Revista Digital de El Quinto Hombre
FACULTADES PARAPSICOLOGICAS EN LOS ANIMALES
Por Dr. Cándido Victor
del Prado (Argentina)
El instinto no puede explicarlo
todo.
Algunos científicos definen la ciencia como el conocimiento
de los fenómenos y sus relaciones en el ámbito físico. Valores objetivos,
sumados a más valores que hacen teorías y sirven a finalidades humanas.
Falta lo más importante: el
observador, la parte subjetiva que da función a las relaciones. Sin ella
los hechos mueren al nacer y no sirven para una comprensión profunda del
Universo. No existe ciencia, sino científicos; no existen creencias sino
creyentes.
El principio de incertidumbre
de Heisenberg en Física o el efecto Hawthorne en Sociología, nos enseña
la importancia del experimentar, al indicar que un hecho o sistema de
hechos, se perturba, de alguna manera, por la simple circunstancia de
ser observado.
Tenemos un Universo, como
la red de una araña. Bien estudiado en su intrigante geometría, pero falta
la araña tejedora que otorgue función dinámica a la trampa.
El instinto guarda mucho del
secreto de la vida y encierra el secreto de su poderoso origen mágico.
¿De donde le viene ala avispa cazadora el conocimiento del exacto lugar
en que debe herir en forma tal que puedan servir de alimento fresco a
su progenie?.
Para ser más claro: ¿Qué es
el instinto?. Esa fuerza que mueve al mundo de la vida, haciendo cumplir
a sus criaturas actos independientes de su voluntad (y muchas veces contrarios
a su propia seguridad), pero que responden a una finalidad de orden general
que él desconoce. Un curcullo, para poner sus huevos, construye una morada
digna, recortando la hoja de abedul, mediante el trazado de una difícil
línea, que un ser humano no podría obtener sin cuidado y reflexión.
Se puede seguir interminablemente.
No es posible negarlo, existe dirección, previsiones, sabiduría, en el
acontecer del fenómeno vital. Pero ¿qué es entonces el instinto que todo
lo sabe y puede, y de dónde proviene tal poder?
¿Por qué el reino vegetal
crea los más sofisticados artificios, para asegurar el crecimiento y reproducción
de sus especies? ¿Todo es instinto y basta? ¿Así de fácil es la explicación
de tanto misterio?.
No, el instinto, así comprendido,
no es más que un concepto vacío que sólo refleja nuestra ignorancia y
no explica nada. El ser humano, con su inteligencia, puede arbitrar para
cada evento, una solución ajustada a su interés antropomórfico. Las plantas
y los animales, no. Por ellos, lo hace el instinto.
De esta manera las semillas
adoptaron formas aéreas o acuáticas, según convenga a la reproducción.
Tallos u hojas tendrán espinas o no, como lo determine sus necesidades
de protegerse. Son conocimientos útiles adquiridos por evolución selectiva
en el lento devenir de los tiempos e impresos en la mecánica reproductiva,
el ADN, como lo definen los actuales biólogos.
Pero, cuando una criatura
viva sabe cómo actuar frente a una circunstancia que nunca antes ha sucedido,
las teorías evolucionistas resultan pobres e insuficientes.
Los animales saben sin
conocer
La larva de un insecto Sirex vive en el interior de
la madera muerta, donde se produce su metamorfosis. Fabre, el gran entomólogo,
analiza el comportamiento de este insecto, como poseedor de un conocimiento
no adquirido, ni tampoco heredado, ya que la memoria atávica no puede
prever eventos ambientales cambiables,
La hembra pone los huevos
en los arboles caídos, resguardando con ello a la futura cría de la acción
corrosiva de los jugos vegetales vivos. Allí, alimentándose de la madera
en descomposición, se produce el cambio de la larva y llega el instante
en que debe salir para cumplir su función de ninfa.
Y aquí viene lo extraordinario.
Cualquiera sea la forma y posición en que esté ubicada la larva en el
leño, siempre utilizará el camino más corto en tiempo y espacio.
Para salir hace túneles dentro
de la madera y los realiza con perfecto conocimiento de un camino que
ni ella ni sus antecesores jamás han recorrido. Tampoco se ha podido descubrir
ningún factor físico o químico que le sirva de guía. La larva sigue el
camino ideal porque sí, porque lo hace sin necesidad de experiencia adquirida
o heredada.
Pruebas realizadas en la década
del 70 del siglo pasado con una especie de tortuga gigante, confirman
en grandes animales este sentido de increíble orientación.
Todos los años desovan en
una isla del Pacífico y lo hacen volviendo de lejanos lugares en la misma
época. La experiencia se efectuó trasladando algunas de ellas a miles
de millas en lugares marcados arbitrariamente. Especialmente, se siguió
a un ejemplar en su itinerario, verificándose que no sólo seguía el camino
de vuelta correcto, sino que dentro de él, lo transitaba por sus puntos
mejores para su alimentación y seguridad.
Evidentemente, los animales
tienen acceso a una fuente de conocimiento capaz de proporcionar, en forma
inexplicable, datos pertenecientes a un futuro no experimentado; ellos
saben.
Los animales son capaces
de prever los sismos
El 26 de agosto de 1883, la isla de Krakatoa, ubicada
entre Java y Sumatra, virtualmente estalló al entrar en erupción el volcán
del mismo nombre. Los mares se estremecieron y una ola gigantesca recorrió
los océanos Índico y Pacífico; la nube de cenizas que se formó dio la
vuelta al planeta. Fue una noche espantosa para todos los habitantes de
la isla, y las víctimas superaron a las 40.000 personas.
Días antes de la explosión
se pudo observar en los animales un extraño desasosiego. Los pájaros emigraban
en grandes bandadas y los mamíferos escapaban de la isla, intentando llegar
nadando a islas próximas, y si era posible, las más lejanas de Krakatoa.
En Martinica, en 1902, sucedieron
cosas parecidas. Los animales domésticos, vacas, perros, gatos, ovejas,
presas de pánico se adentraban en el mar buscando huir. Además se observó
en las serpientes una inexplicable tendencia a dirigirse hacia el Sur:
Luego se pudo apreciar que todo ello las alejaba del centro sísmico, que
horas después sucedió. En la noche del 8 de mayo entró en violenta erupción
el volcán Mont Pelé, por el cual murieron 30.000 personas.
Se ha teorizado que los animales
serían capaces de detectar movimiento telúricos imperceptibles para el
ser humano y sus aparatos. Pero hay hechos que con esta teoría no se pueden
resolver.
En el Monasterio de San Bernardo,
los perros son entrenados por los monjes para la búsqueda de hombres perdidos
en la nieve. El 7 de febrero de 1939, los animales se manifestaron indóciles
para cumplir la labor para la cual estaban preparados y cumplían diariamente.
No querían abandonar el monasterio pese a las órdenes, que siempre habían
cumplido sumisamente.
Horas después, un tremendo
alud se precipitó por las laderas de las montañas cercanas que todo lo
cubrió y trastocó. en las montañas en que ellos debían actuar.
En Europa, en la zona de los
Países Bajos, pocos días antes de la gran inundación de 1961 se vió a
ratas, conejos, huir hacia lugares altos.
Las termites parecen poseer
el mismo sentido premonitorio, pues es conocido en la India meridional,
que cuando sopla el viento monzón y los ríos crecen, ellas se suben a
los edificios más altos, ubicándose a una altura un poco superior ala
altura que alanzará la inundación, Circunstancia que es aprovechada por
los nativos para conocer con antelación las periódicas inundaciones.
Pero el hecho más asombro que revela que esta conducta
en los animales, obedece a los dictados de una auténtica función premonitoria,
fue dada por los gansos de la ciudad de Freiburg, Alemania, quienes en
la noche del 27 de noviembre de 1944, despertaron con sus graznidos a
muchos habitantes, que interpretando la conducta de las aves como presagio
funesto, abandonaron la ciudad, salvándose de una probable muerte, pues
poco después un terrible bombardeo de la aviación aliada, destruyó casi
totalmente la ciudad. Este hecho mereció un monumento que los agradecidos
habitantes levantaron en su plaza principal, al ganso "profético"
Experiencias psi con animales y plantas.
Estos, y muchos otros más, indujeron a varios investigadores
a realizar experiencias parapsicológicas, tendientes a comprobar experimentalmente
la existencia de facultades PSI en plantas y animales. Con aparatos totalmente
automáticos se ha hecho series de pruebas con ratones o gatos.
Con absoluta regularidad se
hacían descargas eléctricas ya en una lado de la jaula en que estaban
recluidos, como en el lado opuesto. El propósito era averiguar si los
animales eran capaces de intuir a tiempo en qué lado caería la descarga
para eludirla trasladándose rápidamente al otro lado. El resultado fue
significativo y convenció a los investigadores que en los ratones existen
facultades psi.
La Dra. Louise Rhine, esposa
del gran científico norteamericano que colocó a la Parapsicología en el
ámbito universitario, trabajó con huevos fecundados y próximos a nacer,
descubriendo en los mismos facultades psicokinéticas ya que eran capaces
de influir sobre un generador que los beneficiaba al proporcionarles la
temperatura adecuada.
Con referencia a las plantas,
fue una verdadera sorpresa al comprobarse que las mismas podían ser influenciadas
por dotados humanos. Granos y plantas reaccionaron con una germinación
o crecimiento más rápido o activo si eran sometidas a la imposición de
manos humanas. También fue estudiado el efecto negativo, es decir, una
acción inhibidora sobre el crecimiento por efecto de la voluntad de una
persona.
Se experimentó con un hongo
llamado científicamente Rhizoctonia Solani, estando a cargo del Dr. Jean
Barry, del Instituto de Economía de Burdeos, Francia. En diez cajoncitos,
llenos de tierra, se introdujeron idénticas cantidades de filamentos miceliares
de este hongo. Cinco de ellos sirvieron como control y en los otros cinco,
se concentró una persona durante un cuarto de hora a una distancia mayor
de un metro, intentando frenar su desarrollo. Los resultados fueron muy
pero muy significativos.
En otros aspectos y remitiéndonos
a la sabiduría popular, es cosa aceptada que las plantas son sensibles
al calor afectivo de sus cuidadores y aquellas que reciben su atención
así como sus palabras se expresan con mayor vitalidad y lozanía de las
que son descuidadas y abandonadas.
Las experiencias con plantas
y animales en el terreno PSI abren las puertas a una concepción amplia
y maravillosa sobre el enigmático mundo de la vida y todo parece coincidir
en que las facultades paranormales no son expresión de una superioridad
evolutiva en lo biológico o espiritual; ES ALGO INHERENTE A LA MATERIA
VIVA Y DE LA CUAL ES PAR MUY PERO MUY ESENCIAL.
El Quinto Hombre
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