Revista Digital de El Quinto Hombre

ECTOPLASMA: LA CIENCIA ACEPTÓ SU VALIDEZ

 

Por CAEFA (Centro Argentino de
Estudios de Fenómenos Anómalos)

 

¿Es posible comunicarse con el más allá? Mucho se ha hablado y fantaseado con sesiones de comunicación con espíritus de muertos, testimonios hay en abundancia, narraciones de sesiones espiritistas las ha habido a lo largo de la historia, pero todo el asunto de la comunicación con el más allá ha quedado sustentado en la credibilidad o incredulidad de la gente.
Sin embargo poco se sabe de la investigación de carácter científico que muchos investigadores serios y reconocidos han realizado sobre este asunto. En efecto, la Society for Psychical Research (Sociedad de Investigación Psíquica) de Inglaterra, fundada en 1882 por hombres destacados en ciencia y filosofía, establece como uno de sus principales objetivos la investigación de los llamados fenómenos espiri.
Muchos de sus miembros participaron durante años en diversas sesiones espiritistas con la médium más famosa de su tiempo, y si bien en muchos casos detectaron situaciones fraudulentas, es un hecho que la sociedad acabó por aceptar la existencia de fenómenos de carácter supranormal que no podían ser explicados por métodos normales o científicos.
La constatación de esos sucesos de origen desconocido hizo que muchos de los miembros de esta sociedad acabaran por aceptar el espiritismo como una prueba de la supervivencia después de la muerte; sin embargo, largas discusiones durante años no permitieron llegar a un acuerdo acerca de la existencia o no de un más allá. Los investigadores decidieron entonces limitarse a describir objetivamente sus experiencias realizadas bajo estrictos controles de observación y evitar sacar deducciones especulativas de los fenómenos espiritistas.

El caso que vamos a describir a continuación figura en las actas de la mencionada sociedad, como de relevante importancia no tanto por los fenómenos reportados sino por la amplia investigación realizada.
Además se presenta este caso de la médium Margery como único en su tipo, por la constatación fuera de dudas y sospecha de fraude, del fenómeno conocido como ectoplasma, o sea la emanación por parte de la médium de una sustancia de tipo orgánico con la apariencia de una mano viva.
No es que el fenómeno sea el más importante de su tipo, pues los ectoplasmas que se han observado han llegado incluso a conformar imágenes antropomórficas, pero como el investigador principal de ese caso aclara, nunca antes se había registrado bajo condiciones de investigación científica, y con la prueba de fotografías, un fenómeno de ese tipo.

EN COMUNICACIÓN CON EL ESPÍRITU DE SU HERMANO.

La fama de la médium Margery (cuyo nombre original era Mina Stinson Crandon, casada con un destacado cirujano de Massachusetts, USA, hija a su vez del presidente de la Boston Ethical Society) se había extendido en los años veinte por todo el mundo de la investigación paranormal.

Desde muy joven comenzó a tener experiencias psíquicas junto con su hermano Walter, que como diversión solía levitar sin tocarla a plena luz del día con la presencia de testigos. Walter murió trágicamente arrollado por una locomotora, y cuando su hermana desarrolló su mediumnidad, la primera comunicación con el más allá fue con el supuesto espíritu de su hermano. Desde entonces "Walter" estuvo presente en todas sus sesiones.
El primer investigador que analizó el caso de Margery fue el Reverendo Stainton Moses, miembro de la mencionada sociedad, quien reportó una variedad de fenómenos que se sucedían en la presencia de esta médium, tales como ruidos que a través de un código establecido por los presentes llegaban a establecer diálogos en forma de clave morse; luces de pequeño diámetro, brillantes y de extraordinaria movilidad; olores de esencia de muchos perfumes; sonidos musicales, campanas de relojes; escritura automática en varias lenguas extranjeras; el aporte (o aparición) de rosas, e incluso de imágenes vivas; movimiento de objetos y del mobiliario y otros muchos. Pero no fue así a mediados de los veinte cuando el reporte de 160 páginas presentado por el investigador E. J. Dingwall sobre 29 sesiones, realizadas en la ciudad de Boston, durante los meses de diciembre, enero y febrero de 1924-25, habría de convencer a la investigación psíquica europea de la extraordinaria fenomenología de Margery.

CIENTÍFICOS A LA CACERÍA DE ESPÍRITUS.

Los rumores de esta médium habían llegado a inquietar a los directivos de una de las más importantes revistas científicas de todos los tiempos: la Scientific American Magazine, quienes deciden ofrecer la fabulosa suma de 2.500 dólares a Margery a cambio de poder presenciar, constatar y reportar los fenómenos que se le atribuían. El Dr. Dingwall decide viajar a los Estados Unidos para asistir a dichas sesiones, pero al llegar a este país se encuentra con una gran tensión entre la médium, su esposo y los miembros del comité científico nombrado por la revista; las sesiones no habían tenido éxito y los pocos fenómenos no habían convencido a los científicos.
A instancias de Dingwall las sesiones vuelven a iniciarse con la presencia del Dr. Walter Price y el profesor W. McDougall, miembros del comité seleccionado por la revista. La experiencia de Dingwall en la investigación de este tipo de fenómenos resultaría suficientemente convincente para dicho comité.
El día 30 de diciembre de 1924 se inician las históricas sesiones con la presencia de ocho personas alrededor de la mesa sobre la cual colocaron una serie de objetos, así como un timbre con una placa para ser sonado. Tan sólo una pequeña luz roja alumbraba a los investigadores sobrecogidos por cierto temor e inquietud. Es necesario aclarar que la luz roja tenía un "switch" junto a uno de los participantes ya que sólo se podía prender cuando así lo permitiera el espíritu de Walter que, según su hermana, desde el mundo espiritual estaba dispuesto a colaborar con el grupo de investigadores, para que ellos a su vez pudiesen difundir las pruebas que obtendrían de la existencia de vida después de la muerte, pero que él establecería las "reglas del juego".
Leamos directamente el acta de esta primera sesión: "Comenzamos la sesión en completa obscuridad e inmediatamente escuchamos una voz acompañada de un ligero silbido. El tipo de control variaba a lo largo de toda la sesión; unas veces se tomaba la mano izquierda o la mano derecha de la médium, otras ambas manos y un pie o ambos pies. Un cuarto de hora después sonó por primera vez el timbre y esto sucedió en repetidas ocasiones incluso cuando había luz roja. Había dos bocinas solas (desconectadas de cualquier aparato) y de pronto, como si surgiera de una de ellas, se escuchó una extraña voz (supuestamente de "Walter") al tiempo que el Dr. Richardson fue tocado en su hombro derecho y el Dr. Dingwall en su nariz, semejaba como la presión suave de dos dedos".

DIÁLOGO CON UNA VOZ DEL MÁS ALLÁ.

El aspecto que más impresionó a los investigadores era la voz que se escuchaba siempre lejos del médium y profetizaba o prometía el tipo de fenómeno psíquico que iban a presenciar, así como también indicaba cuándo podían verlo a la luz roja o cuándo no. Ellos siempre obedecieron. Era una voz independiente o autónoma que no podía ser resultado de un acto de ventriloquia.
Para subsecuentes sesiones, realizadas casi diariamente, se utilizaron nuevos métodos de control; pusieron una tiras de material luminoso en la oscuridad, tanto en las muñecas como en los tobillos y también en la cabeza, de tal manera que no había forma de que la médium hiciera movimiento alguno sin que fuera observada por los presentes, y aun así la mesa se movía y levitaba durante las sesiones.
Varias veces fueron tocados por esa supuesta mano misteriosa, y bajo ese sistema de perfecto control no había duda de que alguien ajeno al grupo lo estaba haciendo.
De entre los objetos colocados en la mesa había una pandereta que era levantada en el aire y solía descender suavemente en la mano de alguno de los investigadores, lo mismo ocurría con un pañuelo y un vaso.
Sobre una de las bocinas había también una tira de ese material luminoso y varias veces reportaron haber visto pasar una figura opaca frente a la misma.
Para dar más seguridad al reporte de la investigación decidieron mudarse de casa y en la residencia de los Hemenwy pudieron constatar la repetición de los fenómenos. Lo apasionante de esa investigación es que el Dr. Dingwall y "Walter" comenzaron a dialogar en esta sesión como si fueran grandes colegas, y era curioso escuchar al Dr.Dingwall y a esa vos discutir sobre los detalles de las próximas sesiones.
Imagínese a un típico científico inglés hablando con toda seriedad y respeto con una voz cuya procedencia era inexplicable aun para el mismo Dingwall.
Para la experiencia de los investigadores, como estos fenómenos eran algo que estaba lejos de causarles temor o mucho asombro, lo veían con toda frialdad, los catalogaban y clasificaban.

El día 30 de diciembre de 1924 se inician las históricas sesiones con la presencia de ocho personas alrededor de una mesa.

Para este investigador, el movimiento y vuelo de la pandereta, el sonido del timbre o las levitaciones eran simples efectos telequinéticos, pero la voz y las presiones (de dedos) no tenían explicación satisfactoria de acuerdo a la parapsicología tradicional.

LA TERRORÍFICA "MANO"

En una de las sesiones la voz de "Walter" promete producirles un extraordinario fenómeno y Dingwall solicita que sea relacionado.
Fue entonces cuando en la siguiente sesión ocurre un fenómeno inusitado, de pronto empieza a surgir de la boca de la médium una especie de sustancia viva y movible que al irse extendiendo iba tomando la forma de una mano.




La expectación del grupo no era para menos, una mezcla de temor, asombro y repulsión provocaba esa extraña masa que habría de surgir unas veces de la boca y otras de la oreja o de la rodilla de la médium. Dingwall solicita a "Walter" permiso para tocar la sustancia y le es concedido; acerca de lo cual declara fríamente "lo podía comparar con la sensación de tocar un pedazo de carne cruda o un hule suave y húmedo"; la sustancia se movía sobre la mano de Dingwall, se extendía y suavemente se retraía, rodeaba su mano y hacía cierta presión, se retiraba y con una suave palmada volvía a tomarla. Todos escuchaban la palmada y podían observar lo que estaba ocurriendo al prenderse las bombillas del flash fotográfico.
En la siguiente sesión, la voz que surgía siempre de diferentes partes, les indicó que la sustancia surgiría en esta ocasión de la rodilla de Margery. Sus manos y piernas estaban bajo control y con gran sorpresa todos observaron bajo la luz roja que iluminaba el cuarto, cómo esa extraña materia viva apareció sobre la mesa y se iba extendiendo poco a poco y parecía tomar la forma de una mano y "daba la impresión de mostrar marcas de piel y formaciones venosas".
Dingwall solicita a Walter un fenómeno de telequinesis y pronto los dos aros luminosos que habían sido colocados sobre la mesa, comienzan a moverse, uno de ellos se eleva y Walter le indica al investigador que estire el dedo y ante su gran sorpresa el anillo penetra lentamente dentro del dedo, se retiraba, iba al centro de la mesa y regresaba al dedo de Dingwall.

"UN DIZ QUE FENÓMENO PSÍQUICO ¡JAJAJA!"

Durante casi todas las sesiones posteriores, la extraña mano amorfa surgió del cuerpo de la médium, al mismo tiempo que todo tipo de fenómenos de movimientos de objetos, sonidos extraños, luces móviles hacían las delicias de presentes y siempre se escuchaba la voz burlona de Walter "les voy a mostrar algo; diz que fenómeno psíquico ¡Ja! ¡ja! ¡ja!".
Nadie se explicaba cómo surgía esta sustancia y después desaparecía. ¿Se materializaba y después se desmaterializaba?, pregunta que hacía suponer la existencia de un "más allá", o ¿tan sólo era un producto biológico surgido del organismo de la médium? Parecía tener vida propia y decisiones autónomas.
La mayoría de las 8 personas presentes en las sesiones pudieron tocar la "extraña mano" y ninguno dejó de sentir escalofríos de temor.

¿Qué fue lo que sucedió en ese salón de las calles 10 Lime Street, Boston, Mass? ¿Había logrado comprobar este grupo de investigadores la existencia después de la muerte, en un mundo paralelo al nuestro conocido como el "más allá"?.

El Quinto Hombre