
Quizá la explicación buscada esté en la imagen que utilicé como
introducción a mi exposición: el 12 de Octubre de 1492 Colón descubrió
América. Un año después la mayoría de los españoles carecía de la menor
noción sobre lo que ello significaba.
Diez años después, tanto los españoles como el resto de los europeos,
ignoraban que se había abierto un mundo nuevo a las posibilidades humanas.
Es que los contemporáneos de los
grandes acontecimientos históricos no suelen ser protagonistas.
En aquella época los europeos estaban demasiado ocupados
en sus cosas para dar importancia a esos hechos fundamentales y hoy está
pasando lo mismo; los argentinos nos ocupamos de la deuda externa, de
la inflación, de los deportes o las carreras; todas estas cosas son importantes
-o pueden serlo- pero constituyen el árbol que impide ver el bosque. Dentro
de un siglo y medio nadie las tendrá en cuenta, pero las cosas trascendentes
que hoy suceden quizá ocupen el lugar correcto en la atención de la gente.
¿Y qué es lo que está sucediendo? De ello nos ocuparemos los logósofos,
tratando de llamar la atención de quienes siguen mirando el árbol sin
ver el bosque. Asistimos en la actualidad al
derrumbe de una civilización ya en total decadencia, pienso que esto
no requiere mayores reflexiones; todos los valores en que esta civilización
basó sus logros están en crisis; moral, ciencia, tecnología, religiones,
familia, riquezas, arte, nada deja de ser cuestionado.
Este es el fin de una era y por ende, el principio de otra. Para los
astrólogos se confirma el anuncio de la Era de Acuarius; para quienes
aceptan teorías relativas a los ciclos matemáticos de nacimiento, esplendor
y decadencia de las civilizaciones, las cifras manejadas parecerían confirmar
sus afirmaciones. Los anuncios del surgimiento del "nuevo hombre" o quizá
el "superhombre" y tantas otras nociones al respecto, modernas o antiguas,
parecían también tener razón.
Cada uno imagina o ha imaginado como será esa Nueva Era, cuales serán
sus valores; unos sueñan con la conquista del espacio, o con el advenimiento
de tecnologías fantásticas o con los viajes interplanetarios; quizá con
la influencia de seres de otros planetas.
Como suele suceder, la realidad supera a lo imaginado y, además, es totalmente
distinto a lo que se imaginaba.
Para los logósofos, la Nueva Era está desarrollándose desde hace
más de medio siglo, -desde 1930 para ser exactos-. ¿Puede definirse la
característica principal de esta nueva era?, no con la definición simple,
pero trataré de hacerlo; el hombre dispone ya de los elementos necesarios
para superarse a sí mismo, para conocerse internamente, para lograr un
desarrollo integral de sus posibilidades mentales, morales y espirituales.
Dispone también de los conocimientos, la técnica y el método para lograr
a través de su superación, penetrar en un mundo metafísico que lo rodea
e interpenetra influyendo poderosamente su vida.
Todo permite prever cómo ha de ser la Nueva Era; exenta de los
errores y horrores actuales, originados en las deficiencias psicológicas
que se han enseñoreado en las mentes humanas, la nueva civilización se
edificará sobre las condiciones superiores aún no desarrolladas del ser
humano. Dejarán de tener vigencia multitud de valores ficticios que hoy
aparecen como consagrados y en su lugar reinarán aquellos que, producto
de la evolución consciente de los individuos, los elevarán hacia nuevos
estados de consciencia.
Estas pocas palabras, debidamente aquilatadas, dan la importancia de
los cambios que se avecinan. Es fácil comprender que no puede abarcarse
tamaño cambio a través de la lectura de unas pocas líneas; ello requiere
estudios profundos, dedicación sincera y esfuerzos continuados pero todo
ello al alcance de quienes realmente se interesan por ser protagonistas
del cambio. Precisamente, nuestra principal actividad está encaminada
a brindar esos nuevos conceptos en forma totalmente altruista, ya que
por definición no puede lucrarse con el conocimiento logosófico, así como
tampoco se lo puede usar exactamente.
Quizá el aspecto que más pueda interesar es el relativo a la forma en
que los conocimientos son brindados a la comunidad del futuro a través
de la enseñanza.
NUEVO RUMBO PEDAGOGICO
La docencia argentina enfrente hoy las consecuencias de un
retraso evidente que abarca todos sus aspectos, económico, edilicio, y
fundamentalmente, conceptual. La escuela argentina obligatoria, laica
y democrática, baso inicialmente sus métodos en lo que nos transmitieron
países más adelantados en la materia. Fue una etapa de grandes avances
cuyos resultados enorgullecieron justificadamente al país, que prácticamente
había eliminado el analfabetismo y llego a colocarse en la vanguardia
de Latinoamérica en ese sentido. Paradójicamente, hoy que se asiste con
angustia a las comprobaciones del enorme retroceso experimentado, los
países hermanos que mayores esfuerzos realizan para perfeccionar sus métodos
de enseñanza, están logrando sus mayores resultados con la aplicación
de conceptos pedagógicos verdaderamente renovados y de origen argentino.
Con casi un cuarto de siglo de exitosa aplicación en escuelas propias,
con el reconocimiento de padres, egresados y autoridades gubernamentales,
la pedagogía logosófica ha
superado ya la etapa experimental y estamos ante una realidad concreta,
comprobada y comprobable.
Esta trascendente experiencia comenzó oficialmente en 1963, con la primera
Escuela Primaria Logosófica instaurada por Carlos Bernardo González Pecotche
en Montevideo; continuo con la fundación en Belo Horizonte y luego en
Río de Janeiro de otros tantos establecimientos educacionales. En todos
los casos, al completarse el ciclo primario se fundaron los correspondientes
colegios secundarios, que permitieron a los educados continuar el ciclo
completo asistidos por el mismo exitoso y original método.
La Pedagogía Logosifistica se fundamenta en el conocimiento -profundo,
completo, y eminentemente experimental- que la ciencia logosófica provee
sobre la constitución interna del ser humano. Este conocimiento, distinto
de lo conocido hasta hoy y muchas veces diametralmente opuesto a muchas
de las teorías que a tantos ensayos infructuosos condujeron, permite al
docente conocer su propia psicología y, por natural proyección de sus
educados.
Nuevos conceptos, totalmente originales, nuevas formas y métodos, proveen
una didáctica renovadora cuyos resultados permiten realmente afirmar que
se esta realmente en posición de la forma de educar eficientemente al
niño, proveyéndole los medios para lograr un desarrollo armónico y completo
de sus posibilidades, dotándole de los conocimientos necesarios para que
él mismo oriente luego su vida.
Todo esto es una realización que esta a la vista, que puede verificarse
y estudiarse; se dispone de los resultados para comprobarlos, se puede
hablar con los maestros, los padres, los alumnos, seguir su trayectoria
a través de casi un cuarto de siglo, medir su rendimiento posterior en
las universidades y hasta estudiar sus vidas privadas. Los docentes argentinos
tienen la posibilidad de investigar estas realidades.
Más que abocarse al estudio de innúmeras teorías cuyos resultados en
los países de origen no son precisamente alentadoras, pueden interiorizarse
de la realidad que aquí se presenta, cuya calidad y resultados pueden
ser verificados solo con tomar contacto con ella.
Podrá así "repartirse" un bien cultural argentino y ponerlo al servicio
de nuestra niñez y nuestra juventud.
El Quinto Hombre
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