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Revista Digital de El Quinto Hombre
¿POR QUÉ DESAPARECIERON
LOS DINOSAURIOS?
Por Carlos Daniel Ferguson
Desde hace 150 años se vienen
descubriendo los restos fósiles de los animales más extraordinarios que
hayan poblado la Tierra, los Dinosaurios. Los "reyes" de la Tierra durante
unos 160 millones de años, cifra que nos cuesta imaginar con rapidez.
La Paleontología nos dice que ya existían pruebas de organismos
vivos en las cercanías de la Era Arquezoica. Dichos organismos fueron
desarrollándose con el paso de las centurias hasta la diversidad de fauna
durante el período primario, en los mares cámbricos.
Los primeros moluscos y branquiópodos hicieron su aparición y continuaron
desarrollándose con cada vez más tumultuosidad y variedad de las especies.
En lo que respecta a la aparición de los primeros vertebrados no existe
mucha información al respecto.
"Para los orígenes habría que remontarse a formas primitivas de
las que el único descendiente actual, según W.K. Gregory sería el ANFIOXO,
cuya evolución había comenzado al menos en el Cámbrico, si no es que a
fines de la era proterozoica"
Pero no es sino en el Período Pérmico en donde podemos
advertir diferencias esenciales en los reptiles. Algunos de ellos los
animales terrestres que jamás hayan existido, unos rápidos, otros lentos,
carnívoros y herbívoros, en tierra, mar y aires, bípedos o cuadrúpedos,
pero no queremos extendernos porque existen infinidad de libros sobre
el tema, algunos de ellos muy buenos como el del Dr. Josef Augusta y Zdenek
Burian, "Los Animales Prehistóricos" y los "Colosos de las tierras y los
Mares prehistóricos".
Sabemos que las rocas sedimentarias son las huellas verdaderas de
los dinosaurios.
Los fósiles hoy encontrados nos hablan de sus costumbres y formas
de vida y adaptación de esos animales, que los llevó a dominar y reinar
durante millones de años.
En 1984 se realizó un descubrimiento antropológico que nos servirá
para ejemplificar esto. "Un equipo de investigadores de Kenya y EE.UU.,
descubrió rastros humanoides de aproximadamente cinco millones de años
de antigüedad que podrían pertenecer a unos lejanísimos antepasados del
hombre. Ante este hallazgo que nos agrega dos millones de años más, queda
relegada la anterior cifra de tres millones trescientos mil años como
la mayor antigüedad del hombre. El jefe de la expedición, Andrew Hill
explicó que se trataba de una quijada y dos dientes, hallados en una roca
superficial, cerca del lago "Tugen" en Kenya Central. Afirmó también que
"son dos millones de años más viejos que todo lo conocido y muchas cosas
pueden ocurrir en dos millones de años".
Pues bien los dinosaurios
superaron esa cifra unas ¡VEINTINUEVE VECES! Aproximadamente.
Con esto hasta parece quedar empequeñecida nuestra existencia en la misma
Tierra sin necesidad de advertir nuestra real situación astronómicamente
hablando. Los Dinosaurios que fueron verdaderos REYES del planeta en lo
que a cantidad de tiempo de existencia se refiere.
Nuestra imaginación parece pues descorrer el velo del tiempo. Nos
imaginamos un día cualquiera de la época secundaria, cálido, muy húmedo
y confortable, ideal para los reptiles. Grandes selvas y estanques creaban
un clima frugal, enteramente verde. Podemos "ver" algunos reptiles herbívoros
(Stegosaurus) con sus placas óseas (según algunos investigadores usadas
como defensa, aunque también se piensa que tenían la función de distribuir
las corrientes para refrigerar la temperatura); frente a una gran laguna
advertimos cuellos largos que emergen, son los Brachiosaurus que eran
tan altos como el tercer piso de un inmueble. Aquí y allí manadas de Ttriceratops,
reptiles de tres cuerpos temibles en los enfrentamientos. Sobre el espejo
de la laguna, en el aire los Pteranodontes, reptiles voladores de más
de ocho metros de envergadura que cual planeadores cazaban sobre las aguas.
A nuestro lado un gigantesco Brontosaurus (reptil herbívoro) de casi 20
metros de largo y de 170 años de edad pasta sin fin para poder alimentar
su cuerpo. Poseía un segundo centro nervioso en la región dorsal de la
médula espinal. De pronto un gran pánico se apodera de todos éstos animales.
El Brontosaurus comienza una dificultosa carrera hacia la laguna, por
entre un claro asoma el REY DE REYES de los temibles, el Tiranosaurus
Rex carnívoro bípedo de unos 15 metros de largo, que al igual que los
Allosaurus y los Ceratosaurus sembraba el terror entre sus congéneres.
Lo vemos encaminarse a la manada de Triceratops, todos huyen (no porque
sean menos poderosos que aquel) pero un Triceratops viejo y solitario
con huellas en su cuerpo de otros combates antiguos, queda a la expectativa.
El carnívoro se acerca no muy decidido y el Ttriceratops en un acto reflejo
pasa de la inactividad a la carrera veloz, son ocho toneladas con tres
poderosísimos cuernos a sesenta kms. Por hora. Si bien el Tiranosaurus
podía ser un poco más feroz por ser cazador, por experiencia, no siempre
tenía suerte y se sabe que la victoria en la batalla era relativa según
las circunstancias. El carnívoro trata de eludir el golpe con sus dos
miembros inferiores (los únicos que tenía desarrollados) pero el choque
de los colosos es terrible, uno de los cuernos del Triceratops se hunde
sobre una de las patas de su enemigo, pero rápidamente éste utiliza su
tercer arma mortal, sus mandíbulas de unos dos mil dientes destrozan el
lomo del herbívoro que lanza un grito de dolor. Ya no podrá
liberarse y se desangrará aunque trate infructuosamente de escapar. Esta
escena se habrá repetido infinitas veces con fortuna para uno u otro durante
millones de años. El carnívoro se aleja, satisfecha su hambre pero con
una herida que lo acompañará siempre. Millones de años después un paleontólogo
descubrirá los restos del Triceratops, hasta es probable que encuentre
las huellas del "matador" y reconstruirá aquella jornada.
Así ocurrió en 1928 "cuando el 26 de setiembre al 4 de octubre se celebró
en Budapest el Congreso de la Sociedad de Paleontología de la que son
miembros Paleontólogos de todos los países". Entre los que se había figurado
para hacer una comunicación se hallaba el Dr. Fr. Spillmann, joven científico
alemán que vivía en Quito, Ecuador. Al subir éste a la tribuna de los
oradores, nadie sospechaba cuan interesante y sorprendente iba a ser su
contribución. En efecto, el Profesor Spillmann empezó el informe con la
noticia de que en Abril de 1928 había encontrado a 13 kms. al Este de
Quito, en el pequeño pueblo ALANGASI, el esqueleto completo de un Mastodonte,
esto es de un proboscidio prehistórico. En sí mismo tal hecho nada hubiese
tenido de extraordinario si no fuera que junto al esqueleto encontró restos
de recipientes, juntas de lanzas y un "hogar". Las imponentes Tobas Volcánicas
esparcidas aquí y allá formaban aquel soporte de arcilla azul (con espesor
de 1.5) y el esqueleto del Mastodonte se encontraba en la superficie de
la arcilla azul, con la boca abierta y las patas abiertas también. El
gran fuego que los cazadores habían encendido confirió un tono rojizo
a la arcilla y chamuscó parte del esqueleto. Las vértebras cervicales
habían sido rotas con una gran piedra redonda de 40 cms. que se hallaba
en el lugar. En el lado derecho podían verse todavía huellas de dos heridas
curadas de punta de lanza. Revelaban que el animal había sido atacado
por hombres. En la región pélvica se hallaban cierto número de excrementos.
Los jarros al costado del animal llevaban claramente rasgos de la Cultura
Maya y eran de una antigüedad de 1600 a 1800 años.
Según este dato el MASTODON
POSTREMUS vivía pues en los primeros siglos de nuestra era. Seguramente
la manada vagaba por la Altiplanicie del Ecuador y bajaba al río al atardecer.
Desde la elevada orilla los cazadores al acecho lanzaron una gran piedra
que alcanzó a uno de los animales. Este se desplomó mientras los demás
emprendían la fuga. Los hombres bajaron corriendo y no costó mucho rematar
al animal ya herido. Apenas hubo expirado trajeron leña y la apilaron
a su alrededor, levantaron con gran fatiga el cuerpo y en algunos lugares
lo sostuvieron con palos. Luego que se apagó totalmente el fuego, los
cazadores se abalanzaron sobre la bestia, pero una gran tormenta azotó
el lugar, las aguas torrenciales ablandaron el suelo. De repente un gran
pedazo de la empinada grilla, arriba del lugar del fuego se desprendió
y recubrió todo con una gruesa capa de barro. Cuando la tormenta pasó
todo estaba cubierto de lodo y canto rodado. La sorpresa de éste hecho
era que según conocimientos anteriores de los paleontólogos, los mastodontes
no habían sobrevivido en Europa, Asia y Africa al Terciario, en tanto
que en América eran frecuentes todavía en el Cuaternario, vale decir en
el Pleistoceno. Pero es evidente que una de las especies se había mantenido
hasta principios de nuestra era. Por ejemplo en Abril de 1984 en la Laguna
Setúbal, 500 metros al Este del ahora sumergido complejo turístico Piedras
Blancas, donde se encontró una vértebra gigante. Sobre la base de éste
hallazgo, se puede determinar a que animal perteneció y los aspectos de
nuestro suelo hace miles de años.
Así día tras día se suman
en el mundo restos fósiles de éstos animales que un día; hace millones
de años sin causa determinada desaparecieron y extinguieron completamente.
Las posibilidades que se abren son varias y de distinto calibre:
a) Según el Dr. Stephan Zamenhoff,
afirmó que la desaparición de los dinosaurios se debió cuando éstos alcanzaron
su máximo grado de diámetro y volumen. Pero no encuentra explicación de
los pequeños saurios.
Por su parte
b) Boule y Piveteau opinan
que fueron los mamíferos los que lograron la extinción de los dinosaurios
al devorarse los huevos. Sin embargo esta teoría presenta también una
dificultad para demostrarse pues no eran numerosos los mamíferos del Cretácico
y sólo alcanzaron su desarrollo en el Paleoceno. Pudo haber habido una
leve competencia entre mamíferos y reptiles, pero en el caso de los mamíferos
devoradores de huevos, los reptiles compensaban ese mecanismo con una
mayor puesta. El gran paleontólogo Lapparent piensa que: "el aumento de
tamaño de los dinosaurios fue la causa de su desaparición, basándose en
la ley general que cuanto mayor crecimiento de animales, menor densidad
de población. En éste caso causas y efectos se convierten en complejos
mecanismos que se interaccionan y que pudieron contribuir a la extinción".
La hipótesis del virus queda
casi descartada pues el virus que supuestamente atacó a los saurios tendría
que haberse extendido por todo el mundo y afectado a todas las especies
de reptiles cosa que no ocurrió. La teoría más en boga nos dice que los
grandes cambios climáticos desequilibraron el medio ambiente donde se
desarrollaron los saurios. Para algunos científicos esos cambios fueron
lentos y pausados, para otros fueron violentos y rápidos. La variedad
de temperatura, el descenso de la humedad, la emersión de nuevas tierras,
así los Dinosaurios no pudieron vencer ese obstáculo y perecieron, cosa
que no ocurrió con determinadas especies como los cocodrilos y los quelonios.
Otra de las posibilidades sugiere que como se comprobó, los huevos de
Dinosaurios del último período ostentan una falta de calcio considerable,
esto conformó problemas patológicos graves en esos animales como huesos
deformes correspondientes a esa época.
T. Swain en 1976, aportó la
hipótesis de que el desarrollo de las plantas angiospermas contribuyó
al final de los Dinosaurios. Estas plantas desarrollaron sustancias químicas
que podrían haber afectado a los dinosaurios herbívoros, haciendo que
éstos escaseasen y como consecuencia que los carnívoros también lo hagan,
y compitan entre sí. T. Swain sugiere que las lesiones orgánicas producidas
por la alimentación de plantas con alcaloides y taninos podrían haberse
acusado en el desarrollo anormal de la glándula pituitaria y en el excesivo
espesor de la cáscara de los huevos, que podrían haber impedido la eclosión
de éstos. Toda esta hipótesis parece bastante aceptable y no se duda que
la vegetación influyó. Sin embargo queda por explicar porqué también desaparecieron
los reptiles marinos que no se alimentaban de plantas terrestres. Sin
duda la hipótesis de la vegetación tiene que completarse con otros factores
como la del enfriamiento del agua.
Otra hipótesis afirma que
las inversiones en los polos magnéticos terrestres pudo haber alimentado
momentáneamente el escudo de protección de radiaciones cósmicas. Esto
podría ser provocado por el choque de un gran meteoro y por supuesto esta
teoría no puede ser descartada. Luis Alvarez, Premio Nobel de Física
y su hijo sostienen que un gran asteroide chocó con la Tierra hace unos
65 millones de años. Una masa cien veces más grande que el asteroide se
elevó a las altas capas de la atmósfera sumergiendo a la Tierra a una
noche que duró tres años, o tal vez más.
La teoría de la Supernova
fue formulada por primera vez por el Dr. I. S. Shklovskii del Instituto
de Investigación Cósmico de la Academia de Ciencias de Rusia. El estallido
de esa estrella podría haber provocado - afirmo Carl Sagan - un flujo
de partículas cargadas con alta energía que penetró en nuestra atmósfera
y tal vez destruyó la capa de ozono atmosférico permitiendo la filtración
de rayos ultravioletas.
Es muy posible que alguna de estas teorías pueda haber tenido lugar,
o que algunas de ellas conjugadas ayudaron al progresivo fin de los reptiles.
Quizá varias fueron las causas
y el "fin del reinado" llegó.... y dio paso a otros nuevos dueños del
escenario natural... los mamíferos. Por el momento nos contentamos con
estas posibilidades, mientras los paleontólogos continúan descubriendo
nuevas huellas de remoto pasado. Ellos y su tenaz esfuerzo de búsqueda
nos hacen sumergir en la Noche de los Tiempos para contemplar con admiración
y asombro, nuestro pasado...y el de los antiguos reyes, que hoy podemos
avistar en sus vestigios fósiles, en los Museos de Historia Natural.
El Quinto Hombre
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