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Revista Digital de El Quinto Hombre
EL ORIGEN EXTRATERRESTRE DEL HOMBRE
- NOTA I
Una hipótesis de J.M.DIEZ GOMEZ (España)
HOY DAMOS ESTA INVESTIGACION METICULOSA A PEDIDO DE
MUCHOS DE NUESTROS NAVEGANTES. REALIZAMOS UN HOMENAJE A NUESTRO AMIGO
ESPAÑOL Y HACEMOS REFLEXIONAR A NUESTROS CADA VEZ MAS NUMEROSOS Y PENSANTES
SEGUIDORES.
Comité de Redacción.
Galileo Galilei, físico, brillante astrónomo y
belicoso campeón del sistema de Copérnico
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El Hombre está creado por Dios pero este habitante de
esta Tierra, fue artificialmente hecho por aquel primer Hombre, al llegar
aquí procedente de otro Planeta.
Esta afirmación extraordinaria es, precisamente, lo que
está relatado en la Biblia, en forma de jeroglífico numérico, el cual
ha permanecido oculto hasta este instante.
Es un aserto tan contrario a lo que clásicamente estaba
aceptado, que si no fuese porque la prueba está hecha a base de números,
con sus correspondientes comprobaciones, parecería una locura más a las
que tan aficionada ha sido siempre la Humanidad.
Sin embargo, nada más lejos de mi intención que dogmatizar;
ni siquiera con la exactitud matemática de que dispongo, De antemano acepto
que puedo estar en un error colosal; pero sólo lo acepto, si a su vez
aceptan los demás hombres, que nunca operaron con números, que también
ellos pudieron equivocarse en cualquier punto.
Evidentemente la hipótesis levantará muchas controversias,
pero la dirección de esta revista digital me permite nuevamente publicarla,
a muchos años de expuesta en la legendaria revista CICLOPE.
Cómo descubrí el jeroglífico, es difícil que yo mismo
lo sepa; fue, eso sí, resultado de una paciente búsqueda, siempre detrás
de la verdad, que una vez conscientemente, y muchos más detalles inexplicables,
iba forjando en mí sin comprenderlo toda una teoría.
Y esta es que Dios crea todo lo que existe, pero ha
dejado al Hombre la libertad y capacidad de modificar algunas cosas, no
para siempre, sino solamente para adelantar un proceso de evolución.
Así, si una línea evolutiva recorrer el camino de la
ameba al Hombre, al llegar, por ejemplo, al antropoide, un laboratorio
humano podría hacer que lo que quedaba de evolución se adelantase y aquel
antropoide quedase convertido en Hombre siguiendo hasta que le llegase
el instante marcado por Dios para que se forma humana fuese definitiva.
Efectivamente, la Biblia está escrita para transmitirnos
este mensaje. Sin intentar interferir la opinión clásica, puedo afirmar
que ha permanecido oculto durante milenios hasta que, una feliz casualidad,
quizás una inspiración inesperada, o posiblemente el lógico resultado
de mis investigaciones para hallar una explicación a determinados pasajes
bíblicos, me hizo tropezar con la clave que descifraba tal mensaje.
EL PRIMER MENSAJE
No estoy seguro que fuese el comienzo de todo el
examen que hice de las absurdas edades de los diez primeros patriarcas,
que constan en el capítulo 5 del Génesis, lo que me puso en condiciones
de extraer el hilo por el que comenzase a descifrar el jeroglífico oculto
en la Biblia, pero sí puedo afirmar que tal capítulo fue para mí como
la primera luz que empezaba a iluminar lo que, hasta ese instante, me
parecía, como a cualquiera que haya leído la Biblia, una narración que
abundaba en pasajes innecesaria e incomprensiblemente absurdos.
Era para mí y para muchos, incompre4nsible que el primer
hombre Adán, o Adam, hubiera vivido nada menos que 930 años, cuando es
sabido que los hombres de aquella lejana época apenas lograban rebasar
una media de vida de los 30 años. Tampoco podía aceptar la idea que, por
ser el primer hombre, Dios había querido hacerle el regalo de una dilatada
existencia, puesto que descendientes suyos, tales como Noé, Matusalem
o Yared, vivieron más que él.
Ni, desde luego, aquellos 930 años representaban meses
terrestres o lunares; no; había algo escondido en aquellas edades, que
alguien debía ponerlo en descubierto para que todos descubrieran, de la
manera más inesperada como fue para mí, el significado de ese aparente
jeroglífico.
LA LISTA DE LOS PATRIARCAS
Me permito recomendar al lector que, tomando en sus
manos una Biblia cualquiera, lea por sí mismo el capítulo 5 del Génesis.
Aquí por la extensión del artículo lo que haré es marcar sus referencias
e indicar un cuadro que resume lo que en él se amplifica mucho más.
Los que escribieron la Biblia, dicen en ese capítulo
que cuando Adán cumplió 130 años tuvo su primero hijo y durante 800 años
más estuvo teniendo hijos e hijas; su edad total fue de 930 años.
A través de su genealogía resume las vidas de los otros
nueve patriarcas, especificado en el cuadro siguiente en el cual está
una de las claves del jeroglífico.
|
Años que vive
|
Años en los que tuvo su 1º hijo
|
Años en que pasó teniendo hijos
|
ADAN |
930
|
130
|
800
|
SET |
912
|
105
|
807
|
ENOS |
905
|
90
|
815
|
CAINAN |
910
|
70
|
840
|
MALALEEL |
895
|
162
|
830
|
YARED |
962
|
162
|
800
|
ENOC |
365
|
65
|
300
|
MATUSALEM |
969
|
187
|
782
|
LAMEC |
777
|
182
|
595
|
NOE |
-
|
500
|
-
|
De Noé la Biblia no nos da los años que vive en total;
lo dirá luego, en el capítulo 9, versículo 29 del Génesis, cuando nos
dice que Noé vivió en total 950 años.
Ya tenemos el cuadro al cual siempre me referiré; hagamos
con él una especie de juego de manos que hará desaparecer toda la Biblia,
Todos los patriarcas y todos los personajes desaparecerán, haciéndonos
ver que si algo buscamos debe hallarse por medio de números que, por cierto
es el único lenguaje inte4rsideral que existe: los números.
Dividamos los años que cada patriarca vivió en total,
por los años en que estuvo teniendo hijos. Nos dará siempre como cociente
la unidad y como residuo la edad en que tuvo su primer hijo. Un ejemplo
válido para todos es: ADAN, años que vive 930; años en los que tuvo su
primer hijo es 130, número que restado a los 930 da 800, años en que
pasó teniendo hijos e hijas, y cociente 1.-Haga la prueba con los otros
patriarcas y da lo mismo.
Noé pertenece a otro grupo, ya que su cociente, ya no
es la unidad sino el número 2; es natural, porque NOE SERA EL SEGUNDO
ADAM, ya que su misión es volver a poblar la Tierra, una vez que el Diluvio
ha destruido todo.
Como puede comprobarse, tanto los patriarcas como sus
edades, no son otra cosa sino UN JUEGO DE NÚMEROS, que intencionadamente
están dispuestos de tal modo que siempre el cociente, sea la unidad; siempre
es 1 no 2, ni 3 ni medio.
Una vez que hemos tenido este rayo de luz, una vez comprendido
que existe un MENSAJE NÚMERICO, vamos a entrar ahora en el jeroglífico
LA CREACION EN SEIS DIAS
El jeroglífico abarca toda la Biblia, pero vamos a
empezar el capítulo 1 del Génesis, donde nos habla de la Creación, diciendo
que en seis días Dios hizo todo, desde la nada hasta el Hombre. Es decir,
que éste fue la culminación de un proceso evolutivo.
Estoy resumiendo todo lo más posible y de mayor entendimiento,
observando que, en contra de la opinión de muchos o quizá todos, Dios
hace al Hombre como pareja: hombre y Mujer, haciéndolos simultáneamente.
Después, en el capítulo 2, es cuando crea a otro hombre, Adán, y su mujer,
Eva; ya veremos cómo.
Si el Hombre es la Evolución en esos días, su nombre
numérico será el producto de los seis días: 1x2x3x4x5x6 = 720
Pero el Hombre tiene ante su vista, en sus mismas manos,
el mejor y más sencillo sistema numérico que existe: EL SISTEMA DECIMAL.
No es posible que teniendo a la vista diez números, Dios eludiera esa
facilidad que nos daba para comprobar sin lápiz ni papel cualquier problema
aritmético, contando con los dedos, complicándonos un poco con los cálculos
detenidos en un sistema de seis números. Por lo tanto, lo que falta debe
ser la mujer, su pareja.
Pero, observemos, que Dios se reserva un solo número:
el 7, porque en el día 7, descansa; Dios se recrea en su obra. Es un imposible,
porque Dios ni se cansa ni tiene por qué recrearse en sus obras, ya
que es el único ser que SABE QUE CUANTO HACE ES PERFECTO. Lo cual quiere
decirnos que, ese número 7 es algo espiritual, aparte de la formación
del Hombre; lo llamaremos EL ALMA. Observemos también que en el nombre
numérico que hemos conseguido para el Hombre, el 20, entra ya en el número
7, no como alma sino como una disposición para poder albergarla.
Veamos ahora la mujer; estará formada por los tres números
restantes de los diez que estamos manipulando: 8x9x10 = 720.
Como vemos numéricamente, LA MUJER ES IDÉNTICA AL HOMBRE,
pero en su formación numérica, existen interiormente UNA DIFERENCIA: el
hombre está formado por el producto de seis números y la mujer, por el
de tres números. El alma, el número 7, ha quedado aparte; luego, estos
dos seres marcados ya con el número 720 para ambos, no son verdaderos
hombres, sino infrahombres, algo así como antropoideos.
CONTINUA
El Quinto Hombre
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