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Revista Digital de El Quinto Hombre
EL SIMBOLISMO GEOMÉTRICO
Una investigación del Grupo CAEFA (Argentina)
Desde la más remota Antigüedad, los hombres han busca
siempre un lenguaje universal y sintético, descubriendo imágenes y símbolos
que expresan las realidades de su entorno.
En la actualidad, nosotros
podemos hacer esta experiencia si se medita durante mucho tiempo un tema;
se notará en nuestro subconciente, o quizá supraconciente, que se está
cristalizando una forma simbólica,
un objeto o figura geométrica que corresponde a la idea, el pensamiento
y la verdad que estamos pensando; esto nos sucede a diario; asi se explican
los sueños.
Con una parte de nuestro ser nosotros siempre estamos
vinculados con el Cosmos; y allí vibramos y vivimos con el Alma Cósmica,
el Alma Universal, estando entonces en contacto con el mundo de los arquetipos,
de las leyes universales, de los principios de todas las cosas-
Si se medita sobre ciertas
realidades que se encuentran en el plano causal, se produce un movimiento
en las profundidades de nuestro ser, apareciendo una forma simbólica en
nuestra conciente que muchas veces son respuestas a cuestionamiento de
uno mismo.
Para entender cómo es posible
este extraordinario proceso, hay que saber que cada ser humano refleja todo el Universo, todo lo que está en el
Cosmos y aquí en nuestro Planeta.
En el momento en que un Iniciado
(cualquiera sea la Escuela que practique) comienza a meditar sobre determinado
tema, tiene lugar , en ese instante y en su fuero interno, todo un trabajo
de decantación para que finalmente, como una fuerza, surja en el inconciente
(o supraconciente) un símbolo que se presenta como el resumen de esa meditación. La que da
la respuesta es la Naturaleza; si fuera el Hombre quien tuviera que
encontrar la correspondencia exacta entre tema y símbolo, nunca llegaría
a ella, porque es enormemente amplia la realidad y es solo la
Naturaleza la única que puede hacerlo como proceso automático y matemático.
Es la Naturaleza la que expresa en una imagen o símbolo
o el sentimiento o el pensamiento o la inspiración sobre el tema que uno
pensó o intuyó.
Durante años, uno mismo ha
buscado elevarse muy alto a fin de abrazar al mundo con una sola mirada,
de descubrir una visión sintética que permita captarlo en su unidad,
y se ha presentado la imagen de un cono, cuya proyección geométrica
es un círculo con su punto central.
Por esto se considera a esta figura como el símbolo
del Universo; el punto central es idéntico a la cima en la que todo se
halla sostenido y reunido; desde esta cumbre es de donde podemos ver
la unidad de la vida en todas sus manifestaciones.
Es fundamental apoyarse
en los símbolos porque ellos son el lenguaje de la Naturaleza; el
Hombre en el desarrollo de todas sus culturas siempre piensa y conoce
simbólicamente. Aunque para la gente común este lenguaje es indescifrable,
cuando se lo descifra el camino de la vida tiene otro sentido, se empiezan
a conocer otras realidades.
Vayamos a algo muy cotidiano,
las imágenes de los sueños;
ellas son un lenguaje de imágenes que tienen algo de carne, de piel, de
músculos, de cuerpo real, como si los sueños fueran formas vestidas. Hay
que aprender a ver los símbolos en su aspecto "esquelético" y para ello
es preciso ir mucha más lejos, mas alto, en ese lugar donde se encuentran
completamente despojados y están reducidos a puras abstracciones: LAS FIGURAS GEOMÉTRICAS.
Los símbolos son iguales que
loas seres humanos porque tienen un esqueleto o armazón sobre el que han
venido a acoplarse lo material, la carne, los nervios, las venas, las
arterias, los órganos, la piel. Pero cuando nosotros nos morimos, todo
se va y queda solamente el esqueleto.
Cuando los Antiguos Iniciados
trazaban, por ejemplo, una línea vertical u horizontal, un punto y un
círculo para seguidamente combinarlos, surgía una cruz, un triángulo,
un cuadrado, un pentagrama, un hexagrama, o algún animal sagrado, introducían
así en cada una de estas figuras toda una ciencia eterna; ¿por qué? Porque
ese lenguaje simbólico es el lenguaje universal, más allá de las palabras,
que siempre son ideas parciales;
ese lenguaje simbólico es la quitaesencia de la sabiduría, el auténtico
saber.
Las imágenes pertenecen todavía
al plano astral, mientras que los símbolos geométricos pertenecen al plano
causal. Los cristales, en muchas culturas, son considerados como símbolos
del plano causal, esto es porque ellos son el símbolo de una geometría
totalmente pura. Uno siempre se pregunta ¿Los cristales son minerales
y por supuesto lo mas material que existe en la realidad, no es cierto?.
Pero la vieja ley universal de Hermes Trimegisto, que dice "lo que está
arriba está abajo", se cumple, los cristales reflejan entonces el mundo
causal, siendo entonces lo mas bajo, (cristales, metales, piedras) lo
que refleja el mundo más sublime, más elevado, más alto; se cumple la
ley pero en el plano invertido; por eso los aborígenes respetan tanto
a las piedras preciosas.
Si nos concentramos y meditamos
podemos encontrar la respuesta que buscamos en la imagen o forma geométrica
que se nos aparezca; pero si lo inverso es también verdad ,podemos encontrar
en el símbolo o figura, las ideas y verdades que está concretizando.
El que sabe elevarse hasta
la contemplación de un símbolo en el mundo de los arquetipos, siente que
se produce dentro suyo, en el uno mismo, una multitud de movimientos y
vibraciones que hacen aparecer en su conciencia todo un mundo de ideas
y de imágenes que nacen naturalmente alrededor de este símbolo; esto lo
narran mucho las personas que han vivido experiencias chamánicas o con
la respiración holotrópica de la Psicologia Transpersonal.
El símbolo es, o puede ser,
un punto de partida que permite volver a encontrar de nuevo el mundo total
y resumido; por eso en el esoterismo existen tantas figuras geométricas
que explican un mundo cuántico, mas allá de la realidad, en los mundos
paralelos y de la invisibilidad, que quizá son la fuente de la Creación
porque está La Luz, El Punto Inicial, El Alfa-Omega, El, Dios, como querramos
llamarlo; ese retorno a ese lugar es disfrutar de esa existencia y un
cambio en el uno mismo así como en la vida de relación del acá.
Allí, en ese mundo, hay unas
riquezas espirituales que el maestro Pitágoras, gran filósofo, gran esotérico,
el creador de que todo es un número, para probar a sus discípulos, los
introducía en una habitación en la que había un pequeño cántaro de agua
y un trozo de pan. Les daba un símbolo para descifrar, sea cual fuera,
cuadrado, triángulo, círculo, punto, etc. El sabía que, el que conoce-conoce
los métodos, puede elevarse muy alto para "ver" la correspondencia de
un símbolo en el Mundo de las
Ideas y de los Arquetipos.
Los sabios antiguos sabían
que en todo el proceso de la Naturaleza y del Hombre mismo, el ejemplo
de la semilla minúscula plantada en la tierra surgiría una planta, un
árbol y que esa semilla era un símbolo. El Iniciado planta esa figura en su cabeza,
lo fortifica en su mundo mental, "lo riega" y al árbol comienza a crecer
para ser potente, fuerte, con muchas hojas y ramas; a partir de allí,
se coloca debajo de él, se regocija en su sombra, toma sus frutos, guarda
nuevas semillas para poderlas plantar nuevamente para que todo vuelva
a comenzar.
Ese es el mundo de los símbolos, el mundo de la vida. Toda la vida
trabaja con símbolos y se manifiesta a través de ellos; la vida es totalmente
simbólica; cada objeto es un símbolo que contiene vida.
Para comprender realmente la vida hay que trabajar
siempre con los símbolos; a la inversa, para descubrir a ellos hay que
comprender todo lo que contienen, viviendo la verdadera vida, la simbólica.
Tú te preguntarás ¿para qué sirve un símbolo o una
semilla? Decimos que es imposible transportar un bosque pero es posible
transportar semillas, y los símbolos son semillas que se pueden ir plantando
paulatinamente; si se trabaja una cantidad determinada (cuanto más mejor)
de símbolos podemos ir conociendo el auténtico saber, el de todas las
ciencias ortodoxas y heterodoxas.
Es imposible ir con todos
los libros de todas las bibliotecas del mundo, pero con algunos símbolos
en nuestra cabeza, tenemos todos los libros resumidos en ellos; podemos
ser bibliotecas ambulantes del buen vivir.
El pensamiento, o las ideas,
están regidos por dos procesos inversos, igual que la Naturaleza y que
son la condensación y la dilución. Se puede condensar un tema filosófico,
o un problema, hasta reducirlo a una simple frase, es decir, a una semilla;
pero inversamente se puede desarrollar esta frase hasta el infinito y
abrazar el Universo; así se tiene un árbol, ¡Un árbol!.
Es fundamental trabajar sobre
estos dos procesos, condensar para luego diluir; cristalizar para luego
sintetizar e introducirse en la vida para hacer crecer y circular. Son
los dos procesos fundamentales, el diluir y el condensar.
Es decir, para ver las cosas
en toda su extensión y esplendor hay que diluirlas hasta no verlas más
haciéndolas desaparecer en la eternidad; luego verlas nuevamente, haciéndolas
aparecer, condensarlas para que se "coagulen". El gran proceso, la divina
realidad.
Es importantísimo profundizar
en el lenguaje de los símbolos haciendo aparecer los
vínculos, que tanto se utilizan ahora en Internet; porque esos vínculos
son las correspondencias entre las cosas para revelas la profunda unidad
de la vida, ya que en ella todo se haya reunido y dispuesto, con cada
cosa en su sitio, funcionando en la vinculación todas las demás; como
dicen los físicos cuánticos, todo está relacionado con todo.
Cuando el vínculo se corta es la muerte, por eso cuando el Hombre
se ejercita en encontrar las afinidades y correspondencias entre las cosas,
se basa en que en ellas se encuentra la verdadera vida, la cohesión con
el Universo. Ësta es la clave.
Muchas veces se confunde la
verdadera vida con la vitalidad, porque se come, bebe, etc.etc. pero no
se conocen los grados superiores de la vida, donde está el reino de
la Naturaleza.
Cuando el Hombre comienza a comprender las correspondencias,
similitudes, a veces imperceptibles y sutiles, que existen entre todas
las criaturas y cosas del Universo, entonces EL HOMBRE CONOCE LA VERDADERA
VIDA Y COMIENZA REALMENTE A VIVIRLA.
En otras notas sucesivas seguiremos
tocando este apasionante tema de LOS SIMBOLOS GEOMÉTRICOS.
El Quinto Hombre
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