Revista Digital de El Quinto Hombre
UN HOMBRE LLAMADO...
NIKOLA
TESLA
Nikola Tesla fue un asombroso ingeniero electrotécnico
e inventor nacido en Croacia que patentó más de 700 inventos. Ignorado
por la ciencia oficial, a pesar de ser uno de los más destacados pioneros
en el campo de la energía eléctrica. Sus invenciones y múltiples éxitos
científicos se tratan de ocultar, tal vez, porque afirmaba que se había
comunicado con seres extraterrestres, y por haber tenido la "osadía" de
rechazar en 1912, el premio Nobel de Física.
Nikola Tesla nació a las doce de la noche
del 9 de julio de 1856 en el pueblo de Smiljan, provincia de Lika, en
Croacia, entre los montes Velevit y a orillas del mar Adriático. En ese
tiempo, la región pertenecía al Imperio Austrohúngaro. Su padre, Milutin
Tesla, era un reverendo de la Iglesia Ortodoxa, en tanto que su madre,
que era analfabeta, estaba dotada de una sorprendente memoria que la capacitaba
para recitar al pie de la letra volúmenes completos de poesía clásica
europea.
A
la edad de cinco años construyó un pequeño molino de viento muy particular,
ya que era liso, sin palas, y giraba con suavidad en la corriente. Como
corresponde a toda personalidad destinada a destacarse de la mayoría,
en la escuela el niño fue acusado de tramposo por haber sido increíblemente
rápido al contestar una pregunta de matemáticas. Sin embargo, esa incomprensión
no le impidió continuar sus estudios de ingeniería en la
Escuela Politécnica de Graz (Austria) y en la Universidad de Praga. Después de trabajar
durante tres años en Budapest como ingeniero electrónico, en 1881 inventó
un amplificador, considerado el primer altavoz, que nunca patentó. En esa época comenzó sus investigaciones
sobre la corriente alterna. Hasta ese momento se utilizaba la denominada
corriente continua, que fluía de un punto a otro en una sola dirección.
Tesla viajó a París en busca de un patrocinante para su sistema de energía,
y para todos sus proyectos, entre los que se encontraba el diseño del
avión. Allí le aconsejaron que viajara a Nueva York. Desde Francia emigró
en 1884 a los Estados Unidos, llevando consigo apenas unos centavos y
su increíble inteligencia.
Poco después de su llegada a Nueva
York, Tesla se presentó ante Thomas Alva Edison, que lo empleó como ayudante investigador
en su laboratorio industrial de Menlo Park. Edison fue el más prolífico
de todos los inventores, patentando más de 1500 invenciones, aunque varias de ellas eran creaciones de
sus empleados, entre ellos Tesla, que le diseñó 24 modelos de dínamo.
Cansado de Edison, Tesla se dedicó a investigar e inventar por cuenta
propia, estableciendo en abril de 1887 su propio laboratorio. Por ese
entonces, Edison tenía instalada y desarrollada en Nueva York, desde el
año 1882, la primera central eléctrica del mundo. La misma utilizaba la
corriente continua, pero Tesla demostró en muy poco tiempo que
su sistema de corriente alterna era superior al sistema de Edison.
En poco más de un año le concedieron al inmigrante croata nada menos que
treinta importantes patentes.
Durante los veinte años siguientes
realizó un gran número de descubrimientos en el campo de la ingeniería
eléctrica y de las radiocomunicaciones. Fue
Tesla el verdadero descubridor del circuito sintonizado en el cual está
basada la radio, sin embargo se le sigue adjudicando la invención
a Guglielmo Marconi, a pesar de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos
determinó lo contrario. También Tesla, hacia el año 1890, fue el primero en experimentar la fotografía
de alto voltaje, obteniendo resultados muy similares a los que realizó
50 años después el ruso Semyon
Kirlian, y que hoy se conoce como "fotografía Kirlian".
Pero a medida que crecía la fama de Tesla, comenzaban a aparecer los problemas.
Hacia mediados de la década de 1890, empezó a anunciar que un nuevo sistema
que estaba desarrollando le permitiría
entregar energía eléctrica a millones de hogares en forma gratuita o a
un precio casi imperceptible. Sus proyectos decían que teóricamente
era posible transmitir la energía sin necesidad de utilizar ningún tipo
de cable, a partir de ciertos principios que decían que era posible que
la electricidad viajara por aire sin una pérdida significativa de energía.
Estos principios son los mismos que hoy permiten la transmisión inalámbrica
que utilizamos cotidianamente en un control remoto normal o en un teléfono
celular.
En 1891 dio a conocer su famosa bobina que
aún hoy se utiliza en los equipos electrónicos. La "bobina Tesla"
convierte la corriente continua de baja tensión en corriente alterna de
voltaje muy alto, útil para accionar las lámparas fluorescentes o para
producir imágenes de rayos X. En 1892 patentó el motor de corriente alterna,
un transformador con importantes aplicaciones en el campo de las comunicaciones
por radio. En 1893, Tesla probó un prototipo de avión de despegue vertical.
Ese mismo año, el ingeniero, inventor e industrial George Westinghouse -cuyo invento más famoso
fue el freno neumático-, mostró por primera vez en la Exposición Mundial de Chicago, el generador
polifásico para generar y transmitir corriente alterna cuyos derechos se los había comprado a Tesla.
En 1895, los motores de corriente alterna de Tesla se instalaron en el
diseño de energía hidroeléctrica de las cataratas del Niágara.
En 1898, presentó en el Madison
Square Garden de Nueva York, un barco teledirigido que cautivó al
público. Era tal el futurismo del modelo, que el sistema
de comando inalámbrico incluía un método de guía por medio de la voz,
el cual fue experimentado por una cantidad importante de espectadores
que acudió a la presentación.
En 1899 desarrolló el "Teslascopio", con
el que aseguró haber recibido señales de Marte: "He sido la primera persona en recibir un
saludo (de seres) de otro planeta", aseveró entonces.
En 1899 construyó una potente estación
de transmisión en Colorado Springs, en las estribaciones de las montañas
Rocosas, para intentar transmitir enormes cantidades
de energía para el uso doméstico e industrial. Construyó una estructura
en forma de granero que tenía casi 30 metros cuadrados. En el centro,
una torre soportaba una antena de casi 60 metros de altura, sobre la cual
había una bola de cobre de unos 90 centímetros de diámetro. Dentro de
la estructura había un recinto circular de unos 23 metros de diámetro,
en el cual estaba enrollada la bobina primaria del transmisor; la bobina
secundaria tenía alrededor de tres metros de diámetro y estaba conectada
a la antena generando unos diez millones de voltios.
En 1900
descubrió que la tierra podía ser utilizada como un conductor. Haciendo
vibrar la energía a cierta frecuencia, la misma carga eléctrica de la
tierra funcionaba como elevador de la tierra aumentando ilimitadamente
la energía que llegaba al destino, y ésta respondería como un diapasón
frente a vibraciones eléctricas de una cierta intensidad. Así Tesla lo
demostró en Colorado Springs, encendiendo 200 lámparas eléctricas desde
una distancia de 40 kilómetros sin utilizar cables. El genial inventor
tenía una predisposición muy grande a la teatralidad para presentar sus
experimentos. Por ejemplo, mostró como un tubo al vacío relleno con ciertos
gases se iluminaba cuando se lo acercaba a una campo electromagnético.
Los tubos que presentó estaban doblados de manera de formar los nombres
de renombrados científicos especialmente invitados para esa oportunidad.
Esta forma de iluminación es lo que luego fue desarrollado como tubo fluorescente,
ampliamente utilizado en la actualidad.
Tesla planificó entonces un procedimiento
para aprovechar las vibraciones eléctricas naturales de la Tierra y conseguir
una energía eléctrica universal y de bajo costo. El magnate de los ferrocarriles,
John Pierpoint Morgan, quedó impresionado
por los logros del croata y lo apoyó financieramente. Así fue como se
inició la construcción de un enorme complejo emisor, en Wardencliff, Long
Island, a unos 100 kilómetros de Nueva York. Tesla le
vendió un proyecto para crear un sistema de transmisión de datos a distancia
y sin cables que abarcaría todo el planeta. Morgan, que vio la posibilidad
de acceder a un virtual monopolio del sistema de comunicaciones, le dio
150.000 dólares para desarrollar sus inventos y el predio en Long Island
donde instaló el laboratorio de Wardenclyff. Allí se erigió una
torre de madera de 45 metros de altura, en la que se instalaría
un gigantesco electrodo de cobre de 30 metros de diámetro. Pero inexplicablemente comenzaron a surgir toda
clase de dificultades para que no avanzara este proyecto de energía eléctrica
gratuita para todo el mundo.
Una serie de accidentes
le dio fama de mala suerte al nuevo laboratorio. Para peor, el entusiasmo
de Morgan iba en disminución ante la falta de resultados concretos para
exhibir. La gota que colmó el vaso fue la conversación que tuvo una noche
Tesla con el millonario; el inventor, quizás con algunas copas de más,
le confesó que el plan de transmisión de comunicaciones era
en realidad un proyecto para transmitir electricidad sin costo a los hogares
norteamericanos. Al día siguiente, Morgan cortó todo apoyo a Tesla
y éste se vio obligado a buscar nuevos inversores. Ésta fue la última
oportunidad que tuvo para demostrar que era capaz de hacer realidad el
proyecto de electricidad gratuita y sin límites.
En 1917, la torre fue derribada
y todo acabó en la nada. El "Sistema Mundial" ideado por Tesla debía
haber posibilitado la transmisión sin cables de cualquier clase de señales,
mensajes o signos, a todas partes del mundo y la interconexión de
los sistemas existentes de telégrafo, teléfono y otras emisoras de señales.
Tesla afirmó que se hubieran podido distribuir
las noticias a todo el planeta por medio de radiotelégrafo o radio
teléfono, y la interconexión de todos las teletipos utilizadas para las
informaciones bursátiles.
Los inversores
se negaron a apoyar a Tesla debido a la mala prensa que venía teniendo
desde hacia algunos años. Desde que había comentado a un grupo de periodistas
que en su laboratorio de Colorado Springs había logrado captar señales
de radio provenientes de un lugar en el espacio que probablemente fuera
el planeta Marte, los reporteros comenzaron a calificarlo como un científico
excéntrico y loco demasiado predispuesto a la fantasía.
En 1912, Tesla había rechazado la nominación
para el premio Nobel de Física porque, según dijo, la academia sueca
tendría que habérselo otorgado tres años antes, en 1909, en lugar de dárselo
a Guglielmo Marconi.
Condenado a ser tratado
como un marginal de las ciencias, Tesla acabó sus años amargado y tratando
de subvencionar sus experimentos con lo poco que recibía de múltiples
patentes desarrolladas a lo largo de su prolífica carrera. Pero la suma
de la envidia y las burlas le impidieron recuperar el prestigio y el respeto
de los que gozó al principio de sus días.
LOS INVENTOS QUE SE OCULTARON
A LA HUMANIDAD
Debido a su continua
exposición a intensos campos electromagnéticos, Tesla fue enfermando y
en la noche del 7 de enero de 1943, falleció en su habitación del
New Yorker Hotel de Manhattan. Tenía 86 años de edad y se encontraba completamente
solo. Oficialmente, su deceso se debió a una trombosis coronaria. Sus
restos fueron incinerados y sus cenizas enviadas posteriormente a su país
de origen, en ese tiempo Yugoslavia.
Antes de que su cuerpo fuera retirado
y transportado a una funeraria, agentes del FBI entraron en su habitación,
violaron la pequeña caja de caudales
que guardaba el inventor y se llevaron todos los papeles que contenía.
Esto dio pie a rumores de conspiración, espionaje y robo de invenciones.
Se sabe que en un almacén de Nueva York estaban depositadas seis cajas
pertenecientes a Nikola Tesla que también desaparecieron. Hasta la fecha
todas sus notas y los aparatos de sus laboratorios continúan protegidos
por el secreto de estado.
Tesla era un pacifista y, consciente de los
inmensos alcances de sus descubrimientos, se opuso mientras estuvo con
vida a cualquier utilización de sus creaciones con fines bélicos.
Entre los documentos se encontraba el principio del rayo láser, nombre
derivado de las iniciales de las palabras inglesas Light Amplification by Stimulated Emission
of Radiation (ampliación de la luz por emisión estimulada de radiación).
El primer láser útil no fue conseguido hasta 1960, pero Tesla ya experimentaba con un aparato
que tenía una extraña semejanza con el láser en 1934. El propio inventor
lo describió de la siguiente manera: "proyecta
partículas que pueden ser relativamente grandes o bien de dimensiones
microscópicas, y que nos permiten enviar a una pequeña zona situada a
gran distancia una energía trillones de veces superior a la que es posible
enviar con rayos de cualquier clase. Así, resulta posible transmitir millares
de caballos de fuerza por medio de un haz más delgado que un cabello,
de tal forma que nada puede resistírsele".
Respecto a su invento, las afirmaciones
de Tesla provocaron rumores de que se trataría de un "rayo de la muerte",
que podía destruir ejércitos, aeroplanos y cualquier otro medio de ataque
en un radio de 320 Km.
En 1938 comentó respecto de su
invención: "podría producir en la región oscura de la
Luna en cuarto creciente un punto tan incandescente que brillaría como
una estrella de las más luminosas y, por tanto, podría ser visto
sin la ayuda de un telescopio".
Aparentemente, el ultrasecreto
proyecto HAARP que está poniendo en marcha el
gobierno de los Estados Unidos en Alaska, está basado en las ideas de Tesla. Se sabe que las partículas subatómicas como
los electrones o protones pueden ser utilizadas como armas si se las
acelera por medio de la oscilación controlada de un campo electromagnético.
Si se creara un cañón de partículas, o bien una serie de antenas estratégicamente
ubicadas que sintonicen las frecuencias exactas de la Tierra y si se proyectan
estas partículas sobre la capa baja de la atmósfera, pueden abrir un agujero
en la ionosfera, ya que las partículas pueden afectar gravemente la distribución
de los iones. Produciendo así fenómenos semejantes a la aurora boreal
y averías en las transmisiones de radio, ya que la ionosfera es la responsable
de la reflexión de las ondas largas de radio alrededor del globo. También se pueden variar a voluntad las condiciones
climáticas del mundo.
En los documentos hurtados de la
habitación de Tesla también podría estar alguna evidencia de la existencia
de inteligencias extraterrestres, como bien dijo el inventor: "Es cierto que podemos enviar un mensaje a
otro planeta, es probable que podamos conseguir una respuesta; el hombre
no es el único ser en el infinito dotado de mente".
Tesla fue el primero en observar los rayos
catódicos, los rayos X, las radiaciones ultravioletas y los efectos terapéuticos
de las corrientes de alta frecuencia sobre el cuerpo humano. Fue también
el primero que diseñó el aparato precursor del tubo fluorescente. Su invento
era una lámpara tubular recubierta con fósforo y llena de gas, la misma
se encendía con ondas de radiofrecuencia provenientes de la bobina Tesla.
Ideó aparatos para capturar la energía del viento y de las mareas. Creó
métodos para canalizar la energía geotérmica. Patentó artefactos que convertían
la luz del sol en electricidad durante el día y transformaban las ondas
de radio del sol en electricidad por la noche. Creó máquinas termoeléctricas
que convertían el calor en electricidad y otras que convertían la
gravedad en energía. También creó los circuitos básicos de las computadoras
actuales. Sin embargo, sus colegas
trataron por todos los medios de ridiculizarlo y rechazar sus ideas de
hacer un mundo mejor para todos.
En 1900, Nikola Tesla escribió:
" En un futuro próximo veremos una gran cantidad
de aplicaciones de la electricidad (...) podremos dispersar la niebla
mediante fuerza eléctrica (...) centrales sin hilos se utilizarán con
el propósito de iluminar los océanos (...) se conseguirá la transmisión
de imágenes mediante hilos telegráficos ordinarios (transmisión sin hilos
de inteligencia y energía) (...) otra valiosa novedad será una máquina
de escribir operada mediante la voz humana (...) tendremos eliminadores
de humo, absorbedores de polvo, esterilizadores de agua, aire, alimentos,
y ropa (...) se convertirá en imposible contraer enfermedades por gérmenes
y la gente del campo irá a las ciudades para permanecer allí (...) transmisión
de energía sin hilos (producida por generadores ambientalmente compatibles)
para que el hombre pueda solucionar todos los problemas de la existencia
material. La distancia, que es el impedimento principal del progreso de
la humanidad, será completamente superada, en palabra y acción. La
humanidad estará unida, las guerras serán imposibles, y la paz reinará
en todo el planeta."
Hoy día, Nikola Tesla ha sido incomprensiblemente
olvidado en casi todas partes, una de esas honrosas excepciones es el Museo
Tesla de Belgrado.
Lord Kelvin, el científico británico,
dijo acerca del olvidado pionero de la energía eléctrica; "Tesla ha aportado a la ciencia de la electricidad
más de lo que cualquier otro había hecho hasta ahora".
El tiempo pasó y Tesla
poco a poco comienza a ser reconocido como uno de los mayores inventores
de la época moderna, un poco tarde
quizás para alguien que planteó la utopía de utilizar la energía como
un método para alcanzar un mayor grado de bienestar y equidad en la humanidad.
Su pelea con Edison
y sus intentos de pasar por encima de las reglas del capitalismo mercantilista
le valieron el oprobio de los empresarios y la ignorancia activa de los
funcionarios del país que adoptó como suyo en 1891. Su doble condición
de extranjero y utópico del futuro lo relegaron a un lugar de olvido.
A modo de reconocimiento
final a su carrera, en 1943, la Corte
Suprema de los Estados Unidos falló a favor de Tesla al indicar que
las patentes presentadas por el croata eran décadas anteriores a las de
Marconi y contenían todos los principios teóricos necesarios para desarrollar
la radio.
Hoy, un grupo cada
vez mayor de gente indaga sobre la vida y obra de este genio incomprendido,
cuyo mayor mérito fue conjugar el conocimiento con la sensibilidad hacia
la humanidad.
El Quinto Hombre
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