Revista Digital de El Quinto Hombre

EL MITICO DRAGON - parte IV (última parte)

                                                 

Una investigación del Grupo CAEFA (Argentina)

Los dragones han estado presentes en toda la historia de la Humanidad y hasta el siglo XX, donde autores de distintas nacionalidades siempre les han vigencia  tanto literaria como periodística.

En una isla del archipiélago malayo se generó en 1912 un suceso que se da en llamar el Dragón de Komodo, es decir, un extraño animal que apareció, supuestamente, en la isla de ese nombre.

Un piloto de aviación, que sobrevivió a un accidente aéreo en ese lugar, comentó, y con plena convicción, que había visto unas criaturas gigantescas como lagartos descomunales. A pesar de que la afirmación fue tomada por muchos como una ridiculez, hizo mover a la Dirección de Jardines Botánicos de Java una inspección exhaustiva de Komodo. Esta expedición fue realizada por el propio administrador holandés de esa dirección con personal especializado que trajo la piel de un animal de más de 2 metros de largo junto a una cantidad importante de testimonios de nativos que afirmaban, con bastante temor, haber visto animales parecidos o iguales de diez metros de largo, con las clásicas características de una serpiente dragoniana. Además se capturaron cuatro animales, de una longitud aproximada a los tres metros, que calificaron como una especie de lagarto monitor gigante, conocido hoy como el Dragón de Komodo o Monstruo de esa isla.

La reaparición de este mítico animal generó una gran cantidad de novelas, cuentos y narraciones en la literatura del siglo XX. Los antecedentes literarios sobre este tema, que recordamos, se remontan al siglo XVII cuando el padre jesuíta Athanasius Kircher en su libro "Mundo subterráneo", publicado en Amsterdam (Holanda) en l678, escribía sobre los volcanes como producto del gran fuego en el interior de la Tierra, donde habitaban los dragones, portadores también de ese elemento ígneo, ya que se movían por los túneles, pasadizos, ríos y lagos que existían en ese mundo, del que luego hablara en el siglo XIX el profesor de física de la Universidad de la Sorbona de París, mas publicitado y conocido como el cuentista de ciencia ficción, Jules Verne. Pensar que de todos los viajes que imaginó este paragnosta genial sólo nos queda viajar al Interior de la Tierra y descubrir quizá el mundo de los dragones, que se mueven tanto en tierra como en agua.

Pero para la literatura no sólo eran monstruos marinos y terrestres sino que también eran seres voladores, que caían de los árboles comer otros animales, como por ejemplo, elefantes en la India, reflejado en "Historia de las Serpientes", recopilación de fábulas publicada en el siglo XVIII, en pleno Renacimiento.

En todos los últimos siglos, el dragón siempre ha estado presente, para unos como fábulas, para otros como un mito, y para otros, como animales reales. En 1960, en plena Africa, en Nueva Guinea, se vieron por muchos nativos, varios monstruos de más de seis metros de largo, que atacaban a desprevenidos europeos, que visitaban turísticamente el enigmático continente.

Estos monstruos vomitaban fuego y humo chupando la sangre de las víctimas, que mostraban heridas de treinta o más centímetros de longitud. El pánico que se generó en la población llevó a trasladar poblaciones enteras a otras zonas que se protegieron con enormes empalizadas. La misma policía de Nueva Guinea llegó a ofertar fuertes recompensas para quien encontrara  y trajera a estas míticas criaturas; nunca nadie aportó ningún dato convincente, sí los comentarios siempre estuvieron en la boca de miles y miles de personas de la región.

En los cinco continentes y en todas las épocas, el mito del dragón ha estado presente. El profesor FABIO ZERPA, en muchos viajes a las Islas Británicas, siempre los escoceses, los irlandeses, los galeses y los propios habitantes de la capital, Londres, le han comentado la certeza de la existencia de este mítico habitante; para muchos, el Monstruo de Loch Ness tiene reminiscencias de este mito y esta leyenda.

Para los hombres contemporáneos, el dragón es una fábula, un invento muy imaginativo del ser humano, con un arquetipo ancestral dentro de él mismo que habita su inconciente y que aflora en ese gran estado modificado de conciencia, que es el sueño; allí, todas las noches, de todos los tiempos, surge el mito pero.... como dice el viejo dicho "Las brujas...que las hay, las hay".

En el horóscopo chino, esta figura mítica tiene una gran trascendencia, y los dragoncitos que pueblan el planeta caminando como obreros, ejecutivos, empresarios, amas de casa, solteros, casados o divorciados, son siempre los protagonistas de la existencia de lo esotérico, de lo oculto, de lo misterioso; y esa cultura, ese conocimiento, es tan valedera para el ser humano como lo es la ortodoxia, lo clásico, lo tradicional, lo académico.

Quizá "los dragones del saber", en el siglo del conocimiento, el XXI, sean grandes protagonistas para entrar en la cultura fuerte y potente del mundo interior, del mundo de adentro, del mundo espiritual. ¿Será que las hay, las hay? Apertura para la disquisición, los interrogantes, los comentarios, de nuestros navegantes; los esperamos.

 

 

El Quinto Hombre