Revista Digital de El Quinto Hombre
LOS VENENOS DEL PROGRESO
Por Pedro Etcheverry Argentina.
La técnica o, mejor expresado, las máquinas que la soportan y las diferentes
industrias que desarrolla están soltando sobre la corteza terrestre (sólida
y líquida) hacia el aire productos de desecho que poco a poco nos están
matando. El número de sustancias contaminantes es muy elevado y la
incidencia de algunas de ellas es de total peligro; en casos muy concretos
se están alcanzando ya situaciones próximas a la saturación.
El amianto,
del que en la actualidad se vienen consumiendo unos siete millones de
toneladas anuales aproximadamente y que es manipulado por cientos de miles
de trabajadores industriales, produce varias enfermedades, entre ellas
la asbestosis, que degenera en el 90% de los casos en cáncer de pulmón.
Hay otro metal el cadmio que se nos presenta mucho más a diario y casi a traición. Una
de sus funciones es evitar la oxidación, y por ello se ha venido utilizando
en la industria conservera como revestimiento interior de las latas: sus
efectos se han dejado sentir especialmente en los jugos de frutas que
contienen ácidos capaces de disolverlo. El primer síntoma de haber ingerido
cadmio son los fuertes vómitos; y si la intoxicación se produce mediante
inhalación, aparece enseguida una fuerte irritación pulmonar. Poco tiempo
después aparecerá la fatiga, el aspecto del individuo pondrá en evidencia
su anemia, las caries de los dientes se multiplicarán, sentirá cada vez
menos agudo el sentido del olfato, sufriendo a la vez una especie de catarro
nasal crónico.
En la ciudad rusa de Obninsk se creó la primera central nucleoeléctrica.
Poco después vinieron otras, como esta de Sellafield, Gran
Bretaña.
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LAS CONSERVAS ASESINAS.
Parecidos efectos produce
el titanio, menos frecuentes, pero más radicales. Y también nos intoxicamos
con el arsénico que portan crutáceos y moluscos. Cuando estamos disfrutando
el sabor de un marisco, estamos ingiriendo a la vez uno de los venenos
más activos.
El cobalto,
que en algunas ocasiones se utilizó para estabilizar la espuma de la cerveza,
ha producido numerosas muertes por insuficiencia
cardíaca. Y el estaño,
con que se recubren también las latas de conservas, produce igualmente
gravísimas intoxicaciones.
El caso es que estamos consumiendo cada vez más productos en conserva,
enlatados, comidas y bebidas, frutos secos, sin conocer aún el alcance
que en el instante y a largo plazo pueden suponer las posibles intoxicaciones
que nos producen. Dentro de muy pocos años podemos ser todos enfermos
crónicos sin cura y podremos estar sufriendo alguna horrible mutación
que quien sabe si nos convertirá en una raza de monstruos.
A la industria no parece importarle
en absoluto. Se está sirviendo de nosotros como de cobayos hasta descubrir
su panacea universal.
EL MERCURIO, UN ARMA CONTRA
EL CEREBRO.
Estudios realizados en los
últimos años ponen de manifiesto que el mercurio
ya no es una amenaza únicamente para quienes están en contacto directo
con él en determinadas zonas industriales, sino que se está difundiendo
por toda la atmósfera y podría llegar a producir una contaminación a escala
mundial, si es que aún no se ha producido. Y lo que sobrecoge el ánimo
es el descubrimiento de que el mercurio puede transformarse en una sustancia
mucho más tóxica: el metilmercurio por efecto de una bacteria todavía
no identificada. El 10% del metilmercurio que se absorbe se aloja en el
cerebro, con los consiguientes trastornos psíquicos y mentales para el
individuo.
Esta es la realidad de la
vida moderna, parece ser que no estamos tomando conciencia de que lentamente
nos estamos autodestruyendo; creo que llegó el momento de ocuparnos de
nosotros, cuidándonos de lo que consumimos y tener el gesto de humanidad
de informar a todas las personas que podamos; dejemos de ser conejitos
de indias.
UNA CARTA AL PRESIDENTE
BUSH:
Una carta abierta ha sido
enviada al presidente de Estados Unidos Bush por algunas de las personalidades
más destacadas del mundo, recalcando la necesidad de tomarse en serio
la amenaza a nuestro clima global por parte de la emisión de gases invernadero.
El presidente Bush ha retirado el compromiso de poner freno a las emisiones
de Estados Unidos de gases invernadero tomado por el ex presidente de
Estados Unidos Clinton en el Protocolo de Kioto.
Share international reproduce el texto completo de la carta:
Estimado Sr. Presidente,
Ningún compromiso al que
nos enfrentamos es más trascendental que la amenaza de un cambio climático
global. Las actuales condiciones del Protocolo de Kioto son un tema de
legítimo debate. Pero la situación se vuelve urgente, y es el momento
para el consenso y la acción. Existen muchas estrategias para frenar las
emisiones de gases invernadero sin relentizar el crecimiento económico.
De hecho, la proliferación de una tecnología avanzada y limpia es más
una oportunidad económica que un peligro.
Te incitamos a desarrollar un plan para reducir la producción de Estados
Unidos de gases invernadero. El futuro de nuestros hijos - y de sus hijos
- depende de la resolución que tú y otros líderes mundiales muestren.
Respetuosamente.
Firmado: Jimmy Carter, Mijail
Gorvachov, John Glenn, Walter Cronkite, George Soros, J.Graig Venter,
Jane Goodall, Edward O. Wilson, Harrison Ford, Stephen Hawking.
(Fuente: Revista Time, EEUU)
La humanidad se enfrenta hoy a gravísimos peligros generados
por su propia actividad autodestructiva. Son, entre otros muchos,
la enorme capacidad letal de las armas y la escasez de los recursos
alimenticios como consecuencia de los cambios climáticos
que ocasiona el "efecto invernadero".
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