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Revista Digital de El Quinto Hombre
UN MENSAJE DEL FUTURO...
Ayer por la mañana, al levantarme, encontré bajo mi puerta un sobre extraño,
el papel era grueso y gris, como una especie de "aleación" de
papel y metal, no es rígido, no tiene estampilla pero mi nombre y dirección
están claramente escritos. Lo abrí con suma curiosidad y al extender las
hojas, me extraño que la letra, escrita a mano, me era familiar, y todavía
lo más sorprendente es la fecha y el contenido, el cual comparto con ustedes,
pues parece ser el motivo por el cual fue escrita.
Año 2050
Acabo de cumplir los 40, pero mi apariencia es la de alguien de 55, tengo
serios problemas renales porque bebo muy poca agua. Creo que no me queda
mucho tiempo. Recuerdo cuando tenia 15 años: todo era muy diferente. Había
muchos árboles en los parques, las casas tenían hermosos jardines y yo
podía disfrutar de un baño de regadera hasta por una hora; ahora usamos
toallas empapadas en aceite mineral para limpiar la piel; antes todas
las mujeres lucían su hermosa cabellera; ahora debemos afeitarnos la cabeza
para poder mantenerla limpia sin agua; antes mi padre lavaba el auto con
el chorro de la manguera, los niños de ahora ni siquiera saben para que
sirve una manguera.
Recuerdo que había muchos anuncios que decían "cuida el agua"
aparecían en la radio, la televisión, periódicos pero nadie los tomaba
en cuenta... pensábamos que el agua jamás se podía terminar, más ahora,
todos los ríos, presas, lagunas y mantos acuíferos están irreversiblemente
contaminados o agotados; la cantidad de agua indicada como ideal para
beber eran de ocho vasos al día por persona adulta, yo solo puedo beber
medio vaso, la ropa es desechable, con lo que aumenta grandemente la cantidad
de basura, hemos tenido que construir de nuevo letrinas, como en el siglo
pasado.
Yo vivía en el desierto cuando niño pero nos mudamos por la falta de
agua; al principio la llevaban de muy lejos en camiones cisterna, pero
era muy costosa y solo los ricos podían pagarla. La gente de pocos recursos
tomaba agua contaminada. Muchísimos murieron de infecciones gastrointestinales,
enfermedades de la piel y de las vías urinarias. No hay industrias, ni
talleres, por lo tanto hay desempleo. Unos de los pocos lugares para trabajar
hoy, son las plantas desalinizadoras, donde algunos obreros prefieren
recibir agua potable en vez de salario. Existen asaltos con el único propósito
de apoderarse del aljibe con agua. La tasa de mortalidad entre niños y
ancianos es enorme a causa de problemas renales, deshidratación, enfermedades
virales e infecciosas, mis padres y dos de mis hijos ya no están conmigo
por esas causas: murieron.
La comida es 80% sintética. Por la resequedad de la piel una joven de
20 años luce como de 35. Los científicos investigan, pero no hay solución
posible. No se puede fabricar agua, el oxigeno también se ha degradado
por falta de árboles, lo que ha disminuido el coeficiente intelectual
de las nuevas generaciones. Se ha alterado la morfología del espermatozoide
de muchos individuos, como consecuencia: niños con insuficiencias, mutaciones
y deformaciones.
El gobierno incluso nos cobra por el aire que respiramos: 137 m3 por
día por habitante adulto. La gente que no puede pagar es arrojada de las
"zonas ventiladas" que están dotadas de gigantescos pulmones
mecánicos que funcionan con energía solar, no es de buena calidad pero
se puede respirar, la edad promedio es de 40 años.
En algunos países quedan manchas de vegetación que son fuertemente custodiadas
por el ejercito, el agua se ha vuelto un tesoro muy codiciado, más
que el oro o los diamantes. Aquí en cambio, no hay árboles porque casi
nunca llueve, y cuando llega a registrarse una precipitación es de lluvia
ácida, las estaciones de año han sido severamente transformadas por las
pruebas atómicas que se hicieron en el siglo XX, entre otras causas.
Se advirtió entonces que había que "cuidar
el medio ambiente", cuando mi hija pide que le hable de cuando era joven le describo lo hermosos que eran los bosques,
le hablo de la lluvia, de las flores, de lo agradable que era bañarse
y poder pescar en los ríos y embalses, beber toda el agua que quisiera,
lo saludable que era la gente; ella me pregunta:
- Papá, ¿Por qué se acabó el agua?
Entonces, siento un nudo en la garganta, no
puedo dejar de sentirme culpable, pertenezco a la generación del derroche,
hasta apenas 25 años se nos advirtió "gota a gota, el agua se agota"
y no quisimos tomarlo en serio. Ahora nuestros hijos pagan un alto precio.
Por favor, Cuidemos el agua y la energía, ¡hagámoslo por y para nuestros
hijos! El mensaje está firmado: ¡por mi hija!
Documento extraído de la revista biografía "Crónica
de los Tiempos".
El Quinto Hombre
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