El estudio psicológico de
las personas que dicen haber experimentado el fenómeno de la abducción,
está aún muy "en pañales". Lo importante es llevar esta investigación
a la comunidad universitaria, hecho que en nuestro país lo hemos visto
con mucha más frecuencia en la última década.
Cuando el 3 de octubre del
año 1997, el General Miranda emitió un decreto para que se formara un
Comité para el estudio de Fenómenos Aéreos Anómalos, este hecho
marcó un hito no solo en nuestro país, sino a nivel internacional. Y
debido a ello, en el Forum Mundial de la Ufología, para celebrar
los 50 años de esta investigación, desde 1947 hasta 1997, a Chile le
correspondió cerrar este Forum,
justamente porque dos meses antes se había creado este comité, el que
está vigente hasta la fecha.
Muchos investigadores, entre
los cuales se encuentran J.J. Benitez, Sixto Paz y otros, creen haber
experimentado el fenómeno de la abducción, y esta experiencia ha marcado
sus vidas orientándolas a la investigación de este tema, y a la difusión
de este fenómeno a través de numerosos libros.
En Chile, el caso del cabo Armando Valdés, que ahora es un suboficial
jubilado, ocurrido en el norte, en pampa Yuscuma, en la localidad de
Putre, dio la vuelta alrededor de todo el mundo, y cuando uno va a un
congreso a otros países lo primero que preguntan los investigadores
es cómo va esa investigación al igual que el caso de Travis Walton,
que como el caso Armando Valdés, tiene la particularidad de que participan
varios testigos en el fenómeno de la abducción.
Sin embargo, los casos más
espectaculares que podemos mencionar no son los conocidos por la prensa,
ni por otros medios de comunicación, por el hecho que sus protagonistas
han preferido guardar su experiencia en el más estricto secreto. Y,
a lo sumo, compartirla con su psicoterapeuta privado. Estas personas
son, muchas veces, personajes que se ubican en un alto nivel social
y cultural; por lo mismo, prefieren que su experiencia no se dé a conocer,
para evitar la descalificación del grupo social en el que se mueven,
ya sea tanto en el ambiente familiar como en el laboral. En ellos, por
supuesto, se descarta el propósito de querer mencionar su experiencia
con un fin de satisfacer su propio ego y adquirir, por lo tanto, notoriedad,
por el hecho de salir en los medios de comunicación.
A diferencia de ellos, los que tienen la valentía de relatar su
experiencia en los medios de comunicación, en muchas ocasiones son despedidos
de sus trabajos y son descalificados por muchos de sus amigos y, por
los mismos medios de comunicación. Éste es el precio que tienen que
pagar por su valentía.
Entremos entonces
al tema central que es el aspecto psicológico. Para ello, es saludable
que iniciemos una pequeña vista
panorámica a distintas formas de pensamiento a lo largo de la historia.
Al estudiar cómo evoluciona el pensamiento desde Aristóteles hasta el
post-modernismo, nos damos cuenta de la gran influencia que tiene la
cultura en la epistemología de este fenómeno, o, en otras palabras,
en la forma como conocemos la realidad.
Para Aristóteles la esencia es susceptible de ser aprehendida
por los sentidos, de manera inmediata y directa, sin considerar que
exista la mediación de algún tipo de representación que pueda confundir
y nos lleve al error. Es por ello que a este razonamiento se le conoce
como RACIONALISMO INGENUO.
Si nos preguntamos: ¿Cómo habría pensado Aristóteles, en razón
de sus referencias cognoscitivas, acerca del Fenómeno OVNI?, tendríamos
que tomar en cuenta que él vivió inmerso en la cosmovisión griega que
contempla la existencia de un panteón de dioses con formas y apetitos
humanos, además de las ninfas, los cíclopes, titanes, etc.. Los dioses
vivían en el Olimpo, un lugar que no era accesible al conocimiento por
los sentidos; no obstante durante los 2.000 años de la civilización
griega se creyó en ellos, así como los seres que no podían mirarse directamente,
tocarse u olerse. Sin embargo, aquello no invalidó la creación de mitos,
los que no ameritaban la acreditación científica, pues la creencia era
suficiente.
En concordancia con lo anterior, un
fenómeno OVNI pudo haberse aceptado aunque no se conociera científicamente,
ya que, como lo vimos, aceptaban la existencia de otras cosas a las
que tampoco tenían acceso sensible. Lo más probable es que éste fenómeno
pudo haberse confundido con algún tipo de manifestación divina proveniente
del Olimpo.
Éste racionalismo ingenuo hace crisis, sobre todo, en el campo
del derecho, cuando más de algún jurista interpretaba y discernía distinto
de sus colegas respecto de un mismo caso. Entonces surge la pregunta
"Si el mundo es todo conocido -como lo planteaba Aristóteles- y en el
conocimiento no hay engaño, por qué la discordancia, si hay una razón
inspiradora: Dios, es perfecto". Recordemos que para esa fecha se pensaba
que el motor inicial de todo era la causa cero o causa incausada, que
movía y generaba todo el resto, análogo a Dios que no tiene ni principio
ni fin, pero es el creador y la causa de todo lo demás; todo el conocimiento
que proviene de Dios es un conocimiento revelado.
CONTINUA