Revista Digital de El Quinto Hombre
 
           
      
         Hallazgo documental- 
        Desde España 
        EL ROSTRO DE LA SÁBANA SANTA: HISTORIA DE UNA RECONSTRUCCIÓN 
        Nota III 
      
         
         
         
      Por Rafael Cabello Herrero y José Manuel García 
        Bautista  
      
         
         
         
         
       El  PROCESO 
      Comenzamos 
        nuestro trabajo preparando en el ordenador el soporte óseo  del retrato.   
        Para ello utilizamos un cráneo tridimensional,  que fue introducido en 
        el programa a través de foto digital.   El objetivo era conseguir un  
        cráneo virtual del hombre de la Sindone.   Para ello había que transformarlo  
        hasta la superposición perfecta con la imagen positiva del Hombre  dela 
        Sabana Santa.   Los paramentos de transformación  venían dados por la 
        búsqueda de la coincidencia de los puntos de inserción de los músculos 
        principales de la mímica,  en sus correspondientes puntos de inserción 
        ósea.      Así las partes blandas del rostro comenzaron ha asentarse sobre 
        los accidentes óseos.    Solo nos circunscribimos al perímetro del rostro,  
        alrededor de los principales accidentes y orificios de la cara.  No hemos 
        tenido en cuenta las formas óseas de la mandíbula inferior,   aunque si 
        cuidamos de situar los arcos dentales y la fosa temporal. 
      Tras este 
        proceso,   habíamos conseguido un cráneo  mesocéfalo correspondiente al 
        tipo que debió tener el Hombre de la Síndone. 
      Ya teníamos 
        la estructura ósea  virtual que en ahora debía de ser superpuesta en  
        distintas secuencias del proceso de encaje del modelo.  Para ello obteníamos  
        fotos digitales del modelado,  las  introducíamos  en el ordenador y valorábamos 
        las coincidencias de los puntos de referencias anatómicos.   Seguidamente 
        corregíamos los datos no coincidentes en la arcilla y repetíamos el proceso 
        para la nueva comprobación.   Cuando los principales elementos estaban 
        situados,  comenzamos con la colocación de los rasgos y  sus proporciones.    
        Para este proceso  utilizamos las fotografías negativas y positivas del 
        rostro de la Sindone,  comprobando  la correspondencia con el modelado 
        de arcilla sobre la base de  mecanismos de superpoción y translación de 
        las distintas secuencias.   De este modo  fuimos repitiendo   el proceso 
        hasta la correcta superposición de todos los rasgos. 
      Para  ultimar 
        el modelado de las partes blandas utilizamos secuencias de superposición 
        de las imágenes  fotográficas de Isodensidad  y las de Tamburelli. 
      Para la 
        colocación del cabello y barba  buscamos las coincidencias de algunos 
        puntos de referencias,   hasta conseguir unas formas perimétricas aceptables.   
         
      La arcilla 
        nos permitía en todo momento la corrección y adaptación de formas,  sobre 
        la base de las sucesivas secuencias de comprobación por superposición.  
         
      Para la 
        volumetría del conjunto, era inevitable la realización de los perfiles 
        y la cara posterior.   Para los perfiles utilizamos las rotaciones realizadas 
        por Leo Vala.   La Vista posterior se completó con la representación del 
        peinado que también se aprecia en la imagen de la Sabana Santa,  por ello 
        le hemos recogido el cabello en una cola central al modo de los rabinos 
        o  Judíos Esenios del siglo I. 
      
       
      
       
      
       
      CONCLUSIONES 
      
         
      El resultado 
        ha sido sorprendente,  en todos los sentidos,  sobre todo cuando a la 
        postre de todo un proceso técnico y artístico muy complejo y objetivo,   
        me encontraba de nuevo con él retrato oficial de Jesús de Nazarét.    
        Otra vez  nos reencontrábamos  ante la Imagen que los pintores y escultores,  
        han venido ejecutando desde el siglo V de nuestra era y hasta nuestros 
        días. 
      La obra 
        ha sido posible,  gracias a las técnicas de la escultura,  a la infografía,  
        a la fotometría y  a los numerosos estudios sobre la Sabana Santa de Turín 
        consultados. 
      Hemos procurado 
        que en todo momento la objetividad.   El retrato se ejecutó en arcilla, 
        posteriormente por un proceso de moldeo elástico,   lo hemos reproducido 
        en dos soportes:  resina y bronce.   En la obra en bronce pretendemos 
        solo exponer  la escultura en sí misma.  Para que de esta forma sólo sean 
        patentes los volúmenes y el claroscuro.    
      En la copia 
        en resina hemos querido ensayar el aspecto pictórico de la obra.   Aunque 
        el tema color nos parece que carece de interés científico ya que para 
        nada existen datos fiables,  por lo que todo serían  meras conjeturas.  
         
      El tema 
        de la medida no lo hemos podido tener en cuenta ya que las imágenes de 
        la Sabana Santa que hemos utilizado no estaban a escala real.  Tal vez 
        el busto sea algo mayor del natural.  Pero en todo caso las dimensiones 
        están en relación proporcional de semejanza con la supuesta realidad.  
        Por lo que la medida objetiva solo representaría un problema de escala. 
      La probabilidad 
        científica de que el rostro que presentamos fruto de este trabajo,  sea 
        el que corresponde al rostro del Nazareno,  es sin dudas infinitamente 
        superior a la pretensión de la BBC.   Por supuesto,  no es una certeza 
        científica.   La ciencia aun no ha podido demostrar la identidad del Hombre 
        de la Sindone.   Pero si está en condiciones de afirmar que es extremadamente 
        probable que la Sabana Santa sea la huella terrenal  de la presencia histórica 
        de Jesús de Nazareth.     
      Actualmente 
        hemos realizado la segunda parte del trabajo,  se trata de ejecutar una 
        representación escultórica objetiva del hombre de la Sindone con el aspecto 
        real,  tal y como aparece en las fotografías de la Sabana.  Por lo tanto 
        el rostro,  en este caso estará adornado con los estigmas de la Pasión. 
      El método 
        ha sido el mismo, pero en este caso hemos partido del molde de la primera 
        cabeza,  consiguiendo por la técnica del apretón,  el fragmento correspondiente 
        al rostro.  Hemos utilizado fotos a tamaño real de la Síndone,  negativo 
        fotográfico y fotografía tridimensional corregida de Tamburelli.   Las 
        secuencias de superposiciones nos permitieron ir corrigiendo en el barro 
        los perfiles,  a la vez que definíamos el modelado de superficie colocando 
        las zonas contusas e inflamadas. Los principales regueros de sangre se 
        situaron en relieve.   Para el análisis de general de las contusiones, 
        utilizamos los estudios de Mons Ricci.  Según el mapa de contusiones elaborado 
        por dicho autor,  situamos todos los pormenores, comprobándolos por superposición 
        con el rostro de la Síndone.  Como en este caso teníamos fotos a tamaño 
        real del lienzo, hemos ajustado el tamaño del modelado por fotometría, 
        por lo que el resultado es un rostro idéntico y superponible a la Síndone 
        en todos los sentidos.  El resultado final fue reproducido por molde elástico  
        en escayola exaduro,  y policromado al óleo para potenciar más aun los 
        aspectos realistas de la obra. 
      El profesor Miñarro actualmente trabaja en la 
        reconstrucción del cuerpo de la Sábana Santa cuyo término se prevé para 
        mediados del 2003. 
      Con la autorización del Profesor Miñarro informaron, 
        Rafael Cabello Herrero y José Manuel García 
        Bautista 
       
      
         
       
El Quinto Hombre
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