Revista Digital de El Quinto Hombre

MUERTOS QUE SIMULAN VIVIR

Dr. Cándido Victor del Prado

 

LOS UNIVERSOS DESCONOCIDOS.

Bajo el seudónimo de Elanio, en 1968, he escrito un libro titulado "Mundos Desconocidos", o Humano y Divino, del cual se hicieron varias ediciones. Tal vez, lo mejor de su mensaje es revelar la existencia de Universos Paralelos, extrañamente semejantes al nuestro.

En él está escrito: "Ya sabes que existen muchas Creaciones. Cada una de ellas representa un esfuerzo independiente de Dios. Una creación está comprendida por la materia y energía que contenga libre o transformada en cuerpos estelares, sus dimensiones, conocidas, como extensión en cualquier sentido; los seres vivientes habitantes de los mundos poblados y el Hombre, depositario en cada creación del destino de la misma. En cada una vive el Hombre una historia diferente que hace a una gran motivación ignorada".
Lo creo, porque lo he experimentado, existen muchos mundos iguales al nuestro, donde se vive, se ama y se odia como lo hacemos nosotros.

El antiprotón, descubierto en 1955, nos da la pauta de que cada átomo tiene su contrapartida, lo que abre
un mundo de insospechables correspondencias.

Pero también hay fuerzas y seres invisibles, extrañamente ligados a nuestro quehacer que giran en el entorno humano, que responden a nuestros reclamos, que no habitan los mundos físicos, y que no poseen conciencia de su existencia.

El esoterismo los conoce desde la más remota antigüedad. Las culturas indígenas, le temen y le rinden culto. Para ellos representan fuerzas que pueden manifestarse y tener injerencia en los asuntos humanos.

 

LA MAGIA Y EL MUNDO INVISIBLE.

Los antiguos sabios, hacían de la magia una forma de vivir, sentir y reflexionar sobre los misterios trascendentes. No tenían ninguna duda sobre la existencia de seres invisibles pululando a nuestro alrededor. Pensaban que eran formas inertes, las cuales se activaban merced a nuestro pensamiento, voluntad o sentimientos. De esta manera cada ser humano es responsable de la manifestación de las entidades invisibles porque ellas viven de lo que nosotros les damos o pueden extraernos.

Con disciplina y ciertas normas iniciáticas, los antiguos sacerdotes, habían aprendido a dominar ese fantasmagórico mundo utilizándolo en forma relativa. Porque en forma absoluta es imposible su dominio, ya que el comportamiento de esas entidades, que no poseen estructura mental propia, suele ser bastante imprevisible y discordante. Por ello que se recomendaba a los profanos no incursionar en esos submundos, que por desconocimiento en su manejo pueden ser peligrosos, y de amos pasar a ser esclavos de esas entidades.

Para su identificación las ciencias ocultas lo han clasificado en tres grandes grupos: Básicos, elementales y larvas.
Los elementales, comprenden muchas formas: faunos, salamandras, gnomos, hadas, oceánidas, etc.; dotados parcial o totalmente con formas de animales o seres humanos, pero ubicados en una escala vibratoria más sutil.

Los básicos son entidades que alguna vez han pertenecido al género humano y son propensos a manifestarse por médium. Tienen mucha afinidad con las personas vivas, sirviéndose de sus condiciones paranormales para manifestarse.

Las larvas, son entidades errantes del astral, reconocidas por la antigua magia, como entes indefinidos, y que serían engendradas por emanaciones de nuestros cuerpos físicos que les suministrarían los elementos vitales. De vida siempre dependiente, parasitaria, se adhieren a los seres vivos de los cuales absorben energía psíquica para mantenerse. Las magias antiguas (egipcia, azteca, maya) pretendían dominar estas entidades, aprisionándolas en amuletos o estatuas, donde quedaría encerrado su poder. Mediante conjuros se podría disponer de ellas, para proteger y atacar.

 

EL PLANO ASTRAL.

Intentar explicar la naturaleza del Plano Astral, en las pocas líneas que nos permite este artículo, es realmente imposible.

La parte más fundamental de su conocimiento pertenece al esoterismo más profundo. La divulgación que de él han hecho los Grandes Adeptos está preparada para que sea comprensiva al mayor número posible de personas, pero ello está muy lejos de expresar su complejidad e íntima naturaleza. Prescindiremos entonces de exponer su descripción en planos y subplanos según está previsto en muchos libros que tratan el tema y dejaremos como cosa bien informada, que el mundo astral está poblado por formas cambiantes, producidas y animadas por pensamientos. También serviría para que los espíritus que han abandonado nuestro mundo encuentren un lugar para continuar experiencias terrenas, motivadas por deseos y pasiones de las cuales no han podido desligarse.

Para comprenderlo mejor, tomaremos el ejemplo de una persona que cifró el sentido de su vida en acumular riquezas. Al morir su espíritu se halla entorpecido, en su natural evolución hacia estados superiores, por la fuerza de sentimientos que lo retienen junto a los bienes que dejó en la Tierra.
Detenido en el astral, no tiene conciencia de su nuevo estado, ni le interesa averiguarlo. Su único deseo es la posesión del oro y ello origina una idea-forma que plasma una realidad con las posibilidades del astral.
Por ello, con frecuencia, se llama Plano Astral a un mundo ilusorio, donde se intenta vivir a expensas de realidades fraguadas. Nos hemos detenido especialmente en su mención, porque le cabría la responsabilidad de la mayor parte de la fenomenología parapsicológica, y también podría explicar muchas circunstancias relacionadas con los ovni(s) y el desconocer tanto proceder de sus tripulantes. Además, es aceptado por la mayor parte de los esoteristas, que las entidades que se manifiestan en las sesiones espiritistas son de origen astral.

 

CIENCIA, MUERTE Y ASTRAL.

En los últimos tiempos se han publicado una serie de libros con criterio científico, en que los autores (la mayoría médicos), han recopilado las dramáticas experiencias relatadas por personas que clínicamente han estado muertas, y con recursos de la medicina han vuelto a la vida.

Lo relevante de este estudio, es su coincidencia con antiguos conocimientos sobre los planos astrales, morada tránsito para los muertos hacia nuevos estados. Allí ejercerían funciones paternales, entidades encargadas de facilitar y dulcificar el traumático instante de la muerte. La visión de los familiares queridos, muertos con anterioridad, la de seres luminosos personificando excelsas figuras y de paisajes o lugares gratos, adecuados a lo que piensa se debe esperar de un más allá, es el escenario, creado por los recepcionistas, estaría destinado a tranquilizarlo para que comprenda y acepte con calma su nuevo estado. Asimismo, posteriores enseñanzas facilitarían su despegue hacia el plano que le está asignado para una nueva experiencia manifestada. Quedarían en el plano astral de entrada, lo que los esotéricos llaman "cascarones" entes con formas, sin conciencia, a los cuales el espíritu abandona, porque no sirven a la evolución espiritual.

 

HUMANOIDES Y "CASCARONES ASTRALES".

En su lugar, que puede ser arriba o abajo, o simplemente en planos físicos de una realidad que no podemos entender, hemos visto que existen cementerios para los residuos psíquicos humanos. Así como una rana muerta, responde con movimientos convulsivos al paso de una corriente eléctrica, estos "entes", según el conocimiento esotérico, son estimulados por el psiquísmo de los vivos. La fuerza que los engendra, posee así mismo para ellos un poder de atracción e intentan constantemente adherirse a su entorno y participar, en forma parasitaria, de sus vidas.

Es necesario dejar claro, que no tienen nada en común con las entidades elevadas, a las cuales hemos aludido y que cumplen en el plano astral misiones de ayuda. Ellas vienen de planos superiores y a ellos pertenecen, la explicación de su presencia en planos astrales inferiores, debe aceptarse en función de la obra que cumplen, al modo que reconocemos la jerarquía de un ser superior que se instala en un medio primitivo para orientar y ayudar a sus habitantes.
Tal vez, sea necesario volverlo a señalar, los "cascarones astrales", es precisamente aquello que los guías se esfuerzan en despojarnos para que nuestro verdadero ser encuentre el camino del espíritu.

Estos "cascarones", hasta que el proceso desintegrador se agote, conservan en más o menos cantidad, fuerza vital, con sensibilidad y afinidad por la materia viva, estructurada y activada por esa misma energía. Por ello que son atrapadas con facilidad por el psiquísmo humano, que consciente o inconscientemente los utiliza en fantasías o propósitos del quehacer humano. Como no tienen ni consciencia ni inteligencia propia, viven a expensas de su huésped, mimetizando su quehacer.

 

EL ASTRAL Y LA PARAPSICOLOGIA.

Para comprender el misterio de las manifestaciones de entidades humanoides y fantasmales, se ha intentado establecer hipótesis, teorías, normas, pautas que puedan servir como métodos para su estudio. El resultado ha sido desalentador, pues la arbitrariedad de su comportamiento, ha invalidado las reglas más ingeniosas elaboradas para explicar su naturaleza. Si establecemos que los ovni(s) en su trayectoria cumplen ciertas reglas direccionales (ortotenia), surgen casos donde su itinerario es una madeja sin sentido. Si sostenemos teorías sobre su propulsión, luego resulta que pueden correr a fantásticas velocidades, pero también entrar y desaparecer en los cielos como si provinieran no de mundos de nuestro sistema físico, sino de paralelos o de otras realidades más bien psíquicas que físicas. En cuanto a la gente que lo tripula, no hay patrón ni raciocinio que pueda interpretarlas. La información sobre la casuística, solo da como cierto la existencia de fuerzas que se hacen visibles a testigos, condicionados o motivados no sabemos cómo ni porque, cuya revelación nos es totalmente incomprensible.

Y esto que pasa con ovni(s) y sus tripulantes, es similar a lo que acontece con duendes, gnomos, fantasmas, y toda esa gente de los trasmundos, de quienes la tradición y la leyenda hablan con respeto.

Negarlo todo atribuyéndolo a fábulas, leyendas o a creaciones de mentes alucinadas, es solución que sólo revela la falta de información y la superficialidad de quienes en forma tan fácil cierran los ojos ante hechos y evidencias relatados por millones de testigos en todos los tiempos humanos.

Todas estas entidades, tanto las que tripulan un ovni, los fantasmas que deambulan por algún viejo castillo escocés, las pequeñas haditas que corretean en los prados floridos o saltan como libélulas de flor en flor, los gnomos, barbudos, cabezones, traviesos, propensos al enojo, que alguna vez el insigne Conan Doyle fotografío en la urdimbre de los bosques, son todos ellos cuentas de un mismo collar. Pertenecen a los Mundos Invisibles, son habitantes de campos vibratorios muy cercanos a nuestra escala y por ello la frecuencia, como inestable manifestación, en nuestra realidad.

Y para que todo esto no sea tildado de poco serio, me remito a las experiencias realizadas por insignes hombres de ciencia: Williams Crookes, Richet, Sir Oliver Logdoson, Flamarienn, Lombroso, etc., que en condiciones de laboratorio inobjetables, incursionaron en las dimensiones desconocidas, donde todo es posible, desde la aparición de un fantasma hasta la materialización de Katie King, bellísima y efímera criatura, de una bestia enorme como podía suceder en las sesiones con el dotado Klus Ki, o de figuras evanescentes que cruzaban un gran salón tocando un instrumento musical (David Douglas Home).

Todo esto es tremendo, conflictivo, donde el investigador de avanzada debe andar despacio, como si anduviera sobre el filo de una navaja, según la afortunada frase de Somer Sout Moughan, pero hay ya algo que se intuye: en las entidades humanoides, los fantasmas y los seres que parecen brotar de la nada, parecen marcados por un mismo signo, un mismo origen: TAL VEZ EL PLANO ASTRAL.

Jhon Keel, Ivan Sanderson, Salvador Freixedo, Jacques Vallee, son parte de los investigadores de avanzada, contemporáneos, que piensan así, algo, todavía sin forma ni precisión se está gestando para estructurar en una idea, teoría o hipótesis, la comprensión de este gran misterio de todos los tiempos humanos.

El Quinto Hombre