Revista Digital de El Quinto Hombre

EL INCREIBLE CASO DEL DR. REED - Parte III

 

ENTREVISTA A DANIEL MUÑOZ Y CONCLUSIONES

Por: Eduardo Irioni (C.A.E.F.A. – Argentina)

El 28, 29 y 30 de setiembre 2001, en Capilla del Monte (Córdoba - Argentina), se desarrolló en III Congreso Internacional de Ovnilogía. Entre otros disertantes se encontraba, Daniel Muñoz, con el motivo de hacer público esta impactante experiencia de Jonathan Reed con un alienígena; como era de esperarse concitó la atención de todos los concurrentes.

Daniel Muñoz nos cuenta que los distintos medios, tanto norteamericanos como mexicanos, hicieron pedazos la historia y al mismo Dr. Reed. Se le cuestionaba su filmación por ser demasiado exagerada; en ella se observa un objeto oscuro indefinido, algunos desperfectos en la filmación y se escucha el jadeo constante de Reed. A este punto, Muñoz, aduce que estos desperfectos son producto de un campo magnético del lugar, ya que al ir a Seattle, conjuntamente con Reed, la brújula se volvía loca. El jadeo que se escucha de Reed, en la filmación original, se debe a su malestar orgánico, comentado por él, después de su encuentro con el extraterrestre; esto fue corroborado por un médico. Estas pautas fueron las que al principio pusieron en duda esta historia.

Por otra parte llama la atención que en ese lugar, las ramas se orientan en forma perpendicular. Muñoz pudo observar también redes de fibra óptica muy bien camufladas en la vegetación, esto lo puede aseverar ya que es técnico electrónico.

Otra de las circunstancias que aumenta el misterio en torno a esta historia, es la persecución a la que fue sometido el Dr. Reed; primero le confiscaron todo, luego perdió su trabajo, para más tarde, cancelar su tarjeta de crédito; vivió durante ocho meses en su automóvil, huyendo de miedo, comiendo cualquier cosa y hasta fue amenazado.

En el video que presentó Muñoz, en el III Congreso Internacional de Ovnilogía, en Capilla del Monte (Córdoba - Argentina), muestra a un Reed emocionado al recordar a las personas que lo ayudaron en ese difícil momento de su vida. En su investigación, el investigador, también fue objeto de presión por parte de ciertas personas para que este caso no trascendiera; su habitación fue requisada y su reservación fue bloqueada por Internet.

Reed condujo a Muñoz hasta su anterior trabajo y le demostró que allí era conocido muy bien; luego aparece una asistente de Reed que cuenta que la obligaron a mentir, a decir que no lo conocía; otra persona que trabajaba en el banco donde el Dr. Reed tenía su cuenta bancaria, afirmó que la obligaron a hacer la operación de cancelación de su cuenta personal y además fue obligada a mentir, como la asistente de Reed. Esta empleada del banco se sintió muy mal al hacerlo, ya que no había ningún motivo aparente; conjuntamente con Reed presionaron, por vía judicial, para que le devolvieran su dinero, por lo cual consiguió solo la mitad.

Otra testigo, que trabajó con Reed, cuenta que su oficina fue limpiada, a ella la reubicaron, el proyecto en el cuál trabajaba fue cerrado y los pacientes también fueron reubicados, además le prohibieron hablar de Reed. Por supuesto que todas estas personas accedieron a hablar frente a la filmación si sus rostros eran protegidos, por miedo a sufrir alguna represalia.

Muñoz presentó a continuación otro informe donde se lo veía a él con el biólogo Chacón, dando cuenta de los estudios que se le hicieron a la criatura y que se detalla ampliamente en la nota II de la semana anterior; el Dr. Harold Chacon es de Puerto Rico y participó en el equipo de trabajo que analizó las muestras de las partes del cerebro.

Chacon era el vocero de los informes e iban a ser presentados en el mes de setiembre del 2000; la condición era que todo debía salir a la luz pero el 28 de junio, de ese mismo año, el doctor Haggit, compañero de Chacon, fue asesinado a balazos y un joven estudiante se suicidó; no había motivo alguno para que semejante suceso ocurriera. Los archivos del Dr. Haggit, misteriosamente, desaparecieron.

Por su parte, el Dr. Wessels, el 28 de agosto del 2000, muere en una cumbre montañosa, de forma también misteriosa; este doctor era alpinista, estaba solo (era imposible que estuviese solo), investigándose que fue empujado. Luego como se sabe, secuestraron todas las evidencias. Por supuesto que Chacon sintió miedo, huyó y sigue con vida, además de haber sido desacreditado en la Universidad donde había estudiado.

Hay otro componente de esta historia que la hace aún más increíble. Se trata del brazalete, que es un capítulo aparte; fue encontrado por el Dr. Reed, al lado de la criatura. Muñoz nos muestra a Reed con el brazalete, metido en una caja de seguridad, de cristal, está con nitrógeno y oxígeno para su protección. Este objeto bioelectrónico, emite señales. Contiene agujas hechas de oro, con una esfera de esmeralda, con componentes desconocidos; es muy importante porque ES LA PRUEBA DE UNA TECNOLOGIA DE AVANZADA.



El DR. Reed convocó a cuatro especialistas, en un lugar convenido y en una habitación pequeña; Reed se puso el brazalete y cuenta que al principio le produjo un poco de dolor, ya que las agujas penetraron en su piel, para luego el dolor desaparecer; su mano derecha se pone fría en la parte superior y el brazalete se activa por el hecho de estar tocado por la mano. Siente una sensación como de golpeteo en el pecho, que va aumentando, esa sensación envuelve todo su cuerpo, como temblores; es algo que no se detiene; la visión se le empaña, se nubla y se oscurece, volviéndose grises las imágenes en un 70%, hasta que todo se torna irreconocible. Luego aparece una luz muy blanca y la vibración desaparece.

De pronto, observa, en un cuarto redondo, a otros seres que lo miran; estos seres son parecidos al extraterrestre; percibe una sensación muy plácida y un sentimiento de amor; siente que forma parte de esos seres como un sentimiento total, con una comunicación de elevación espiritual, de gracia. Todo esto lo percibe cada vez que se coloca el brazalete. Esta experiencia la realizó delante de estos cuatro especialistas, que sus identidades son preservadas.

Muñoz nos muestra una entrevista a uno de los científicos donde cuenta esta experiencia de su óptica: "Reed, al colocárselo, se puso pálido y luego se esfumó, desapareció. Todos quedamos sorprendidos; al cabo de unos segundos, volvió como si hubiera hablado con alguien; en una esquina había una luz, se percibía placidez y uno de los hombres, se puso a llorar.

Reed parecía tener comunicación con esa luz, que tenía forma de un ser. El cuarto empezó a estar frío y luego todo desapareció. Reed comenzó a llorar, dijo que se comunicaba con el mismo ser al que golpeó en Seattle y que, además, viajaba a un lugar diferente; no parecía un planeta, es algo indefinido, con una sensación de compartir el mismo espacio; es el Todo que pertenece a un Todo". Otro de los científicos al comentar este suceso mencionó que: "No es nada que haya visto jamás y Reed no es un mago".

El Dr. Reed se hace hipnosis regresiva y test para comprobar la veracidad de los sucesos del que es protagonista. Hizo la promesa de utilizarlo en un programa de televisión pero teme lo que pueda suceder después, ya que el motivo que actualmente se encuentre con vida, se debe, en gran parte, a que no tiene en su poder el brazalete, pero si el poder de utilizarlo. Hay una protección especial, su vida ha tomado otro rumbo, igual aún sigue sintiendo miedo ya que no sabe hasta cuando las cosas pueden continuar de esta manera, al haber salido a la luz toda esta historia.

Hasta aquí están todos los hechos, narrados por los propios protagonistas y también la investigación de Daniel Muñoz; quedan muchos interrogantes por esclarecer, ya que las pruebas, una vez más han sido ocultadas por Organizaciones que se encargan de este cometido. El único comprobante que tenemos es, justamente, el brazalete o "link", como lo llama Reed. Es una prueba contundente pero hasta ahora solo Reed y los cuatro científicos, conocen sus efectos.

Quedan muchas dudas en esta historia, que podría ser un excelente argumento de una película de ciencia-ficción, pero sabemos muy bien que la realidad siempre, o casi siempre, supera toda ficción.

Como hecho significativo es que si todo resultara un fraude, no habría costado la vida de los doctores Haggit y Wessels, por más que se suponga que fue producto de un accidente. También Muñoz sufrió la presión, al requisarle su habitación en el hotel.

Los hechos, los protagonistas están, las dudas también. Esperemos que Reed se anime a presentarlo en sociedad al brazalete, para que se pueda avanzar en la investigación, para que las piezas de este rompecabezas puedan tener más forma y fuerza.

El mismo Muñoz se sincero, ante el auditorio y dijo:" Si este caso, se demuestra que es falso, yo mismo sería el primero en divulgarlo".

El caso del Dr. Jonathan Reed, psicólogo infantil, es uno de los hechos más impactantes de los últimos tiempos; ojalá no caiga en un bolsillo roto.

Mientras tanto, sigamos investigando, para que eso no suceda.

 

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