|
Revista Digital de El Quinto Hombre
EL EVANGELIO DE ACUARIO DE JESUS, EL CRISTO - Parte IV
Por José Mª Kaydeda
CAPITULO XXXII
Jesús y Barata. Juntos leen
los libros sagrados. Jesús desvela la doctrina budista de la evolución
y revela el verdadero origen del hombre. Encuentra a Vidyapati, que se
convierte en su compañero.
1.- Entre los sacerdotes budistas
había uno que veía una gran sabiduría en las palabras de Jesús. Era Barata
Arabo.
2.- Jesús y Barata leían juntos los salmos judíos y los Profetas,
los Vedas, el Avesta y la sabiduría de Gautama.
3.- Un día cuando leían y hablaban de las capacidades del hombre.
Barata dijo:
4.- El hombre es la maravilla del Universo. Es una parte del todo,
pues ha sido un ser vivo que ha pasado por todos los planos de la vida.
5.- Hubo un tiempo en el que el hombre no existía; luego fue un
trozo de sustancia sin forma, moldeada por el tiempo, y llegó a ser un
protoplasma.
6.- Por una ley universal, todas las cosas tienden hacia arriba
para alcanzar un estado de perfección. Así, el protoplasma evolucionó,
convirtiéndose en gusano, y luego reptil, pájaro y bestia, hasta que al
fin llego a la forma humana.
7.- El hombre mismo es mente, y la mente está aquí para alcanzar
la perfección mediante la experiencia; la mente se manifiesta a veces
en una forma carnal, en la que más le conviene para su desarrollo. Así
pues, la mente se puede manifestar como gusano, pájaro, bestia u hombre.
8.- Llegará un día en que todas las cosas evolucionarán hasta el
estado del hombre perfecto.
9.- Y cuando el hombre llegue a ser perfecto, seguirá evolucionando
hacia formas superiores de vida.
10.- Y Jesús dijo: Barato Arabo, ¿quién te enseñó esto y te dijo
que la mente, que es el hombre, se puede manifestar en la forma de bestia,
pájaro o reptil?
11.- Barata dijo: Desde tiempos inmemoriales, nuestros sacerdotes
lo han enseñado así; por eso lo sabemos.
12.- Y Jesús dijo: Iluminado Arabo, ¿eres maestro y no sabes que
el hombre no aprende nada de lo que se le dice?
13.- El hombre puede creer lo que dicen otros, pero así nunca sabe
nada. Si el hombre desea conocer por sí mismo, debe llegar a ser eso que
conoce.
14.- ¿Te acuerdas, Arabo, de cuando eras mono, pájaro o gusano?
15.- Si no tienes una prueba mejor que lo que te han contado los
sacerdotes, en realidad no lo sabes; sólo lo supones.
16.- No tengas en cuenta lo que te haya dicho el hombre; olvidémonos
de la carne y entremos con nuestra mente en la tierra de las cosas incorpóreas,
porque la mente nunca olvida.
17.- Las mentes maestras pueden mirar hacia atrás a través de los
tiempos y seguir su propia pista; de este modo conocen.
18.- Nunca hubo un tiempo en que el hombre no existiera.
19.- Todo lo que empieza tendrá un fin; si el hombre no hubiera
existido, llegaría un día en que dejaría de existir.
20.- En el Libro de la Memoria de Dios leemos: El Dios Trino respiró
y ante él aparecieron Siete Espíritus (los hebreos llaman a estos Siete
Espíritus Elohim).
21.- Ellos son los que con su ilimitado poder crearon todo lo que
es o ha sido.
22.- Esos Espíritus del Dios Trino se movieron por el espacio sin
límites; eran siete éteres, cada uno con su forma de vida.
23.- Estas formas de vida eran los pensamientos de Dios revestidos
con la sustancia de los planos del éter.
24.- Los hombres llaman a estos planos del éter planos del protoplasma,
tierra, planta, bestia, hombre, ángel y querubín.
25.-Estos planos, con todos los pensamientos fecundos de Dios que
encierran, no pueden verse con los ojos de la carne; están compuestos
de sustancias demasiado sutiles para los ojos carnales, y, sin embargo,
son el alma de todas las cosas.
26.- Y con los ojos del alma todas las criaturas pueden ver estos
planos espirituales y todas las formas de vida.
27.- Porque todas las formas de vida en cualquier plano son pensamientos
de Dios; todas las criaturas piensan, y todas poseen voluntad, y según
su medida tienen poder de elegir;
28.- Y en los planos en que se originan, todas las criaturas reciben
alimento de los éteres de sus planos.
29.- Y así sucedía con todos los seres vivos hasta que la voluntad
enflaqueció, y los éteres del protoplasma, tierra, planta, bestia y hombre
empezaron a vibrar muy lentamente.
30.- Los éteres se volvieron todos más densos y todas las criaturas
de estos planos se revistieron con atavíos más ordinarios, los atavíos
de la carne, que se pueden ver; y así apareció esta manifestación más
grosera que los hombres llaman el físico.
31.- Esto es lo que se ha llamado la caída del hombre; pero el hombre
no cayó solo, pues el protoplasma, la tierra, la planta y la bestia también
cayeron con él.
32.- Los ángeles y los querubines no cayeron; sus voluntades siguieron
siempre firmes y mantuvieron los éteres de sus planos en armonía con Dios.
33.- Pero cuando los éteres llegaron a alcanzar la densidad de la
atmósfera y las criaturas de estos planos debieron conseguir su alimento
de la atmósfera, apareció el conflicto, y eso, que el hombre ha llamado
supervivencia de los mejores, se convirtió en una ley.
34.- Los más fuertes comían los cuerpos de las formas más débiles,
y aquí es donde tiene su origen la ley de la evolución.
35.- Y ahora el hombre, con un atrevimiento sin límites, da muerte
y come a las bestias, y a su vez la bestia consume la planta, la planta
florece en la tierra, y la tierra absorbe el protoplasma.
36.-En el reino lejano del alma no se conoce esta evolución carnal
y la gran labor de las mentes de los maestros es devolver al hombre su
herencia, traerle de nuevo al estado que perdió para que viva de nuevo
en los éteres del plano del que proviene.
37.- Los pensamientos de Dios no cambian; las manifestaciones de
la vida en todos los planos evolucionan hacia la perfección que les corresponde;
y así como los pensamientos de Dios no pueden morir, la muerte no existe
para ningún ser de los Siete Espíritus del Dios Trino.
38.- Por lo tanto la tierra nunca será planta; la bestia, el pájaro
o el reptil nunca serán hombre, y el hombre no es ni puede ser bestia,
pájaro o reptil.
39.- Llegará el día en que las siete manifestaciones serán absorbidas
y el hombre, la bestia, la planta, la tierra y el protoplasma serán redimidos.
40.- Barata estaba admirado. La sabiduría del maestro judío era
una revelación para él.
41.- Y Vidyapati, el más sabio entre los sabios indios, jefe del
tiempo de Kapavistu, escuchó a Barata, que hablaba a Jesús del origen
del hombre, y al oír la respuesta del profeta hebreo dijo:
42.- Sacerdotes de Kapavistu, escuchadme; hoy nos encontramos en
la cumbre de una época. Seis veces ha nacido un alma maestra para dar
gloria y luz al hombre, y en este momento un alma muy sabia se encuentra
en est templo de Kapavistu.
43.- Est profeta hebreo es la estrella de la sabiduría deificada.
El nos trae el conocimiento de los Misterios de Dios; todo el mundo escuchará
sus palabras, hará caso de ellas y glorificará su nombre.
44.- ¡Sacerdotes del templo de Kapavistu, permaneced aquí! Estad
tranquilos y escuchadme cuando hable, pues él es el Oráculo Viviente de
Dios.
CAPITULO XXXIII
Jesús enseña al pueblo en
un manantial. Les dice como alcanzar la felicidad. Relata la parábola
del campo pedregoso y el tesoro escondido.
1.- Jesús estaba sentado en meditación silenciosa al lado de un manantial.
Era un día santo y cerca del lugar había mucha gente de la casta de los
siervos.
2.- Jesús vio en cada rostro y en cada mano las líneas duramente
marcadas por los trabajos cotidianos. No había en aquellos rostros ninguna
mirada alegre, pues no podían pensar en nada más que en trabajar.
3.- Jesús habló a uno y le dijo: ¿Por qué estáis todos tan tristes?
¿No tenéis felicidad en vuestra vida?
4.- El hombre contestó: Apenas sabemos el significado de esa palabra.
Trabajamos para vivir y no esperamos nada más que trabajar y bendecir
el día en que podamos abandonar nuestro trabajo y yacer en el descanso
de la ciudad de los muertos de Buda.
5.- El corazón de Jesús se llenó de piedad y amor hacia estos pobres
obreros, y les dijo:
6.- El trabajo no os debería entristecer; los hombres deberían sentirse
más felices cuando trabajan. Cuando el trabajo está sostenido por la esperanza
y el amor, toda la vida se llena de alegría y paz, y eso es el cielo.
¿No sabéis que ese cielo es para vosotros?
7.- El hombre contestó: Hemos oído hablar al cielo, pero ¡está tan
lejos y debemos pasar por tantas vidas antes de llegar a él!
8.- Y Jesús dijo: Hermano, te equivocas al pensar así; tu cielo
no está lejos; no es un lugar de repartos y límites, no es un país al
que hay que llegar, sino un estado de la mente.
9.- Dios no hizo nunca el cielo para el hombre, ni hizo tampoco
el infierno; nosotros mismos creamos nuestro propio lugar.
10.- Por eso, dejad de buscar el cielo en el firmamento. Abrid las
ventanas de vuestro corazón y aparecerá un cielo como una corriente de
luz que os dará una alegría desbordante. Y el trabajo no será una tarea
cruel.
11.- La gente estaba sorprendida y se apiñaba para oír hablar a
este joven y extraño maestro.
12.- Y le suplicaban que les hablase más del Padre-Dios, del cielo
que los hombres pueden conocer en la tierra y de esa alegría desbordante
que existía.
13.- Jesús les contó una parábola, y dijo: un hombre poseía un campo
cuya tierra era árida y pobre.
14.- Trabajando constantemente, apenas podía conseguir bastante
comida para atender las necesidades de su familia.
15.- Un día un minero que acostumbraba a observar debajo de la tierra,
yendo de camino, vio a este pobre hombre en su campo estéril.
16.- Llamó al desamparado trabajador y le dijo: Hermano, ¿no sabes
que justo bajo la superficie de tu árido campo yacen escondidos ricos
tesoros?
17.- Tu aras, siembras y cosechas en cantidad muy escasa, y día
a día estás pisando una mina de oro y piedras preciosas.
18.- Esta riqueza no se encuentra sobre la superficie de la tierra,
pero si cavas en ese suelo rocoso y ahondas profundamente en la tierra,
no tendrás que labrar el suelo nunca más.
19.- El hombre le creyó; penso: seguro que el minero tiene razón;
encontraré los tesoros escondidos en mi campo.
20.- Entonces levantó el suelo rocoso y en la profundidad de la
tierra encontró una mina de oro.
21.- Y Jesús dijo: Los hombres trabajan sin cesar en las llanuras
del desierto, en las arenas ardientes y las tierras rocosas, están haciendo
lo que hicieron sus padres, sin soñar siquiera que pueden hacer algo más.
22.- Escuchad, el maestro viene a los hombres y les habla de una
riqueza escondida, y les dice que bajo las rocas de las cosas carnales
hay tesoros que ningún hombre puede contar.
23.- Y que en el corazón se encuentran las gemas más ricas, y el
que lo desee puede abrir esa puerta y encontrarlas.
24.- Entonces la gente dijo: Enséñanos el camino para encontrar
la riqueza que se esconde en el corazón.
25.- Y Jesús les mostró el camino; los trabajadores vieron la vida
desde otro lado, y el trabajo se volvió alegría.
CAPITULO XXXIV
El Jubileo en Kapavistu. Jesús
enseña en la plaza y la gente queda asombrada. Cuenta la parábola de la
viña abandonada y del podador. Los sacerdotes se indignan con sus palabras.
1.- Era un día de fiesta en
el sagrado Kapavistu, una multitud de fieles budistas se hallaba reunida
para celebrar un Jubileo.
2.- Había allí sacerdotes y maestros de toda la India; enseñaban, pero
embellecían una verdad muy pequeña con muchas palabras.
3.- Jesús fue a una vieja plaza y se puso a enseñar. Habló de Dios
Padre y Madre y de la hermandad de la vida.
4.- Los sacerdotes y toda la gente estaban sorprendidos con sus
palabras, y decían: ¿No es éste Buda que ha vuelto a encarnarse? Nadie
más podría hablar con tanta sencillez y poder.
5.- Y Jesús les contó una parábola y dijo: Había una viña que estaba
abandonada; las parras estaban muy altas y las hojas y las ramas habían
crecido mucho.
6.- Las hojas eran muy grandes y no dejaban pasar la luz del sol
a las parras; los racimos eran amargos, escasos y pequeños.
7.- Y un día llegó el podador, y con su afilado cuchillo cortó todas
las ramas sin dejar ni una hoja: sólo quedaban la raíz y el tallo.
8.- Los vecinos se pusieron de acuerdo, vinieron asustados y dijeron
al podador: ¡Loco! Has estropeado la viña.
9.- Has arrasado todo. Ya no hay nada bello, y cuando llegue la
cosecha, los recolectores no podrán tomar sus frutos.
10.- Y el podador dijo: No os preocupéis de lo que pensáis; volved
en el tiempo de la cosecha y ved lo que hay.
11.- Cuando llegó el tiempo de la cosecha, los vecinos volvieron
y se quedaron atónitos.
12.- De los tallos desnudos habían salido ramas y hojas y apretados
racimos de uvas deliciosas hacían bajar las ramas hasta el suelo.
13.-Los recolectores se regocijaban cuando día tras día llevaban
a prensar la rica cosecha.
14.- ¡He aquí la viña del Señor! La tierra está llena de parras
humanas.
15.- Las formas brillantes y los ritos de los hombres son las ramas,
y sus palabras son hojas que han crecido tanto que la luz del sol ya no
puede llegar al corazón, y por ello no hay fruto.
16.- Pero el podador viene y con un cuchillo de doble filo corta
las ramas y hojas de las palabras.
17.- Y no queda nada más que los tallos desnudos de la vida humana.
18.- Los sacerdotes y los de aspecto pomposo insultan al podador
y desean parar su trabajo.
19.- No ven ninguna belleza en los tallos de la vida humana, ni
ninguna promesa de fruto.
20.- Pero llegará el tiempo de la cosecha y aquellos que han despreciado
al podador mirarán de nuevo y se sorprenderán, pues verán que los tallos
humanos que parecían tan muertos se doblan cargados de frutas preciosas.
21.- Y escucharán regocijarse a los cosechadores por tan abundante
cosecha.
22.- A los sacerdotes no les complacían las palabras de Jesús, pero
no les molestaban, pues tenían miedo a la multitud.
CAPITULO XXXV
Jesús y Vidyapati hablan de
las necesidades de la edad venidera.
1.- El sabio indio y Jesús
se reunían a menudo y hablaban de las necesidades de las naciones y los
hombres, de las doctrinas sagradas y de las formas y ritos más apropiados
para la edad venidera.
2.- Un día estaban sentados en un camino de montaña y Jesús dijo:
En la edad que va a venir no se necesitarán sacerdotes, altares ni sacrificios
de vida alguna.
3.- No hay ningún poder en los sacrificios de bestia o pájaros que
ayude al hombre a llevar una vida santa.
4.- Y Vidyapati dijo: Todas las formas y ritos son símbolos de las
cosas que los hombres deben realizar en el templo del alma.
5.- El Santo pide al hombre que dé su vida en sacrificio por los
hombres, y todas las supuestas ofrendas que se han hecho en altares y
santuarios desde los primeros tiempos se hicieron sólo para enseñar al
hombre cómo entregarse para salvar a su hermano, pues el hombre no puede
salvarse a sí mismo si no pierde su vida salvando a los demás.
6.- En la edad perfecta no harán falta formas, ritos ni sacrificios
carnales. La edad venidera no es la edad perfecta y los hombres pedirán
lecciones y ritos simbólicos.
7.- Y en la gran religión que tú presentarás a los hombres se requerirán
algunos ritos muy simples de abluciones y repeticiones, pero los dioses
no tendrán necesidad de sacrificios crueles de animales y pájaros.
8.- Y Jesús dijo: Nuestro Dios debe despreciar el despliegue de
adornos de los sacerdotes y de las cosas sacerdotales.
9.- Cuando los hombres se adornan con atavíos llamativos para indicar
que son ciervos de los dioses, y se contonean como pájaros chillones para
ser admirados por los hombres, por su piedad o cualquier otra cosa, ciertamente
el Santo se aleja de ellos sumamente disgustado.
10.- Todas las personas son ciervos de nuestro Padre-Dios por igual;
todas son reyes y sacerdotes.
11.- Por eso, ¿no se necesitará en la edad venidera destruir completamente
la casta sacerdotal y cualquier otra casta o desigualdad que se interponga
entre los hijos de los hombres?
BIBLIOGRAFIA:
LOS APOCRIFOS Y OTROS LIBROS PROHIBIDOS
JOSE Mª KAYDEDA - EDIT. GRUPO LIBRO
El Quinto Hombre
|
|