Revista Digital de El Quinto Hombre
¿PARAPSICOLOGIA Y ACUPUNTURA UNIDAS?
Una Hipótesis del Dr. Carlos Federico Wittenstein
En los albores de lo que hoy llamamos ciencia ortodoxa y axiomática,
el hombre inició sus planteos en el plano de lo sensorio/especulación.
Observó la fenomenología natural
y ésta lo incitó a la experimentación, de la que extrajo principios constantes,
invariables.
Ya en su madurez formuló hipótesis
que lo llevaron a elevar al predicamento de teorías. Nacieron pues las
ciencias de la naturaleza.
A lo largo de su historia,
el Hombre pasó holocausto por su sed de conocimientos. No me es dado hacer
nombres, dar fechas, cronologizar las mil y una actitudes, bajezas y glorias,
que han jalonado el camino del hombre, desde el antropoide hasta el astronauta,
desde el oscurantista hasta el genio.
En todo este maremagnun de
hechos y cosas sólo una ha permanecido incólume el mismo hombre, con sus
curiosidades y bajezas, sus egoísmos y genialidad, su eterna sed por lo
desconocido, su maravillosa constancia en la observación del devenir de
sí mismo.
Quizá el supremo nihilista,
Federico Nietszche, el negador del hombre inferior, quiso expresar la
síntesis de su vida y su obra, cuando observando por una venta cómo un
cochero castigaba a su caballo, saltó por ella y corriendo se abrazó al
animal para ofrendarle las únicas lágrimas que sus mejores biógrafos conocen.
Quizá sea ésta, en suma, la síntesis del alma humana.
Hoy, yo, como mudo testigo
del sublime anecdotario del Hombre, debo emprender el desarrollo de una
TESIS que me permite sentirme liberado ante mí mismo, ante mí con el
humilde e incompleto caudal de conocimientos clásicos, que no me sirven
ni me sirvieron jamás para interpretar el devenir del Hombre, el proceso
de su existencia real o subjetiva. En suma, el por qué, la eterna pregunta
que jamás brindó sosiego a ninguna alma inquieta, con el único e irrenunciable
afán de develar los motivos de esta existencia extraña a nosotros mismos,
que lleva pegada a su flanco como una garrapata, la dolorosa conciencia
de lo real frente a lo inexplicable.
El doctor Joseph Francois Félix Babinski, neurólogo polaco/francés,
entró en la galería de las figuras máximas de la neurología mundial, a
través de un humilde y sencillo manuscrito de dieciséis renglones en donde
proclama uno de los principios fundamentales de la patología cerebroespinal,
UNA LEY.
Podríamos llenar carillas y más carillas de historia de las ciencias
y las artes, al solo título de ilustración.
¿Qué es la PSICOQUINESIS? Por definición es la facultad que algunos percipientes
logran movilizar la materia a través de los canales de la parapsíquica.
Psicoquinesis *Psyche > figura mitológica griega y al mismo tiempo
ánima.
Según Platón, la psique es la vida interna, mental, del ser humano. Es
decir, sinónimo del alma. El primer hombre que empleó este término fue
Melanchton en 1550 y aparece por primera vez como título de un libro en
la obra de Glesckel en 1590, y Kenesis, el movimiento que se realiza en
un fenómeno materializable provocado por la mente ¿o por el factor Psi?.
Por definición etimológica no sería aceptable para el campo que estudio
los fenómenos parapsicológicos. Yo propondría la denominación del fenómeno
PARAPSICOMÉTICOS, porque si bien están dados por la esfera de la voluntad
consciente, nacen de una fenomenología inconsciente que denominamos PSI
o PARAPSICOLOGICA.
Aquí, la voluntad o realización consciente no sería más que un instrumento
ejecutor del mundo consciente.
La moderna ciencia parapsicológica estudia dos grandes fenómenos que
ha dado en llamar FENOMENOS P.E.S. (Telepatía, Clarividencia, Precognición,
Retrocognición y sus subdivisiones (y los FENOMENOS P.K, . (Psicoquinesis
y Telequinesis, Hiloclastía, Levitación y sus derivados). Los primeros
han dado en denominarse FENÓMENOS PSIGAMMA y los segundos FENÓMENOS PSIKAPPA,
para la escuela europea.
Aquí me referiré sólo a los segundos y de una forma global, sin hacer
distinciones cualitativas ni cuantitativas, desarrollando un esquema de
hipótesis sobre su calidad fenomenológica.
CONTINUA NOTA II
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