Revista Digital de El Quinto Hombre
ALARMA POR PRESENCIA
CONSTANTE DE OVNI(s)
Por Luis Ramirez
Reyes
(Corresponsal MEXICO)
* "¡Sentí que me perseguía!"
* Baile suspendido por un plato volador
* ¿Temor de una invasión?
"¡La gente de mi pueblo está muy asustada y temerosa
de que sea llevada por los OVNIs, ya que éstos se encuentran muy seguido
sobre la región, como observando o estudiándonos!"
Así se expresó nerviosa y preocupada la joven Juana
Salgado por teléfono.
Me llamó
a mediados de enero de 2000 a una sección que tenía de platos voladores
en importante radiodifusora mexicana, para notificarme que en las pasadas
vacaciones decembrinas vivió un episodio entre aterrador y maravilloso
en aquel rincón de la república mexicana donde nació para ahora estudiar
en la ciudad de México.
En Nuevo Buena Vista, un poblado por el rumbo de Tierra
Blanca, Veracruz, Juana vio el martes 21 de diciembre de 1999 a las ocho
de la noche, cinco platillos volantes con una serie de luces multicolores
alrededor.
El evento la hizo quedar un buen rato observándolos
hasta que cada uno de los objetos empezó a alejarse hacia distintos puntos
de la bóveda celeste. "Los aparatos eran como platos soperos encontrados
y despedían luces amarillas de la parte inferior", apuntó la chiquilla.
¿Acosada o perseguida?
Más adelante me narró un incidente de mayores proporciones
que jamás olvidará:
"Al día siguiente caminaba a casa de mi abuela también
en la noche, con una lámpara sorda en la mano, cuando en medio de las
estrellas fugaces que acostumbramos ver y las constelaciones, a la altura
de los árboles distinguí un objeto de muy buen tamaño que parecía estar
sobre mí.
"Quedé parada fijando la vista en él y éste entonces
lanzó a tierra una luz muy fuerte, que no lastimaba los ojos.
"Entonces corrí aterrada a casa temiendo fuera a
llevarme porque sentía iba tras de mí emitiendo su potente rayo. Después,
no supe en qué momento desapareció.
Paralizó un sarao
La estudiante,
sintiéndose apoyada por este investigador al no tener ningún argumento
en su contra, desde el momento en que no era interrumpida en su confesión,
continuó con más seguridad:
"Mas a los pocos días hubo un baile en la cancha
de basquetbol del pueblo. En el clímax de la fiesta, alrededor de la media
noche apareció ante nosotros una gigantesca llanta voladora a tan baja
altura, que algunos de los presentes alcanzamos a distinguir unas pequeñas
ventanas en los bordes con una personitas dentro.
"Como usted podrá imaginar, la música paró. Como
autómatas, la mayoría volteamos a ver aquello en el más completo silencio,
que se rompió al cabo de dieciocho minutos cuando el aparato se proyectó
hacia el cerro cercano para perderse en un segundo en el cielo. Nadie
dijo nada. Sólo los niños lloraban y otros huyeron asustados".
Temor de ser invadidos
Finalmente la testimoniante me reveló que cada vez
aumenta la actividad en Nuevo Buena Vista. Los pobladores viven inquietos
porque inclusive cuando hay fiesta se ven más los platos voladores "rondando".
Y temen, como me aseguró al principio de su historia, "ser secuestrados
o invadidos por los extraterrestres".
Tal hecho me recordó aquella comunidad perdida en
el estado de Morelos que cierto domingo, en pleno sarao donde la gente
bailaba al ritmo de un conjunto tropical contratado de la capital de la
república, un artefacto de admirable dimensiones, estacionado a no mucha
altura del acto público, dejó sin energía la zona.
El Quinto Hombre
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