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Revista Digital de El Quinto Hombre
LAS IMPRESIONANTES MEGACIUDADES
Por PEDRO ETCHEVERRY (Argentina)
El título de la película de Francis Ford Coppola "Apocalipsis Now" se podría
perfectamente aplicar a este Aquí y Ahora de nuestra civilización cuando
uno piensa en las condiciones de vida de las mayores ciudades del mundo
y más aun, cuando se empieza a proyectar en el futuro.
Pienso que todas las grandes capitales del mundo así como las llamadas megaciudades
se están descomponiendo día a día y sus cinco millones de habitantes promedio
entrando en una locura colectiva realmente alienante; y más alarmante
es el pronóstico futuro cuando ya estamos en que más de la mitad de la
población mundial está hacinada en estas gigantes urbes. Veamos las estadísticas
LAS ESTADISTICAS
Ellas indican que en la actualidad TOKIO es la ciudad más populosa orillando
los 30 millones de habitantes, es decir, con una densidad de población
de 11.000 habitantes por kilómetro cuadrado, nada menos. Por eso usted
podrá ver, mi querido navegantes, fotos de nichos para descansar o pequeñas
celdas de hotelería para transeúntes de paso o...que permanecen varios
días en ese dormitorio ad hoc.
Desde hace muchos años atrás, quizá la década del 40 o 50 del siglo pasado,
empezaron estas megaciudades a poblarse con el CONURBANO, lugares alejados
del centro, que ofician de verdaderos dormitorios, para los trabajadores,
obreros y ejecutivos (todos los niveles de la sociedad) que luego se acercan
diariamente a sus trabajos con trenes, buses, automóviles, bicicletas,
motocicletas o cualquier tipo de movilidad que se tenga a mano, funcionando
como una verdadera ola humana, neurótica y desbordante, que se amplía
día a día, en proporción geométrica, uy mostrando cada vez más el deterioro
de estos lugares muchas veces realmente inhóspitos.
Pero hacia fines del siglo XX las grandes ciudades han empezado paulatinamente
a descender en población o al menos, han dejado de crecer, ejemplo típico
es la capital inglesa, Londres, que desde hace mucho es la ciudad más
extendida sobre el plano edilicio, siguiéndola en según término, Buenos
Aires, la capital de la República Argentina.
Las ciudades del llamado Tercero Mundo o del desarrollo se empiezan a constituir
en las megalópolis produciendo el fenómeno que se conoce como LA REVOLUCION
URBANA, así que México, que ya está en veinte millones; San Pablo, la
ciudad de mas expansión urbana en la década setentaria; Manila en Las
Filipinas de un desarrollo impresionante en los últimos años del cambalache
del siglo XX; y así muchas más.
Ya los urbanistas han puesto el grito en el cielo porque estas poblaciones
desarrollistas crecen dos o tres veces más rápido que cualquiera otra
ciudad planetaria; así se genera unos problemas realmente excepcionales
y dramáticos para el hoy y ni que decir, para el mañana.
Todas tienen una denominador común que es la URBANIZACIÓN ANÁRQUICA, con
una atropellamiento edilicio francamente espeluznante así como atolladeros
de tránsito que muchas veces, y ya en estos días, no tienen solución;
se llega así a una situación económica lamentable, que cada vez es más
profunda, con muy pocas vías de salida.
Un análisis del Banco Mundial estimó que casi el 40 por ciento de las poblaciones
tercermundistas en estas condiciones producen más del 60 por ciento del
producto bruto del país a que representan habiendo casos extremos en
que un 10 por ciento de la población urbana son las generadoras del 80
al 85 por ciento de ese PBN; este hecho lo representa la floreciente Bangkok,
la capital de la próspera Tailandia, uno de los tigres asiáticos.
Como se ve, la riqueza y el poder económico se empieza a concentrar cada
vez más en esas megalópolis, centros alucinatorios del gran problema poblacional
terráqueo.
PODER Y RIQUEZA CONCENTRADOS
Este poder indiscriminado produce, por lógica, un problema social agudísimo
que se va profundizando cada vez más con los años, notándose en la proliferación
del hambre ciudadano así como en la deteriorada previsión social que se
tambalea cada vez más en el tema SALUD.
Cada vez más los noticieros televisivos muestran a hombres, mujeres y nada
menos que niños, hurgando en los tachos de basura dejados por los otros
semejantes, que se pueden dar el lujo de tirar comida; aunque también
este mal social, cada vez más acentuado, empieza a decrecer porque cada
vez más, las familias comen lo justo y no producen tantos deshechos.
Pero este trabajo social del anochecer hasta la madrugada tiene gran epicentro
y movilización en las calles céntricas de las ciudades donde están los
restaurantes, y fundamentalmente, los que tienen 4 o 5 tenedores, donde
los sobrantes abundan. Tremendo, horrible. ¿Dónde vas a parar hombrecito
del siglo XXI?
Actualmente las ciudades son verdaderas cloacas, modernas y de muchos pisos,
propagándose los famosos virus, que hasta hace pocos años no existían;
cólera, hepatitis, sida, tuberculosis (ha reaparecido fuertemente cuando
se creía prácticamente extinguida o con un mínimo de casos), etc. etc.
Hay una ciudad que queremos mucho y es muy bella, pero que está pasando unos
problemas realmente tremendos y es MEXICO. Cada día la población mexica
se aumenta en 2000 personas más; la contaminación atmosférica está llegando
a extremos de NO RESPIRABLE; más de 500 fábricas saturan la atmósfera
con el famoso SO2, bióxido de azufre así como los casi cuatro millones
de automóviles que cruzan sus calles emiten óxido de carbono y de nitrógeno
asi como el fatídico plomo.
Los pobladores ciudadanos tienen la posibilidad de comprar oxígeno, cuyos
tubos no son accesibles para toda la gente con muchos desmayos permanentes
en sus calles así con un accionar de sirenas de ambulancias que tienen
un frenético trabajo. El problema se agudiza porque, como pasa en Santiago
de Chile, están ambas ciudades en un valle con cerros que taponan los
movimientos de los vientos, tan necesarios "para barrer" los aires tóxicos.
Las siempre imprevistas como temibles inversiones de la atmósfera aparecen
fortuitamente produciendo la superposición de las capas de aire frío y
caliente que hacen irrespirable el lugar. Desde hace no sé cuánto tiempo,
siempre se habla en Santiago de dinamitar algún cerro para que pase el
aire, pero nunca se hace. Y en la capital mexicana, que está sobre una
laguna, cada vez se está hundiendo más y más.
Hace un tiempo, viajaba en avión desde el Norte Argentino, precisamente desde
San Miguel de Tucumán hacia la capital y el comandante me solicitó que
fuera a la cabina de mando; caía paulatinamente la noche, estaba el Sol
en el horizonte, y entonces se veía muy claramente, en un radio de prácticamente,
de 50 a 60 kilómetros, el manto de nubes sobre Buenos Aires, que producía
el mortífero smog, que años después fué paulatinamente solucionado, pero
que aún sigue con menos intensidad. Tengo perfectamente en mi retina,
desde la carlinga de ese avión, el enorme manto de los bióxidos cubriendo
la vida de una ciudad tan inmensa y bella pero con su espada de Damócles
encima.
Otros problemas que se van agudizando con el tiempo es que estas megaciudades
empiezan a aumentarse, también en proporción geométrica, la violencia,
la homosexualidad, los crímenes, robos y asesinatos; la ley del revólver
y de la promiscuidad está a la orden del día. Por eso también, los que
pueden hacerlo y con un buen sustento económico, están "fabricando" los
barrios cerrados y countries, lejos de los amontonamientos ciudadanos,
pero que siempre frecuentan, porque su trabajo está allí, en lugar de
ir descentralizando cada más todas las actividades, comerciales, industriales,
gubernamentales y jurídicas.
La tos crónica en niños, que cada vez tienen más enfermedades, así como todos
esos virus que explicábamos anteriormente, hacen que los dispensarios
de salud, muchas veces estén abarrotados de personas, que durante horas
y horas, buscan un "curador" o el remedio sanador, con deficiencias cada
vez mayores en el área sanitaria, que se nota cada vez más en el mundo
tercermundista, que por supuesto, son los más en nuestra contemporaneidad
y lo serán siempre.
Hablábamos de los automóviles, que evidentemente ya son una epidemia para
las grandes ciudades; sin estrictos controles de tránsito ni de aparcamiento,
ellos son los dueños de la muerte en cada esquina; recuerdo que una vez
estaba en New York, la bella capital "mundial", que está bien organizada,
pero que el aumento permanente de la población la avasalla cada vez más.
En ella se produjo un embotellamiento con más de 50 kilómetros de largo
así como sucedió también en Londres, como lo veo permanentemente en los
accesos de los countries a Buenos Aires, todas las mañanas de todos los
días de trabajo, de lunes a viernes; lo mismo me pasó una vez entrando
a Madrid, y nada menos que con nieve, que la larga cola automovilística
era interminable.
Un dato más para los fervorosos amantes de las cuatro ruedas, en la ciudad
de Los Angeles, otra también hermosa ciudad, las dos terceras partes de
la superficie de la ciudad está dedicada a calles y estacionamientos;
ni que decir de las ciudades japonesas o europeas.
LA FALTA DE AGUA en las megalópolis tercermundistas es alarmante y saben
por qué, porque mas de 200 millones de personas carecen de ella, padeciendo
sed y carencia de limpieza realmente increíbles.
Esperemos que con el surgimiento del Hombre Nuevo, con una nueva filosofía
y metafísica aplicada a la Naturaleza, estos problemas se empiecen a solucionar
rápidamente porque sino nuestro Planeta será irrespirable. La vuelta a
lo verde, a las huertas orgánicas, a las pequeñas comunidades sea el camino
del futuro. Esperemos y deseamos que sea así.
El Quinto Hombre
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